En busca de la "libertad económica", Brian Armstrong desafiará el modelo tradicional de Coinbase con su nueva plataforma Base
Con la llegada de una nueva herramienta tecnológica, Brian Armstrong busca transformar la manera en que se utilizan las criptomonedas en la vida cotidiana. A través de su plataforma Base, el cofundador de Coinbase apunta a transformar el sistema financiero digital, reduciendo costos y fricciones en las transacciones.

"Estamos en un momento realmente emocionante para las criptomonedas", afirmó entusiasmado Brian Armstrong, director ejecutivo y cofundador de Coinbase, la mayor bolsa de criptomonedas del mundo que cotiza en bolsa. "Se está produciendo un cambio: de ser principalmente una clase de activos con los que la gente quiere comerciar para especular, el cripto se está convirtiendo cada vez más en una utilidad diaria", insisitió. 

"Cuatrocientos millones de personas, más o menos, utilizaron cripto en todo el mundo".

Su visión es discutible. En lo que respecta a las criptomonedas, a la mayoría de la gente le importan los precios, y éstos subieron como la espuma últimamente. El Bitcoin se duplicó en el último año hasta situarse en torno a los 58.000 dólares. Más de 20 ETF de criptomonedas con 54.000 millones de dólares en activos digitales cotizan en Estados Unidos. El cripto está más extendido que nunca y se convirtió en un tema importante en las elecciones presidenciales norteamericanas. Con Changpeng Zhao, CEO de Binance, y Sam Bankman-Fried, de FTX, ambos en prisión, Armstrong aparece como el nuevo portavoz del movimiento.

 


Un gigante de las criptomonedas

 

Dado que las acciones de Coinbase reflejan el comercio de Bitcoin, Armstrong es siete veces multimillonario a sus 41 años. La bolsa de criptomonedas que cofundó hace 12 años para convertirse en el 'Gmail del Bitcoin' tiene una capitalización de mercado de 40.000 millones de dólares y unos criptoactivos bajo su custodia de 270.000 millones de dólares

Eso incluye la custodia de más de 20.000 millones de dólares para BlackRock (10 billones de dólares en activos bajo gestión), que ahora es el mayor proveedor de ETF de criptomonedas del mundo. En 2023, la empresa, que hace alrededor de la mitad de su dinero de las comisiones de negociación, obtuvo 95 millones de dólares netos con unos ingresos de 3.100 millones de dólares. 

Este año va camino de ser mucho mejor: en los seis primeros meses de 2024, los ingresos de Coinbase ascendieron a 3.100 millones de dólares, pero los ingresos netos se dispararon hasta los 1.200 millones.

 

Si existiera una institución 'demasiado grande para quebrar' en el mundo de los activos digitales, sería Coinbase. Sólo en términos de Bitcoin, Coinbase tiene la custodia del 11% de todos los tokens existentes. En el caso de la segunda moneda más importante de las criptomonedas, Ether, su cuota es aún mayor, con un 14% estimado de todos los tokens. Si Coinbase implosiona, las consecuencias pueden ser catastróficas.

Pero no todo el mundo es fanático de la firma. En junio de 2023, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos demandó a Coinbase por actuar como bolsa no registrada, agente de bolsa y empresa de compensación, actividades que realiza para más de 14.500 instituciones, así como para 8 millones de clientes minoristas activos. Es probable que el caso llegue a juicio en 2025.

Los entusiastas del cripto odian la idea del poder centralizado, pero desde el punto de vista operativo, Coinbase se parece más a otras instituciones financieras de mando y control como JPMorgan que a algo parecido a una cooperativa de crédito propiedad de sus empleados. Sus principales negocios son el comercio, la custodia y la co-administración (con Circle) de una enorme operación de stablecoin (35.000 millones de dólares) que fija el valor del token USDC al dólar estadounidense. 

 

La posición dominante de Coinbase le permite cobrar comisiones elevadas. Comprar 5.000 dólares de Bitcoin en la bolsa puede costar 90 dólares. En Kraken cuesta 20 dólares, y en Robinhood es gratis.

Pero Armstrong es un idealista de las criptomonedas, y no está del todo contento con este estado de cosas. Quiere trastocar la máquina del dinero, creando toda una nueva infraestructura para las transacciones rápidas, que no sólo reducirá las comisiones, sino que también debilitará el control de las grandes empresas tecnológicas y financieras.

"La razón por la que me metí en esto y la misión de Coinbase gira en torno al aumento de la libertad económica en el mundo", dijo."La visión es que el cripto va a impulsar cada vez más el PIB mundial. Creará dinero sólido, una infraestructura financiera para la gente de todo el mundo con menos comisiones, menos fricción".

 


La nueva plataforma, Base

 

El elemento clave en el cambio corporativo de Armstrong es Base, que se lanzó en agosto de 2023. Base es una denominada plataforma de nivel 2. En lugar de ser una blockchain autosuficiente como Bitcoin, Ethereum y Solana, está diseñada para mejorar a Ethereum procesando potencialmente miles de transacciones por segundo, con un costo inferior a un céntimo de dólar cada una. 

Ethereum sólo puede gestionar una docena de transacciones por segundo, cada una de las cuales cuesta una media de US$ 1. Es una mejora enorme, pero aún así muy inferior a las redes financieras existentes. La red de procesamiento global de Visa, VisaNet, puede gestionar 65.000 transacciones por segundo.

A Armstrong le gustaría que Base, de bajo costo, fuera interoperable con otras blockchains basadas en Ethereum y que admita versiones descentralizadas de Facebook, YouTube, Google, Uber y X. También está incorporando a comerciantes que van desde Anheuser-Busch a la escuela de negocios Wharton que utilizan su servicio Coinbase Commerce, apuntando a empresas como PayPal, Mastercard y Visa, que cobran comisiones de hasta el 3% por transacción. 

 

Coinbase Commerce cobra sólo un 1%. Pero la adopción por parte de los consumidores es lenta. La red procesa menos de 2.000 transacciones diarias. Visa hace esa cantidad por segundo. "Algunos de estos negocios pueden tener márgenes de sólo el 5%, y el 2% va a parar a la red de tarjetas", observa Armstrong. "No hay ninguna razón para que sea así. Es un impuesto innecesario para la economía", añade.

Según el analista de Oppenheimer Owen Lau, se espera que el millón de usuarios activos de Base aporte 100 millones de dólares a los ingresos de Coinbase en 2024. La mayor parte de esa cantidad procede de las comisiones de negociación (al fin y al cabo, se trata de criptomonedas).

Irónicamente, si Coinbase quiere tener aún más éxito con Base, va a tener que subir las comisiones por control y participación. 

 

Coinbase es actualmente el único 'secuenciador' de Base, jerga criptográfica para denominar al operador o supervisor. Para convertirse en descentralizada, la firma necesitará más secuenciadores. Si Base tuviera cuatro, Coinbase podría ganar sólo el 25% de las comisiones totales.

Hablar de comisiones más bajas y de dilución de ingresos puede no ganar fanáticos a largo plazo en Wall Street para Coinbase. A corto plazo, a los accionistas no parece importarles. Las acciones de la empresa casi se duplicaron en los últimos 12 meses. 

Mientras el precio de las criptomonedas siga subiendo y los adeptos sigan comerciando con ellas, Armstrong puede dar todos los discursos idealistas que quiera.

[Este artículo fue actualizado el 26/09/2024]

Nota publicada en Forbes US.