Emprendió en la IA, creó un unicornio y espera ingresos por US$ 65 millones en 2025
Impulsado por una fusión estratégica, Sunghyun Park proyecta triplicar facturación con chips eficientes y alianzas clave en el competitivo mercado global de semiconductores.

Hace un año, Sunghyun Park, cofundador y director ejecutivo de Rebellions, una empresa de diseño de chips de inteligencia artificial con sede en Seongnam, recibió una llamada que no esperaba. Ryu Young-sang, director de SK Telecom, la mayor operadora de telefonía celular de Corea del Sur por cuota de mercado y parte del poderoso grupo chaebol SK, quería reunirse con él, recuerda Park, de 40 años.

El motivo: hablar sobre una posible alianza en la prestigiosa industria surcoreana de semiconductores. Pero incluso antes de que Ryu "me hablara de una fusión, pensé que la fusión era la única forma de sobrevivir", admite Park sin rodeos.

Rebellions ya se había posicionado con sus chips informáticos de inteligencia artificial de bajo consumo, útiles en sectores como el comercio de alta frecuencia y en el desarrollo de herramientas compatibles con modelos de lenguaje de gran tamaño, como ChatGPT de OpenAI. Desde su lanzamiento en 2020, Park había conseguido US$ 225 millones en cinco rondas de financiamiento para desarrollar su serie de chips Atom. Esa línea se convirtió en la favorita de los centros de datos del país.

Además, ya estaba en marcha la nueva generación de chips de bajo consumo de Rebellions, pensada para empresas hiperescaladoras que demandan alta capacidad en inteligencia artificial. Aun así, Park sabía que no podía avanzar solo si quería competir a nivel global.

Mientras tanto, SK Telecom —la joya de la corona del conglomerado que controla Chey Tae-won, ubicado en el puesto 36 entre las 50 personas más ricas de Corea— tenía su propia startup de chips de inteligencia artificial: Sapeon Korea. Esta firma competía en el mercado local con Rebellions a través de su chip X330.

Ryu y Park coincidieron en que, al unir sus empresas, no solo construirían un actor de peso en el mercado local, sino uno con la potencia y la escala necesarias para enfrentar a competidores internacionales con grandes recursos económicos, como el gigante tecnológico estadounidense Nvidia, líder indiscutido del sector.

"Solo unas pocas empresas de chips de IA pueden sobrevivir. En este mercado en constante evolución, necesitamos consolidar a todos los mejores talentos de Corea en una sola empresa", sostiene Park. "No quiero perder tiempo ni energía compitiendo dentro de Corea", agrega.

Captar incluso una porción menor del mercado global representaría un cambio decisivo. En los últimos dos años, la demanda de chips de inteligencia artificial se disparó, a medida que las empresas comenzaron a incorporar herramientas de IA generativa entrenadas con grandes volúmenes de datos. Según la consultora tecnológica estadounidense Gartner, las ventas mundiales superarían los US$ 92.000 millones en 2025, un 29 % por encima de los US$ 71.000 millones proyectados para 2024.

En diciembre, ambas compañías cerraron el acuerdo mediante un intercambio accionario. Se emitieron 2,4 acciones de Sapeon por cada acción de Rebellions, con el objetivo de formar el primer unicornio surcoreano de chips de inteligencia artificial. La empresa combinada alcanzó una valuación de 1,3 billones de wones, equivalentes a US$ 1.000 millones en ese momento (hoy US$ 900 millones). La nueva firma, que mantuvo el nombre y el equipo directivo de Rebellions, se consolidó como el principal proveedor surcoreano de chips de IA. Entre sus principales clientes figuran las divisiones de servicios en la nube de SK, y las tecnológicas locales Kakao —controlada por Kim Beom-su, ubicado en el séptimo lugar entre las mayores fortunas del país— y Naver, fundada por Lee Hae-jin, número 19 del mismo ranking.

"Fusionarse con Sapeon es una de las decisiones más inteligentes", afirma Mohamed Zeeshan Hassan, director de inversiones de Wa'ed Ventures, la división de capital de riesgo del gigante petrolero estatal saudí, Saudi Aramco. "Corea ya es un mercado pequeño y hay que competir con actores globales. ¿Por qué competir con un país vecino?", plantea.

"Solo unos pocos jugadores con chips de IA pueden sobrevivir".

La nueva alianza le abrió a Park —quien mantiene cerca del 10 % de participación en la empresa fusionada, según documentos regulatorios— la puerta al acceso a HBM3E, un chip de memoria avanzado, de alto ancho de banda, que mejora notablemente la velocidad de procesamiento de datos. Este chip es fabricado por SK Hynix, la división de semiconductores de memoria del grupo. "Hay escasez de capacidad de fundición (fabricación) y de HBM", advierte Park, . Además de SK Hynix, solo otras dos compañías producen este tipo de chip de última generación: Samsung Electronics y Micron, con sede en Boise, Idaho.

Sin embargo, crecer dentro del país —y mucho más escalar a nivel internacional— representa un desafío mayúsculo. Convencer a los centros de datos para que opten por chips de inteligencia artificial que no sean de Nvidia, el proveedor dominante con alrededor del 90 % del mercado, según la consultora británica Futurum Intelligence, es casi tan difícil como fabricar esos chips.

Nvidia, que tiene una capitalización bursátil de US$ 2,8 billones, informó ventas por US$ 35.600 millones en chips para centros de datos solo en el cuarto trimestre, cerrado en enero de 2025. Esa cifra es nueve veces mayor que la de su competidor más cercano, AMD —fabricante de chips de California con una valuación de mercado de US$ 156.000 millones—, que generó US$ 3.900 millones por ingresos comparables en el último trimestre de 2024.

Rebellions, todavía un jugador chico si se lo compara con los gigantes del sector, se propuso alcanzar ingresos por 100.000 millones de wones —unos US$ 68 millones— en 2025. Según los últimos documentos disponibles, la empresa facturó 2.700 millones de wones durante el ejercicio fiscal 2023. No hay registros públicos de las ventas del año anterior. En paralelo, la pérdida neta se amplió a 13.700 millones de wones, frente a los 8.100 millones de 2022.

Una compañía de chips que pretende jugar en las grandes ligas debe demostrar, antes que nada, que su producto ofrece ventajas claras frente a los de Nvidia. A comienzos de 2026, Rebellions comenzará la producción en masa de su chip Rebel, diseñado para tareas de inferencia a gran escala con bajo consumo energético —una expresión del sector que hace referencia al uso de modelos de inteligencia artificial—. Esto resulta clave si se tiene en cuenta que una solicitud hecha a ChatGPT desde un servidor de IA consume diez veces más electricidad que una búsqueda en Google, según la Agencia Internacional de la Energía.

Con base en las pruebas internas de rendimiento, Park asegura que el nuevo procesador brindará un ahorro energético tres veces mayor en cargas de trabajo de IA, comparado con el chip más eficiente de Nvidia, el H100, el primero de su serie Hopper, lanzado a fines de 2022. Otra ventaja destacada, según el ejecutivo, es la capacidad de memoria del Rebel: 144 gigabytes con HBM3E, una mejora significativa respecto a los 80 gigabytes del H100 con HBM3.

Para ilustrarlo, explica que se necesitan dos H100 para operar el modelo de lenguaje Llama 3.1 de Meta, mientras que con un solo chip Rebel alcanzaría.

Una empresa de chips con ambiciones globales primero debe demostrar que su chip tiene una clara ventaja sobre Nvidia.

"En términos de costo total de propiedad (precio de compra más costos operativos), Rebel es más económico que H100 para inferencia", sostiene Park. El H100 alcanza un consumo máximo de energía de 400 W, mientras que el chip Rebel puede entregar un petaflop —es decir, un millón de millones de cálculos por segundo— con apenas 350 W. Sin embargo, Park reconoce una limitación: "Si se desea realizar tanto entrenamiento como inferencia, H100 es la solución ideal".

La empresa evitó precisar cuántos chips Rebel fabricará, amparándose en acuerdos de confidencialidad con sus clientes.

Por su parte, Nvidia se prepara para lanzar en los próximos meses su chip de inteligencia artificial de nueva generación: el B200. Este modelo, parte de la línea Blackwell —sucesora de la serie Hopper—, promete hasta 30 veces más rendimiento en inferencia y 25 veces más eficiencia energética que los chips actuales de la misma familia. Además, ofrecerá 192 GB de memoria HBM3E. A pesar de estas mejoras, se estima que el nuevo chip será más costoso de operar, lo que podría abrirle una ventana a Rebellions para posicionar al Rebel como una opción más accesible.

Fuentes: Ministerio de Comercio, Industria y Energía de Corea del Sur.

 

La contratación de talento de primer nivel fue clave para el crecimiento de Rebellions, según Ki-Jun Kim, director ejecutivo de Kakao Ventures. Conoció a Park en 2019 y decidió invertir 2.000 millones de wones en la empresa en menos de una hora. Los exigentes criterios de selección que impuso Park —entre ellos, incorporar ingenieros con trayectoria en las principales compañías del sector— hicieron que Rebellions ganara fama en Corea del Sur como "el cohete al que todos quieren unirse", asegura Kim.

Pese a ser un país relativamente pequeño, con unos 50 millones de habitantes, Corea del Sur concentra un enorme caudal de talento especializado en semiconductores. Allí operan dos de los mayores fabricantes mundiales de chips de memoria: SK Hynix, propiedad de Chey, y Samsung Electronics, dirigida por Jay Y. Lee (número 2 en el ranking de los más ricos del país). También están presentes actores clave del sector como Hanmi Semiconductor, que fabrica equipos y pertenece a Kwak Dong Shin (número 22), y Soulbrain, productora de insumos químicos fundada por Chung Ji-wan.

Las políticas públicas de apoyo también jugaron un rol importante en el desarrollo de este ecosistema tecnológico, donde conviven grandes conglomerados y startups. Por ejemplo, el principal cliente de Soulbrain es Samsung, mientras que Hanmi provee sus equipos a SK Hynix.

A principios de 2026, Rebellions iniciará la producción en masa de su chip homónimo Rebel, diseñado para utilizar menos energía para ejecutar modelos de IA.Jae-hyun Kim para Forbes Asia.

 

Los semiconductores son el principal producto de exportación de Corea del Sur, una economía profundamente ligada al comercio exterior. Representan cerca del 20 % de los US$ 684.000 millones que el país exporta cada año. Dentro de ese total, el mercado estadounidense concentra el 19 %. Aunque, por ahora, los chips quedaron exentos de los recortes arancelarios aplicados por el presidente Donald Trump, no están del todo a salvo. Muchos de estos semiconductores se integran en productos como los servidores de inteligencia artificial, que podrían quedar alcanzados por nuevos aranceles de importación en Estados Unidos.

Park se graduó en 2006 en el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología Avanzada (KAIST) y se mudó a Estados Unidos para seguir formándose en ingeniería eléctrica e informática en el MIT. Esa experiencia lo llevó a trabajar en Intel, Samsung Mobile y Starlink —la firma de Elon Musk—, donde se desempeñó como ingeniero de diseño de chips. En 2018, se sumó a Morgan Stanley en Nueva York. Allí, mientras trabajaba en el desarrollo de modelos cuantitativos para el sistema de negociación de alta frecuencia del banco, se dio cuenta de que las órdenes bursátiles podían ejecutarse aún más rápido si las máquinas estuvieran equipadas con chips diseñados a medida.

Dos años después, volvió a Corea del Sur para fundar Rebellions junto con Jinwook Oh, exalumno de KAIST y exdiseñador principal del laboratorio de investigación de IBM en Nueva York, quien asumió el cargo de director de tecnología. Con 5.500 millones de wones en financiamiento inicial de inversores como Kakao Ventures, construyeron su primer prototipo, el chip Ion, en 2021. A partir de ese avance, lanzaron en 2023 su primera línea comercial de inteligencia artificial: la serie Atom, una propuesta de bajo consumo que se presentó como una opción más económica para los centros de datos.

Otro frente donde Rebellions busca destacarse es en ofrecer una solución completa, más allá de vender solo los chips, según explica Park. "Una lección que aprendí de nuestros clientes es que buscan un servicio de hardware llave en mano", cuenta. "Simplemente conectar y listo", remarca. Cuando una empresa hiperescaladora adquiere chips de inteligencia artificial, su instalación exige conocimientos técnicos específicos, habilidades que no abundan, señala Park. La mayoría de las compañías del rubro evita ir más allá del hardware para no comprometer sus márgenes brutos.

En noviembre, Rebellions cerró una alianza con el fabricante taiwanés Pegatron para desarrollar servidores de inteligencia artificial equipados con el chip Rebel. Luego, en marzo, anunció una colaboración con Penguin Solutions —empresa con sede en California— para ayudar a los clientes a conectar o configurar clústeres de chips dentro de su infraestructura de servidores. "Los diseñadores de chips de IA no quieren asociarse con otros para evitar compartir beneficios y mantener márgenes altos", plantea Park. "Pero a mí me encanta compartir", añade, "porque el mercado es cada vez más grande", concluye.

El desafío principal sigue siendo abrirse camino entre nuevos clientes internacionales. En agosto pasado, Park logró su primer acuerdo con Saudi Aramco para suministrar chips de IA a sus centros de datos. Un mes antes, la división de capital de riesgo de la petrolera, Wa'ed Ventures, había invertido US$ 15 millones en Rebellions, su primera apuesta en Corea del Sur. Hacia fin de año, Park ya había asegurado pedidos en Estados Unidos, Japón y Tailandia.

Una salida a bolsa en 2026 también está en carpeta, aunque eso dependerá del nivel de ventas de este año, anticipa el CEO.

Yoo Hoi-jun, decano de la Escuela de Posgrado en Semiconductores de IA del KAIST, se muestra optimista. Según escribió por correo electrónico, Rebellions está haciendo punta en el desarrollo de memoria de alta velocidad y en la optimización de inteligencia artificial. Dentro del ecosistema global de la IA, "lo consideran uno de los nombres más prometedores en el sector de los chips", asegura.

*Con información de Forbes US.