Según publicó el Wall Street Journal este martes, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, consume la droga psicodélica ketamina,
Musk toma ketamina en pequeñas dosis para tratar la depresión y utiliza dosis más altas de la droga en eventos sociales, según el Journal, citando fuentes no identificadas que vieron al CEO de Tesla consumirla o que fueron anoticiadas por el propio Musk.
En un tuit poco después de la publicación del artículo, Musk afirmó que "la ketamina tomada ocasionalmente es una mejor opción" que la medicación tradicional para la depresión, citando la experiencia de “amigos.” Musk también despotricó contra "zombificar a la gente con ISRS", en referencia a los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, la clase de fármacos más recetados para esta enfermedad mental.
La Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó una versión inhalable de la ketamina para la depresión resistente al tratamiento en 2019, citando ensayos clínicos favorables, pero el uso recreativo de la ketamina es ilegal, y la aprobación de la FDA requería que los pacientes utilizaran el fármaco en presencia de un trabajador sanitario debido al potencial de abuso.
El uso principal de la droga es como anestésico para animales y humanos, pero también puede inducir alucinaciones en dosis más bajas.
ElJournal informó el martes que Musk no es el único entre los multimillonarios de la tecnología que se adentron en los psicodélicos: El cofundador de Google, Sergey Brin, supuestamente consume setas de psilocibina, legales sólo en Colorado y Oregón.
Antecedentes clave
La curiosidad de Musk por el funcionamiento del cerebro humano y el cuestionamiento de las prácticas médicas aceptadas no son nada nuevo: el multimillonario es propietario de la startup de implantes cerebrales humanos Neuralink, y ha hurgado regularmente en las opiniones médicas consensuadas, como la necesidad de las vacunas Covid-19.
El hombre de 51 años fumó marihuana durante una aparición en 2018 en el podcast Joe Rogan Experience, en un momento muy comentado.
Musk ha hecho bromas con frecuencia sobre las drogas, tuiteando el pasado abril "Lo siguiente que voy a hacer es comprar Coca-Cola para volver a poner la cocaína", poco después de llegar a un acuerdo para comprar Twitter, y a menudo alude en broma a la asociación del número 420 con la marihuana, incluso en los tribunales.
Musk es el hombre más rico del mundo, con una fortuna de 230.000 millones de dólares, superando por poco al magnate francés del lujo Bernard Arnault. Brin es la undécima persona más rica del planeta con un patrimonio de 96.000 millones de dólares.
¿Qué es y para qué sirve ketamina?
(Centre Informació Del Medicament de Barcelona)
La ketamina es un fármaco anestésico clásico escasamente utilizado en la actualidad para inducir o mantener anestesia, pero con una creciente indicación como analgésico para el tratamiento del dolor agudo y crónico.
Ahora que se está extendiendo el círculo de consumo de productos que contienen ketamina, es importante resaltar su peligrosidad.
- La ketamina tiene un elevado potencial alucinógeno.
La sustancia inhalada (llamada también Special K) es un anestésico para animales, que cuando se inhala produce:
- Alteración de la conciencia.
- Efecto disociativo (parece que la mente se separe del cuerpo).
- Alucinaciones.
- Ataques de pánico.
- Episodios psicóticos.
- Paradas cardiorespiratorias.
- Convulsiones, vómitos y diarrea.
Aunque su consumo es siempre nocivo, está especialmente contraindicado en casos de:
- Alcoholismo.
- Insuficiencia cardiaca.
- Hipertensión arterial.
- Asma.
- Epilepsia.
Los efectos de la ketamina aparecen poco tiempo después de ingerirla, a partir de 15 o 20 minutos aproximadamente. Se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina.
La duración de los efectos depende de la dosis consumida. Pueden durar de 15 minutos a 2 o 3 horas, pero la recuperación total del cuerpo no es efectiva hasta 1 o 2 días después.
Los efectos están muy relacionados con la persona que la consume. Hay diferencias individuales que hacen que no se puedan predecir nunca los efectos que manifestará el consumidor.
Se puede considerar sobredosis a partir de los 60 o 70 mg, pero esto siempre es aproximativo, porque no se puede conocer nunca la pureza de esta droga, ya que generalmente está adulterada con otras sustancias.
Como se trata de un analgésico, la persona que está bajo sus efectos no tiene sensación de dolor. Por eso quien la consume puede herirse de importancia y ni notarlo.
La persona que ha consumido ketamina puede quedar en estado de inconsciencia, y es mejor no darle estímulos ni visuales, ni táctiles, que incrementarán los síntomas negativos.
La ketamina produce dependencia psicológica y, a la larga, física.
También produce tolerancia, es decir, que el individuo tiene que ir aumentando la dosis para conseguir los mismos efectos.
A corto plazo puede tener efectos graves imprevisibles, y a la larga, efectos cerebrales irreversibles.