Este lunes, Elon Musk subió al estrado para defender la adquisición de SolarCity frente a una demanda de varios de los accionistas de Tesla, que buscan recuperar los US$ 2.600 millones que la empresa pagó por el atribulado fabricante de paneles solares.
El multimillonario negó que el acuerdo fuera un rescate de la compañía, tal y como aseguran quienes lo acusan Por otro lado, dijo que “como fue una transacción de acción por acción y yo tenía un porcentaje casi exactamente igual en ambas, no hubo ganancia financiera”.
La demanda de un grupo de fondos de pensiones y gestores de activos afirma que el célebre presidente ejecutivo presionó al consejo de administración de Tesla para que usara el dinero de la empresa en la operación en acciones de SolarCity, que se estaba quedando sin efectivo.
Los accionistas pidieron al tribunal que ordene a Musk, una de las personas más ricas del mundo, que devuelva a Tesla lo que gastó en la operación, lo que representaría una de las mayores sentencias jamás dictadas contra un individuo. Sin embargo, incluso si el juez considera que el acuerdo fue injusto, podría conceder una cantidad indemnización por daños mucho menor.
Qué hay detrás
Musk poseía entonces una participación del 22% tanto en Tesla como en SolarCity, fundada por sus primos, y algunos accionistas de Tesla denunciaron que el negocio tenía como objetivo rescatar la inversión de Musk en la empresa de paneles solares.
En el inicio de un juicio de dos semanas en Wilmington, Musk, vestido con un traje oscuro, camisa blanca y una corbata oscura ligeramente torcida, testificó que ha intentado “con mucho esfuerzo no ser el CEO de Tesla”, pero que tuvo que hacerlo porque francamente Tesla sino moriría.
La demanda acusa a Musk de controlar las discusiones del directorio, de presionar a Tesla para que pague más por SolarCity y de engañar a los accionistas sobre el deterioro de la salud financiera de la compañía.
Musk dijo al tribunal que el directorio de Tesla manejó el acuerdo de SolarCity y que él no formó parte del comité del directorio que negoció los términos. “Ni siquiera sé lo que pasó”, declaró.
El CEO de Tesla respondió con calma durante el interrogatorio del abogado de los accionistas Randall Baron, pero las preguntas de Baron de sí o no a menudo provocaron respuestas largas y serpenteantes. En un momento dado, Musk llamó al abogado “un mal ser humano”.
Baron le preguntó si la junta directiva había examinado el título de “tecnorey”, que se dio a sí mismo en marzo. “Generó un montón de prensa gratuita y Tesla no hace publicidad y es útil para las ventas en general”, dijo. Calificó el título como una broma: “Creo que soy gracioso”.