El gobierno del Reino Unido sancionó el jueves al multimillonario ruso Roman Abramovich, congelando todos sus activos, incluido el club de fútbol de la Premier League inglesa Chelsea, como parte de un esfuerzo de sanciones más amplio que apunta a los activos propiedad de varios oligarcas rusos con estrechos vínculos con el régimen de Vladimir Putin.
Según una notificación emitida por la Oficina de Implementación de Sanciones Financieras del Tesoro, Abramovich ha sido objeto de ataques por su asociación con Putin y su gobierno.
En un comunicado anunciando las sanciones, el gobierno del Reino Unido dijo que publicó una licencia especial para permitir que Chelsea continúe jugando partidos y participe en otras actividades relacionadas con el fútbol.
El gobierno revisará constantemente esta licencia, que solo permite ciertas "acciones con nombres explícitos", para garantizar que Abramovich no pueda eludir las sanciones del Reino Unido.
El propietario del Chelsea Football Club es uno de los siete multimillonarios rusos de alto perfil objeto de las sanciones del jueves, incluido el director ejecutivo de Rosneft, Igor Sechin, Oleg Deripaska, de En+ Group, el presidente de VTB Bank, Andrey Kostin, y el director ejecutivo de Gazprom, Alexei Miller, entre otros.
La declaración del gobierno también señaló que una nueva Ley de Delitos Económicos entrará en vigor la próxima semana y simplificará significativamente el proceso de imposición de sanciones.
En total, la lista actualizada de sanciones del Reino Unido incluye a 65 personas y entidades vinculadas al gobierno ruso.
Cita crucial
Al anunciar las sanciones, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo: No puede haber refugios seguros para aquellos que han apoyado el brutal ataque de Putin contra Ucrania? Seremos despiadados al perseguir a quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos.
Antecedentes clave
A principios de este mes, Abramovich anunció planes para vender el Chelsea FC en medio de la presión política del gobierno británico debido a sus estrechos vínculos con Putin. En ese momento, Abramovich indicó que las ganancias de la venta se donarían a las víctimas de la guerra de Rusia contra Ucrania. The Guardian informó más tarde que la donación no estaría destinada únicamente a los ucranianos y que también podría destinarse a los soldados rusos involucrados en la invasión y sus familias.