En los últimos tiempos, Elon Musk y Sam Bankman-Fried estuvieron en boca de todos. El primer empresario, por sus idas y vueltas con la red social Twitter; el segundo, por su estafa con FTX. Y en medio de los escándalos, Paul Krugman, ganador de un Premio Nobel de Economía, arremetió contra los dos.
En un artículo de opinión publicado en The New York Times, el economista, premiado en 2008 por sus contribuciones a la Nueva Teoría del Comercio y la Nueva Geografía Económica, mencionó que tanto Musk como Bankman-Fried son la prueba viviente de que el mundo se encuentra en la era de los oligarcas mezquinos.
Los muy privilegiados están rodeados de gente que nunca se atrevería a decirles que se están portando mal. Por eso no me escandaliza el espectáculo de la autoinmolación reputacional de Elon Musk, señaló el especialista, quien agregó que la pregunta más interesante es por qué ahora estamos gobernados por gente así.
Posteriormente, expresó que muchos de los superricos, que solían ser una clase reservada, se han convertido en celebridades. Pero las grandes fortunas conseguidas en el sector de las tecnologías de la información han convertido esta narrativa en un culto en toda regla, con aspirantes a Steve Jobs por todas partes, aseveró.
De acuerdo a Krugman, el mismo mal recae sobre el fundador de FTX, que actualmente se encuentra al borde de la cárcel, lo que podría significar que el atractivo del genio emprendedor se está evaporando.
Musk y Bankman-Fried pueden acabar haciendo un servicio público, empañando la leyenda del genio emprendedor, que ha hecho mucho daño, dijo.
Y concluyó: Por ahora, sin embargo, las payasadas de Musk en Twitter están degradando lo que se había convertido en un recurso útil, un lugar al que algunos de nosotros acudíamos en busca de información de personas que realmente sabían de lo que estaban hablando. Y un final feliz para esta historia parece cada vez más improbable.