Taylor Swift acaba de ser nombrada multimillonaria por Forbes, con un patrimonio estimado de 1.100 millones de dólares. La gira "Eras" de la cantante de 33 años se convirtió en un fenómeno financiero, con 780 millones de dólares sólo por la venta de entradas, lo que convierte a Swift en la primera músico que alcanza el estatus de multimillonaria exclusivamente gracias a su música y sus actuaciones en directo.
El camino del interés compuesto
Sin embargo, hay un camino menos conocido que Swift podría haber seguido para alcanzar la marca de los mil millones de dólares: el interés compuesto. Tras su primera gira como cabeza de cartel en 2009, Swift, que ya era la solista más vendedora de 2008 con su álbum "Fearless", ganó unos impresionantes 18 millones de dólares.
Si Swift hubiera optado por invertir esa suma en el índice bursátil diversificado, podría acercarse potencialmente a la marca de los mil millones de dólares en 2048, simplemente por el efecto compuesto. De 2009 a 2023, el índice S&P 500, con los dividendos reinvertidos, obtuvo una rentabilidad media anual del 14,11%. Los 18 millones de dólares de beneficios de Swift en 2009 valdrían hoy 114 millones de dólares, únicamente por el rendimiento del S&P 500.
El interés compuesto es a menudo aclamado como una de las maravillas del mundo financiero, destacando dos verdades: cuanto antes se empieza, más tiempo trabaja a su favor, y nunca es demasiado tarde para empezar. Este principio sostiene que ninguna cantidad inicial es demasiado trivial para crecer, dado el tiempo suficiente y la magia de la capitalización.
Al igual que Taylor Swift, la leyenda de la NBA Earvin "Magic" Johnson fue recientemente nombrado multimillonario por Forbes, con un patrimonio neto estimado de 1.200 millones de dólares.
A muchos va a sorprender que, a lo largo de su ilustre carrera, Johnson sólo ganó 40 millones de dólares (en cambio, la actual superestrella de la NBA, Steph Curry, ganará 48 millones sólo este año). Johnson retiró sus zapatillas Converse hace 27 años, pero si hubiera canalizado sus ganancias de la NBA exclusivamente en inversiones en el S&P 500, esa suma habría ascendido hoy a más de 500 millones de dólares.
¿Por dónde estuvo Johnson?
Las aventuras empresariales de Johnson, entre las que se incluyen Starbucks, franquicias deportivas y otros ganadores, demostraron ser igualmente lucrativas, produciendo sustanciosos rendimientos. Curiosamente, en Converse, Johnson eligió un acuerdo de 100.000 dólares anuales frente a Nike, un entonces emergente fabricante de calzado, cuyas acciones incluidas están valoradas ahora en más de 5.000 millones de dólares.
El legendario inversor Peter Lynch señaló: "Hice la mayor parte de mi dinero en una empresa en cinco o siete años, no en cinco días o siete meses". La conclusión es que el camino hacia la creación de una gran riqueza no es exclusivo de los que tienen singles de éxito o giras que baten récords. A veces, está pavimentado con el crecimiento tranquilo y constante del interés compuesto y la paciencia de un inversor disciplinado.
Las trayectorias reales de Swift y Johnson hacia la riqueza fueron mucho más diversas y dinámicas. No obstante, esta inversión hipotética ilustra un principio fundamental: cómo la inversión temprana y coherente, unida al rendimiento histórico del mercado, puede ser una poderosa estrategia de creación de riqueza tanto para el artista como para el inversor.
*Con información de Forbes US
