Por Samantha Sharf
Adam Neumann apareció a principios de año en la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo, con un patrimonio neto de US$ 4.100 millones. Forbes está reduciendo hoy la estimación de su riqueza a un máximo de US$ 600 millones, un 85% menos. En el medio, su renuncia. WeWork declinó hacer comentarios para este artículo y Neumann tampoco se pronunció al respecto.
La rápida caída del cofundador de WeWork de las filas multimillonarias es el resultado de la incapacidad de la empresa de coworking para completar una oferta pública inicial, retirando su plan 47 días después de publicar oficialmente una declaración de oferta presentada ante la Comisión de Bolsa y Valores. Neumann se vio obligado a renunciar como CEO en medio de la reacción tan violenta, pero aún posee una participación estimada del 18% en la compañía, que lleva nueve años en el mercado.
Neumann apareció por primera vez en la Lista Forbes de multimillonarios del mundo de en 2016 con un patrimonio neto estimado de US$ 1.500. Tenía 36 años y los inversionistas privados acababan de avaluar a WeWork en más de US$ 10.000 millones. En los tres años que siguieron, el gigante japonés de telecomunicaciones SoftBank invirtió miles de millones más en la compañía de Nueva York, en múltiples rondas de financiación, y finalmente llegó a un tope máximo en su precio, alcanzado US$ 47.000 millones en enero.
“Le dije a Adam que no se sintiera orgulloso de que WeWork creciera orgánicamente sin una gran fuerza de ventas o que gastara mucho dinero en marketing”, dijo el jefe de Softbank, Masayoshi Son, a Forbes después de la primera inversión de esta empresa en 2017. “Hazlo diez veces más grande que tu plan original. Si piensa de esa manera, la valoración es barata . Añadió:” Puede valer unos cientos de miles de millones de dólares”.
La renuncia de Neumann tuvo lugar después de que se hizo evidente que los inversores del mercado público no estaban tan enamorados de Neumann como Masa Son y no creían que The We Company, como ahora se le llama, valía tanto como lo hizo Son.
Hay buenas razones para sentirse así. Las solicitudes de salida a bolsa indican que tenemos suficiente efectivo para seguir operando hasta mediados del próximo año. Sin una gran infusión de capital, como habría proporcionado una OPV (Oferta Pública de Venta), o una reducción sustancial de los costos, los dos nuevos copresidentes ejecutivos podrían verse obligados a declararse en bancarrota, según varios analistas.
La ruta hacia el dinero
“Necesitan llegar a un lugar donde sus ubicaciones puedan generar ingresos reales”, dice Laura Kozelouzek, fundadora y directora ejecutiva de Quest Workspaces, que opera una docena de ubicaciones de trabajo conjunto en Nueva York y Florida. “Reducir es útil, al igual que vender el avión corporativo, pero en este momento, si el mercado baja de alguna manera, y espero que lo haga, no podrán salir del agujero en el que están”.
Tal como está, Forbes ahora estima que We Co. tiene un valor máximo de US$ 2.800. Esa valoración se basa en un múltiplo de los ingresos de la compañía que es consistente con el competidor que cotiza en bolsa, IWG; dadas las repentinas ventas de activos y la posible contracción del flujo de caja, Forbes aplicó un descuento al precio/múltiplo de ventas para IWG al calcular el valor estimado de We Co, que tuvo una pérdida neta de 1,400 mdd en el primer semestre de este año.
“Nadie volverá a creer que tener una aplicación para reservar una conferencia te convierte en una empresa de tecnología”, dice Scott Galloway, profesor de marketing en la NYU Stern School of Business y un crítico abierto de WeWork. Y agrega: “Si los nuevos co-CEOs vuelven con un plan duro pero factible, anuncian un nuevo capital de SoftBank, esta podría ser una compañía en la que, yo diría, 5 a 10,000 mdd, si se ejecutan perfectamente. “Hasta entonces”, dice. “Esto realmente podría ponerse muy feo, y muy rápido para mucha gente”.
Los números
Nuestra estimación de la riqueza de Neumann se basa en su participación en We Co., más un estimado de US$ 500 millones en ventas de acciones, menos US$ 380 millones que debe en una línea de crédito, que se detalla en la declaración de oferta pública de la compañía. La presentación también muestra que Neumann vendió por última vez acciones en la compañía en octubre de 2017 y que el 15% del valor de sus ventas pasadas ha sido donado a organizaciones benéficas.
Estimamos que la participación del cofundador, Miguel McKelvey, ahora vale 400 mdd, por debajo de un máximo de 2,900 mdd en marzo. Sin embargo, no está claro si, como Neumann, McKelvey vendió acciones en rondas de financiación anteriores. Si lo hiciera, podría valer más.