Hoy, 4 de diciembre, Eduardo Eurnekian celebra 92 años con una fortuna que lo mantiene en el sexto puesto del ranking de Forbes de los más ricos de la Argentina. Su patrimonio actual, de 3.500 millones de dólares, representa un importante ascenso desde los 1.100 millones de 2020. Sin dudas, la historia del empresario de origen armenio está marcada por su perseverancia y reinvención. Desde su inicio en la industria textil hasta convertirse en uno de los mayores operadores aeroportuarios del mundo, Eurnekian construyó un verdadero imperio a través del grupo económico que hoy lidera, Corporación América, que abarca una diversidad de sectores: telecomunicaciones, agricultura, tecnología y servicios financieros.
Los primeros pasos de Eurnekian como empresario fueron dentro de la industria textil. En ese entonces, era ajeno al universo de los aeropuertos. Su familia, de origen armenio, tenía una fábrica textil que alcanzó su auge en la década de 1970, cuando logró la representación de la marca deportiva Puma en Argentina. Sin embargo, en 1981, debido a la crisis económica generada por las políticas de la dictadura, la empresa familiar colapsó y dejó a Eduardo con la necesidad de buscar nuevos horizontes.
En esos años vino el primer giro importante de su carrera. Fue a principios de los 80 cuando decidió incursionar en el negocio de la televisión por cable, un sector entonces en expansión. En 1984, adquirió Cablevisión, una pequeña empresa ubicada en Vicente López, con un crédito del Banco Nacional de Desarrollo. La compañía creció rápidamente y, en poco tiempo, se transformó en el operador de cable más importante de la Argentina.
La expansión de Cablevisión y la venta estratégica
Durante los años 90, Cablevisión alcanzó más de 400.000 abonados y una facturación de 200 millones de dólares anuales. El auge del cable se produjo en un contexto en el que el gobierno permitió la transmisión de señales satelitales. Esto multiplicó la oferta de canales y aceleró el crecimiento de los abonados.
Sin embargo, a pesar de este éxito, Eurnekian, a través de su grupo Corporación América, optó por vender el 51% de la compañía en 1995 a la multinacional Tele Communications International (TCI) por 285 millones de dólares. La desregulación del mercado de telecomunicaciones, que permitiría a las empresas de cable ofrecer nuevos servicios como telefonía e internet, impulsó esta venta. Eurnekian entendió que para competir con gigantes como Telefónica y Telecom necesitaba asociarse con un jugador global que trajera capital y tecnología avanzada. Así, dio un paso estratégico hacia su diversificación.
Además de Cablevisión, Eurnekian incursionó en otros medios de comunicación, como la adquisición del Canal 2 de La Plata, que luego trasladó a Buenos Aires, y la compra de El Cronista Comercial y las radios América y Aspen. También fundó la productora Pramer. Sin embargo, a principios de los 2000 decidió desprenderse de estos activos. De hecho, la venta de El Cronista al Grupo Recoletos por más de 700 millones de dólares destacó otras las operaciones más cuantiosas, beneficiándose de la exención impositiva que existía entonces sobre la venta de acciones.
El salto al sector aeroportuario
Con la venta de Cablevisión, el grupo comenzó a volcarse de lleno al negocio de los aeropuertos. En 1998, el gobierno de Carlos Menem privatizó 33 aeropuertos en Argentina, y Eurnekian fue parte del consorcio que se adjudicó la concesión de Aeropuertos Argentina 2000 (ahora Aeropuertos Argentina), con un 35% de participación. La privatización le permitió acceder a un sector con un crecimiento sostenido. De hecho, convirtiéndose en uno de los mayores operadores privados de aeropuertos a nivel mundial. A día de hoy, su grupo gestiona 33 aeropuertos en Argentina y tiene presencia en Italia, Brasil, Perú, Ecuador y Armenia.
Además de la gestión de los aeropuertos, el grupo de Eurnekian diversificó su actividad dentro del sector. Durante los 90 y 2000, adquirió varias aerolíneas como LAPA, Southern Winds y Aerovip, pero rápidamente se desprendió de ellas. La estrategia fue centrarse exclusivamente en los aeropuertos, lo que permitió a su grupo crear una estructura que abarca una vasta gama de servicios relacionados: transporte, logística, comercios, publicidad y servicios de limpieza en los aeropuertos.
La diversificación hacia nuevos sectores
Sin dudas, la diversificación fue una estrategia clave para el Grupo Eurnekian. A lo largo de los años, además de los aeropuertos, expandió sus inversiones hacia una variedad de sectores. En la agricultura, el Grupo Eurnekian posee más de 100.000 hectáreas en varias provincias argentinas, dedicadas a la ganadería y al cultivo de cereales, oleaginosas y viñedos. También, a través de Unitec Bio, invirtió más de 70 millones de dólares en la producción de biodiesel.
En tecnología, su grupo estuvo involucrado en la producción de chips a través de Unitec Blue, aunque este proyecto se vio empañado por conflictos familiares. El sobrino de Eurnekian, Matías Gainza, se distanció de él tras desacuerdos en la gestión de la planta ubicada en Chascomús.
Además, en los últimos años, Eurnekian dio pasos hacia el sector financiero, con la creación de Wilobank, un banco digital que forma parte de su estrategia de diversificación hacia servicios financieros.
Pero el Grupo Eurnekian no se conforma con lo logrado hasta ahora y sigue explorando nuevas oportunidades en sectores estratégicos. Recientemente, hizo una incursión importante en el mundo de la minería, con un acuerdo firmado con la canadiense Blue Sky Uranium Corp y su filial argentina Minera Cielo Azul S.A.. El objetivo: el proyecto Ivana, un yacimiento de uranio y vanadio ubicado en la provincia de Río Negro.
Este yacimiento, que abarca un área de nada menos que 300.000 hectáreas, promete ser una de las apuestas más ambiciosas del grupo. El proyecto tiene una vida útil estimada de 11 años, y la inversión inicial se calcula en unos 160 millones de dólares que Eurnekian prevé desembolsar en los próximos tres años.
Este contrato, de tipo earn-in, permite a Corporación América tomar una participación mayoritaria de hasta el 80% en el proyecto si se cumplen ciertas condiciones. En pocas palabras, esta no es una apuesta pequeña. El grupo está dispuesto a sumergirse de lleno en un sector con altísimo potencial, como lo es la minería del uranio, un recurso clave en la producción de energía nuclear, que cada vez cobra mayor relevancia a nivel global.
Este movimiento hacia el uranio se inscribe dentro del desarrollo del proyecto "Amarillo Grande", cuyo nombre no solo es una referencia geográfica, sino también un reflejo de la ambición que el Grupo Eurnekian tiene para este tipo de inversiones. En un contexto internacional donde la energía nuclear y la minería de uranio están en expansión, la apuesta de Eurnekian por este sector es una clara señal de su intención de posicionarse en industrias de futuro.
La presencia internacional y la proyección a futuro
En la actualidad, es el mayor operador privado de concesiones aeroportuarias a nivel global, con 52 aeropuertos en siete países. Además, la concesión de Aeropuertos Argentina 2000 fue extendida hasta 2038, lo que garantiza una fuente de ingresos sólida y constante para su grupo.
Además, la familia Eurnekian es titular de la fundación Southern Cone Foundation, radicada en Liechtenstein, que a su vez controla la sociedad Liska Investment Corporation en las Islas Vírgenes Británicas. Esta última es matriz de aproximadamente cinco subsidiarias, que terminan consolidándose en los grandes holdings Corporación América Airports SA, con sede en Luxemburgo y responsable de la gestión aeroportuaria en múltiples países, y Latin Exploration SLU, una sociedad española que lidera un conjunto diversificado de empresas energéticas en toda América Latina.
Además, fuera del ámbito de Southern Cone Foundation, la familia posee dos subsidiarias en los Estados Unidos, Advanced Global Investments LTD y Advanced Global Investments LLC, desde las cuales gestionan inversiones financieras en Armenia y Argentina. Esta estructura les permite abarcar una amplia gama de sectores y regiones, destacándose como uno de los grupos empresariales más diversificados de la región.
Cuál es el vínculo de Eduardo Eurnekian y Javier Milei
La historia de la relación entre Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios más influyentes de Argentina, y Javier Milei, actual presidente de la Nación, es la crónica de un vínculo que comenzó en los pasillos de Corporación América y que, a lo largo de los años, evolucionó a medida que ambos transitaban el mundo de los negocios y la política.
El origen de la relación entre ambos se remonta a hace más de dos décadas, cuando Milei, aún un economista de perfil bajo, comenzó a realizar análisis para el Grupo. A pesar de las diferencias de edad y trayectoria, la conexión entre los dos fue inmediata. Según relatan varios testigos de aquellos primeros encuentros, Eurnekian siempre valoró las opiniones de Milei, pero sin renunciar jamás al control total de los hilos de la empresa.
A pesar de la química intelectual, el empresario no dudaba en ponerle límites. Los roles estaban bien marcados: Eurnekian como líder y Milei como un asesor de lujo con una visión económica que, aunque a veces parecía desbordante de entusiasmo, era profundamente valorada.
A lo largo de los años, el vínculo entre ambos fue más allá de las reuniones laborales. Eduardo Eurnekian invitaba a Milei a cenas familiares y a encuentros sociales donde el economista, siempre carismático y polémico, deslumbraba con sus conocimientos.
A pesar de que Milei nunca dejó de ser un colaborador de Eurnekian, su perfil iba creciendo, y la relación, aunque cercana, comenzó a despegarse del plano puramente laboral. El economista, entonces, comenzaba a pensar en términos políticos, y su vinculación con Eurnekian pasó a ser, también, un puente hacia otros empresarios influyentes del país.
En los últimos tiempos, hubo ciertos cortocircuitos entre Eurnekian a Milei. Al menos, públicamente. El punto de inflexión ocurrió durante un evento del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), en el que Eurnekian, al ser consultado sobre su relación con Milei, no dudó en lanzar un comentario que, aunque en tono de broma, dejó entrever un distanciamiento claro.
"Tengo 3.700 ñatos que trabajan para la empresa. Uno salió fallado, ¿qué querés que haga?", dijo Eurnekian. Si bien el empresario aclaró más tarde que no utilizaba la palabra "fallado" con una connotación negativa, la referencia a Milei como un "excepcional" trabajador que "buscó la presidencia" evidenció el tono distendido pero cortante de su crítica.
Cuando Milei fue consultado sobre las declaraciones de su ex jefe, su respuesta fue breve y con un toque de humor nervioso. "Tiene razón, dejé el sector privado para... Me parece un chiste divertido", dijo, aludiendo a su decisión de ingresar a la política y dejar atrás su carrera como economista en el ámbito privado.
Uno de los momentos de mayor tensión se produjo en septiembre, cuando Eurnekian arremetió contra Milei por sus opiniones sobre el papa Francisco. El economista libertario, conocido por sus controversiales declaraciones, había hecho comentarios fuertemente críticos hacia el Papa, lo que desató la respuesta pública de Eurnekian, quien consideró que "no está a la altura para juzgar ni para opinar sobre el Papa".
Más allá de las diferencias ideológicas y las tensiones en torno a los temas internacionales, la crítica de Eurnekian hacia el presidente Milei llegó a un punto culminante cuando, en un tono mucho más directo, le pidió al presidente que "se ponga las bolas y dirija el país". Este comentario fue realizado luego de un encuentro en el Hotel Alvear, donde Milei había exhortado a los empresarios a invertir y comprometerse con el país. Ante la pregunta de un periodista, Eurnekian, provocador, respondió: "Si me pide a mí que invierta, decile que yo digo que ponga las bolas".
La relación entre Eduardo Eurnekian y Javier Milei pasó por distintas etapas. Sin embargo, a pesar de las críticas y los reproches, no parece que este distanciamiento haya llegado al punto de ruptura. De hecho, el empresario tiene fe en que el actual Presidente pueda revertir las cosas. "De economía entiende, y realmente entiende. Dejémoslo un poco, porque mal no nos va", pidió.