Este lunes 27 de enero falleció Enrique Eskenazi, fundador del Grupo Petersen y figura clave del empresariado argentino. Reconocido a nivel local por su trayectoria, tenía 99 y dejó una fuerte marca en sectores clave de la economía nacional, desde la construcción hasta la banca y la energía.
Nacido el 4 de agosto de 1924, Eskenazi fue ingeniero químico y comenzó su carrera profesional en la emblemática compañía Bunge y Born. En la década de 1980, dio un giro decisivo al ingresar a la constructora Petersen, Thiele & Cruz, que posteriormente adquirió. Bajo su liderazgo, la empresa diversificó sus operaciones y se convirtió en un actor relevante en múltiples rubros.
Durante los años 90, el Grupo Petersen marcó un hito al participar en las privatizaciones de bancos provinciales, logrando el control del Banco de Santa Fe (93,39%), Banco Entre Ríos (64,42%), Banco San Juan (70,14%) y Banco Santa Cruz (51%), este último durante el gobierno de Néstor Kirchner. Además, el grupo incursionó en el sector financiero con la fintech Plus Pagos y en el ámbito agroindustrial, gestionando unas 10.000 hectáreas en San Juan a través de su empresa Santa Sylvia.
Un momento destacado de su trayectoria fue el acuerdo alcanzado en 2007 con Repsol, mediante el cual adquirieron el 14,9% de YPF por un compromiso de pago de US$ 2.235 millones, con un desembolso inicial de menos de USD 35 millones. En 2011, sumaron un 10% adicional, pero la historia dio un giro en 2012 cuando el gobierno argentino estatizó la petrolera. Años más tarde, en 2023, un fallo judicial condenó a Argentina a pagar US$ 16.000 millones por la expropiación. Sin embargo, el Grupo Petersen afirmó haber vendido sus derechos de litigio a Burford Capital en 2015, desvinculándose de cualquier beneficio futuro.
Enrique Eskenazi no solo se destacó por su habilidad empresarial, sino también por su compromiso familiar. Estuvo casado con Sylvia Storey y tuvo cinco hijos: Esteban, Ezequiel, Matías, Sebastián y Valeria, quienes participaron activamente en la gestión del grupo.
Según estimaciones de Forbes, la fortuna familiar creció considerablemente en los últimos años, pasando de US$ 490 millones en 2020 a US$ 1.150 millones en 2024, consolidando al Grupo Petersen como un emblema de diversificación y éxito empresarial.