Mientras la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner criticaba desde Ensenada las políticas del Gobierno que ella integra, Martín Guzmán comunicó su renuncia como ministro de Economía. En una carta que publicó en sus redes sociales, el economista, que fue duramente cuestionado durante el último año por el cristinismo, enumeró los que consideró los logros de su gestión y agradeció a Alberto Fernández por la “confianza recibida”.
La decisión de dar un paso al costado la tomó Guzmán antes de que comenzara el discurso de la vicepresidenta en Ensenada, cansado por la oposición dentro del propio Frente de Todos y sabiendo que, con Cristina en su contra, no tenía instrumentos para implementar un programa económico.
Qué dijo en la carta de renuncia
A diferencia de Matías Kulfas, a quien el presidente le pidió la renuncia, el texto de salida de Guzmán fue mesurado, sin acusaciones contra el cristinismo. Pero funcionarios cercanos a él aseguraron que su salida tiene que ver con la interna dentro del Frente de Todos.
“Quiero agradecerle profundamente por confiar en mí y en el equipo que hemos conformado en el Ministerio por estos más de 30 meses de trabajo, los cuales estuvieron marcados por un escenario absolutamente singular”, escribió el ex ministro de Economía.
“Al asumir nuestro gobierno, Argentina se encontraba sumida en una profunda crisis económica, social y de deuda, y a ello se le agregó primero una pandemia global y luego la actual guerra en Ucrania, que han sido profundamente disruptivas del funcionamiento del sistema económico internacional”, agregó.
Mientras Guzmán renunciaba, Cristina insistía "con la lapicera"
La demora en la segmentación de tarifas, las críticas constantes del kirchnerismo y la corrida cambiaria de los bonos en pesos fueron elementos que precipitaron su salida del Palacio de Hacienda.
En cuanto a los desafíos futuros, Guzmán aseguró que “será fundamental continuar fortaleciendo la consistencia macroeconómica, incluyendo a las políticas fiscal, monetaria, de financiamiento, cambiaria y energética, así como la coordinación vía políticas de precios e ingresos, para atacar la problemática inflacionaria que daña al funcionamiento de nuestra economía y lograr continuar recuperando el poder adquisitivo de los ingresos”.