El Gobierno finalmente decidió que pagará este viernes el vencimiento de US$2.700 millones con Fondo Monetario Internacional (FMI) con Derechos Especiales de Giro (DEGs) y yuanes de “libre disponibilidad” en poder del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Fuentes oficiales destacaron ante Forbes Argentina que no se utilizarán reservas netas de la autoridad monetaria, las cuales se encuentran en terreno negativo por cerca de US$2.500 millones según cálculos privados.
La metodología por la cual se cancelará el compromiso se analizó en los últimos días en medio de las negociaciones que mantienen el Ministerio de Economía y el organismo para recalibrar el programa firmado en marzo de 2022 y conseguir un adelanto de desembolsos. Entre las opciones que se barajaron estaban: realizar un pago parcial que implicaba para el país ingresar en una situación de atrasos, que el Tesoro colocara una letra intransferible en dólares a la autoridad monetaria por un monto equivalente al vencimiento o esta última opción que se conoció durante la mañana.
En detalle, el Tesoro le pedirá Adelantos Transitorios en pesos al BCRA por el equivalente a US$2.7000 millones. Con esos recursos se le comprará a la entidad los Degs en su poder, por cerca de US$1.600 millones, y el resto con yuanes de “libre disponibilidad”. Los vencimientos de junio habían sido unificados para este viernes 30, cuando las reservas brutas caerán por debajo de los US$30.000 millones según los últimos datos oficiales disponibles.
Los DEGs funcionan en la práctica como la moneda del Fondo cuyo valor se basa en una canasta de cinco monedas: dólar estadounidense, euro, yuan, yen y libra esterlina. En el caso de los yuanes que enviará Argentina, el organismo deberá buscar quién le venda DEGS a cambio de dicha divisas. Lo más probable, señalaron en Economía, es que China recompre su propia moneda.
Para el país ingresar en atrasos con el FMI implicaba un problema mayúsculo: esa situación impide que el organismo pueda girar nuevos desembolsos. Vale recordar que actualmente el ministro de Economía, Sergio Massa, espera un adelanto de los giros que faltan efectivizar del programa argentino y una mora en las obligaciones significaba un paso hacia atrás en las tratativas.
En ese marco, el poder de fuego del BCRA se encuentra muy comprometido. La consultora Aurum Valores indicó que las reservas netas se encontraban hasta este miércoles en terreno negativo por US$2.500 millones. Mientras, la dinámica de la autoridad monetaria en el mercado de cambios no genera buenas expectativas de cara a un segundo semestre en el que estacionalmente suele haber menor oferta de divisas: acumula ventas por US$650 millones en junio y US$2.772 millones en lo que va de 2023.
Para peor, el país deberá afrontar nuevos compromisos en julio con el FMI por US$2.600 millones y en agosto por otros US$800 millones. Además, el mes que viene vencen US$1.000 millones en concepto de bonos globales de los cuales el 74% se encuentra en manos privadas.
Por otro lado, el ministro de Economía había asegurado este martes que en breve concluirán las negociaciones con el Fondo durante su presentación en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). “Estamos terminando de saldar el semestre, o los dos trimestres, con el Fondo, dejé al equipo trabajando. En las próximas horas se va a conocer públicamente cómo es el programa para los próximos seis meses. La sequía nos costó US$20.000 millones”, afirmó Massa.
