La agencia de calificación de riesgo Moody's sorprendió al mercado al recortar las proyecciones económicas de Estados Unidos de “estables” a “negativas”, principalmente por el creciente déficit fiscal.
En su último reporte, la calificadora dijo que la nota Aaa de la nación a cargo de Joe Biden se volvió negativa por su disminución de la fortaleza fiscal. Específicamente, indicó que “con tasas de interés más altas y sin medidas efectivas de política fiscal para reducir el fasto público o aumentar los ingresos”, los déficits continuarán aumentando, debilitando la asequibilidad de la deuda.
A su vez, Moody's detalló que la “polarización política continua” en el Congreso incrementa el peligro de que los legisladores no puedan ponerse de acuerdo sobre un plan para revertir la situación crediticia.
En tanto, se indicó que este año, por la suba de tasas de la Reserva Federal (Fed) desde el 0% a más del 5%, los rendimientos de los bonos del Tesoro “aumentaron la presión preexistente sobre la asequibilidad de la deuda estadounidense”.
En este contexto, en diálogo con Reuters, William Foster, vicepresidente de Moody's, expresó: “Cualquier tipo de respuesta política significativa que podamos ver ante esta disminución de la fortaleza fiscal probablemente no ocurrirá hasta 2025 debido a la realidad del calendario político del próximo año”.
La determinación de la calificadora surge como consecuencia de la disminución en agosto de la calificación de Estados Unidos de AAA a AA+ por parte de Fitch.
Fitch se convirtió en la segunda empresa de esta clase, después de Standard and Poor's, en rebajar la nota crediticia del país, señalando el deterioro fiscal y las continuas negociaciones en torno al límite de endeudamiento, con dos acuerdos ya cerrados en este año que plantean el riesgo de un cierre del gobierno.
