Moody's, la calificadora de riesgo internacional, se tornó aún más pesimista con las proyecciones sobre el crecimiento de Argentina para 2023 luego del informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Concretamente, ahora se espera que el producto bruto interno (PBI) real del país se contraiga un 1,5% este año, frente a una caída proyectada anterior del 0,5%. Además, se pronostica una inflación del 107%. En 2024, los precios subirían a un ritmo del 100% y la economía se expandiría un 1,8%.
El 29 de marzo, el INDEC anunció que la actividad económica en enero de 2023 se expandió un 2,9% interanual, poniendo fin a cuatro resultados mensuales negativos consecutivos. A pesar de los resultados de enero, a partir de febrero es probable que la economía comience a sentir los efectos de la severa sequía que afecta al país, mencionó Moody's al inicio de su estudio.
Las perspectivas para la producción agrícola se han deteriorado aún más en las últimas semanas, lo que sugiere que la producción agrícola registrará un impacto aún mayor que en la sequía de 2018, agregó.
En consecuencia, existiría una pérdida de ingresos por exportaciones y "es probable que esto conduzca a controles de importación más estrictos que afectarán aún más la demanda interna y reducirán la disponibilidad de bienes de capital, intermedios y de consumo.
La calificadora también mencionó que el tipo de cambio paralelo se debilitó violentamente desde noviembre a medida que la base monetaria continuó expandiéndose a un ritmo más rápido con la continua monetización del déficit fiscal.
A medida que los desequilibrios económicos continúan creciendo, hay poca voluntad política para promulgar medidas de ajuste más allá de políticas fortuitas para salir del paso hasta las elecciones generales de octubre, añadió el análisis.
Y concluyó: Esto sugiere que el balance de riesgos está sesgado hacia una contracción más profunda, una inflación más alta y una mayor presión sobre las escasas reservas de divisas del Banco Central, lo que complica las perspectivas de ajuste postelectoral y aumenta el riesgo de incumplimiento hacia 2024-25.