De acuerdo a un informe de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), las liquidaciones de las compañías agroexportadoras del país cayeron en octubre un 25% año a año hasta los US$ 744 millones, el valor más bajo para este mes desde 2005.
A través de un informe, se agregó que, durante los primeros diez meses del año, el sector cerealero-oleaginoso perdió ventas al exterior por US$ 17.539 millones, lo que representa una baja interanual del 50%.
Para Omar de Lucca, consultor en economía y finanzas y director financiero de Agropecuaria Surmax, uno de los principales motivos de este resultado bajista fue la sequía, que se pronosticaba desde 2022 y privó al país de recibir aproximadamente US$ 20.000 millones durante 2023.
A su vez, las bajas liquidaciones también se debieron a la brecha cambiaria. “Ningún exportador tiene incentivo alguno para traer un millón de dólares afuera a $350, o a un dólar de $550 si tomás el último cambio entre el mix entre dólar oficial y contado con liquidación, que es un 30% financiero y 70% oficial”, expresó el especialista.
Por su parte, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, indicó que “el parate que se está viendo en ventas se debe a la dificultad para después, con los pesos excedentes, poder o bien comprar insumos, sobre todo fertilizantes, o bien encontrar alternativas de dolarización que sean confiables”.
Estas alternativas son “por un lado caras y por otro, complejas para el productor agropecuario promedio. Y ahí es donde se ve la dificultad”, comentó.
En tanto, De Lucca añadió que “también hay una derivada de todo esto que es la especulación para saber quién va a ganar el domingo, porque depende de quien gane puede haber una u otra política respecto al dólar”.
De cara al futuro, el asesor explicó que el primer paso que debe tomar el próximo gobierno para arreglar parcialmente la situación de las agroexportaciones es sincerar el tipo de cambio y hacer que este sector, al menos, pueda traer divisas valuadas al 80% al tipo de cambio MEP y el resto al oficial, considerando el crawling peg iniciado este miércoles.
“Vamos a tener que ver qué ocurre con las decisiones en cuanto al régimen cambiario. Si se ve una brecha más chica y formas de dolarizarse, probablemente se dinamice la venta del trigo, que ya está generándose. Y algún excedente de maíz y de soja. Si no se da ese escenario, veo muy poca intención de ventas. Salvo en el caso del trigo, que quizá el productor de la zona del norte de Buenos Aires no se lo quiera quedar y por una cuestión más financiera puede tratar de venderlo”, estimó Romano.
De todas formas, según la Secretaría de Agricultura de la Nación, todavía quedan por comercializarse aproximadamente 5,2 millones de toneladas de soja de la campaña 2022/2023, valuadas en alrededor de US$ 2.600 millones.
Además, en base a proyecciones privadas, el trigo y la cebada podrían aportar a partir del próximo mes cerca de US$ 3.600 millones, lo que generaría un ligero alivio hasta la liquidación de la próxima campaña en abril de 2024.
“La expectativa está, gane Massa o gane Milei, en que el año que viene sea el año boom de las exportaciones”, finalizó De Lucca.