¿Cómo abastecer al mundo de la energía que necesita y, al mismo tiempo, acelerar la transición hacia el Net Zero (reducción de la emisión de CO2)? Ese es el desafío que enfrentamos. La población de 8 mil millones de habitantes crece y cada vez consume más. Por lo tanto, se sigue necesitando gas y petróleo para satisfacer la demanda, ya que la energía renovable y otras fuentes alternativas aún no logran cubrir esa necesidad.
Ese fue el tema central del CeraWeek 2023, que reunió en Houston entre el 6 y el 10 de marzo últimos, a 7500 participantes de 90 países, a 1000 conferencistas y a 250 startups tecnológicas vinculados a la Energía.
Como en todo evento de esta magnitud, en donde se escuchan tantas voces, hay coincidencias y, a la vez, algunas diferencias. Comencemos por repasar los grandes puntos de acuerdo.
Hay grandes acuerdos
El primer gran acuerdo, entre los máximos expertos y líderes del mundo de la energía, es que ya nadie se anima a hacer pronósticos. ¡Vienen fallando en eso hace años! Por eso, buscan tomarse con humor a si mismos, e hilvanan en una misma frase los siguientes augurios: ¡el precio del petróleo va a subir, o puede bajar!
Hay también una amplia coincidencia en que la imprevisibilidad geopolítica del mundo actual jugará un rol relevante en el futuro de la industria. Vivimos en un mundo disruptivo, en el que nadie previó la guerra entre Ucrania y Rusia que cambió todos los paradigmas. Por ejemplo ahora se le permite a Chevron ir a producir a Venezuela, antes un país prohibido por ser visto como “una dictadura”. Para resumir este cuadro se aplica la frase atribuida a Groucho Marx: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". De todos modos, ¡en hora buena!
Otra coincidencia es que el futuro del mundo será eléctrico. Hoy la electricidad representa tan solo el 20 por ciento del consumo de energía mundial, pero en los próximos veinte años, dicen algunos, equivaldrá al 60 por ciento. Este anticipo despierta algunas divergencias, en especial sobre la cantidad de tiempo que seguirá siendo necesario el uso del petróleo en el futuro. Por ejemplo, el presidente y CEO de Petronas, Tengku Muhammad Taufik, aventuró que hará falta petróleo por lo menos hasta 2050.
También hubo acuerdo entre todos en que el gas es, dentro de los insumos hidrocarburíferos, el que mejor puede acompañar el proceso de transición energética. Se llegó a decir que el gas es, en si mismo, la transición energética. Por eso el LNG, no solo colabora con la transición, sino que es parte de la misma. ¡Gran oportunidad para la Argentina! En Estados Unidos sigue habiendo 200 plantas de carbón y el gran objetivo es reemplazarlas por gas.
Por otro lado, al hidrógeno se lo considera parte fundamental del mix de la energía futura. Se lo trató como la solución universal para la transición energética. El problema es que no hay compradores porque es más caro, pero siempre pasó lo mismo en la historia. Los teléfonos celulares eran un bien escaso cuando surgieron y hoy hay más celulares que personas en el mundo y son accesibles, digamos, para cualquiera. Gracias a la revolución tecnológica pasará lo mismo con el hidrógeno.
Y también desacuerdos
Es contundente el apoyo del gobierno demócrata norteamericano a favor de la transición energética.
La secretaria de Energía de los Estados Unidos, Jennifer Granholm, dijo que la inversión mundial en nuevas energías en 2022 fue, por primera vez, equivalente a la inversión en gas y petróleo. Anunció además 6000 millones de dólares extras de subsidio a la innovación tecnológica para la diversificación energética.
A la vez, John Kerry, representante del Presidente Biden ante el cambio climático, festejó la decisión del gobierno de poner en marcha el programa de 300 mil millones de dólares del IRA (Inflation Reduction Act), por el que se empezaron desarrollar obras de infraestructura y acciones vinculadas a la transición energética, a la electrificación, a la reeducación de carbón y a las energías renovables. ¡Vaya subsidio a la Energía! A su vez, aclaró a los petroleros presentes algo que sería luego puesto en discusión por otros: “no queremos que las empresas desaparezcan sino que se transformen”.
Mientras tanto, las empresas tradicionales de petróleo y gas advierten que las medidas tomadas pueden resultar en más inflación y que, además, se descuida la necesidad de los recursos hidrocarburíferos todavía imprescindibles.
El presidente y CEO de Chevron, Mike Wirth, dijo que cada uno tiene que hacer lo que sabe. Expresó que no quieren competir con empresas que saben de energías renovables. “El enfoque tiene que estar en reducir las emisiones en la producción de hidrocarburos que se van a seguir necesitando”, dijo Lorenzo Simonelli, Presidente y CEO de Baker Hughes.
La minería el otro gran tema
“Debemos desbloquear el potencial de la minería”, fue un consenso generalizado.
Se trata de una de las actividades consideradas como las más contaminantes por los ambientalistas. Pero resulta que ahora ha pasado a tener un rol estratégico en la transición energética.
Los minerales “críticos” como el litio, el cobre, el cobalto, zinc, y varios más, son necesarios en forma perentoria para el almacenamiento energético, la electrificación del transporte y para mucho más. Un tema recurrente fue la necesidad de agilizar el permitting, o sea, los permisos para operar. ¡Pensaba que los problemas los tenemos los argentinos! Pero no. En todos los niveles (burocráticos, sociales y de las comunidades) hay trabas y las empresas norteamericanas reclaman la liberación de los procesos.
Para llegar al Net Zero hay una demanda de minerales críticos y el pronóstico es que se va a multiplicar en los próximos años más que en toda la historia mundial.
Si es por la demanda debiéramos estar en un boom de producción. Y, sin embargo, todavía no está ocurriendo.
Un Hallazgo
Me resultó especialmente impactante la presencia de Chris Miller, autor del libro Chip War, quien advirtió que “hoy los microchips son el nuevo petróleo”, el recurso escaso del que depende el mundo moderno. Todo requiere de los microchips: las comunicaciones, el poder militar, los celulares inteligentes, los aviones y la tecnología para la energía. El potencial conflicto entre China y Estados Unidos por Taiwán representa una gran amenaza, dado que el 95 por ciento de los microchips se producen precisamente en esa isla.
El Futuro
Es difícil resumir cinco días de discusiones sobre el futuro energético en un artículo. Sí nos puede invitar a la reflexión.
En la Argentina tenemos todo para resolver estos problemas: Vaca Muerta (gas y petróleo) con un potencial gigante, el mejor viento en el sur, el mejor sol en el norte, potencial de hidrógeno ilimitado, recursos de los minerales críticos que necesita la transición energética y, en vez de aprovechar este momento increíble, estamos paralizados por las grietas de las grietas de las grietas. Qué bueno sería encapsular un acuerdo de un plan estratégico para la energía y, si se quiere, seguir peleando por todo lo demás.
Cuando finalizó el Cera Week y me despedí de Carlos Pascual, Vice presidente y Responsable de Geopolítica & Asuntos Internacionales de S&P Global Commodity Insights, me preguntó: ¿qué pasa en la Argentina que se dan cuenta de la importancia que el país podría tener en este trilema de la humanidad?
Eso, ¿qué nos pasa?
* Por Doris Capurro, Presidenta y CEO de Luft Energía