La inflación fue del 6% en junio, por lo que hilvanó su segunda desaceleración consecutiva y marcó el nivel más bajo desde enero pasado cuando había alcanzado el mismo valor. Así, el acumulado en lo que va en 2023 fue del 50,7% y del 115,6% en los últimos doce meses, en los guarismos más altos de las últimas tres décadas. Así lo informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) al publicar su Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El indicador se movió por debajo de lo que marcaban las proyecciones privadas. De hecho, las consultoras que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el Banco Central estimaron que el IPC de junio había ubicado en torno al 7,3%. Finalmente hubo una merma de 1,8 puntos respecto al 7,8% de mayo y la segunda desaceleración desde el 8,4% de abril.
La división de mayor aumento en junio fue Comunicaciones (10,5%), producto de la suba de servicios de telefonía e internet. Le siguieron Salud (8,6%) -por incrementos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga- y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8,1%), principalmente por las subas en electricidad.
La división con mayor incidencia en todas las regiones fue como de costumbre Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,1%). Al interior de la división impactó la suba de Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos. Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en junio fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,1%) y Prendas de vestir y calzado (4,2%).
A nivel de las categorías, los Regulados (7,2%) lideraron el aumento seguidos por el IPC Núcleo (6,5%); en tanto los Estacionales registraron un incremento de 1,8%.
La inflación sigue liderando el listado de preocupaciones que tienen los argentinos en la actualidad, según una encuesta de la consultora D'Alessio Irol que monitoreó el “Humor Social y Político” a un mes de las elecciones. La percepción de los ciudadanos radica en que esta variable económica asciende al 115,6% interanual hasta junio y, en contraposición con la menor suba de los salarios, la pérdida del poder adquisitivo crece en forma proporcional.