En las últimas semanas, el mercado cambiario se recalentó y los dólares libres se dispararon más de un 20%. A su vez, en lo que va del 2023, la inflación acumulada superó el 21%. Y, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el año pasado cerró con una pobreza de casi el 40%.
Estas cifras son preocupantes y desalentadoras, pero son el resultado de contar con un país subdesarrollado que no logra avanzar, tal como sucede, aunque en menor magnitud, en muchas otras zonas de América Latina.
Para entender qué es lo que está pasando en la región y cómo se puede salir de este contexto, Forbes Argentina dialogó con Gerónimo Frigerio, abogado especializado en desarrollo económico latinoamericano, director general de GF Consulting Group y autor del libro Desarrollo.
Falta de visión
“Argentina y los países de América Latina afrontamos el problema de no tener aún una visión clara y compartida de desarrollo. Una visión clara y compartida de desarrollo implica priorizar el proceso de desarrollo con la meta de hacer la transición de un país subdesarrollado (pobre) a uno desarrollado (rico) a partir de la adopción continua de reformas innovadoras a tal fin. Si bien esas reformas se adoptan país por país, una visión de desarrollo a nivel regional es clave para el progreso de los países de América Latina", sostuvo el especialista.
A su vez, agregó que compartir esta visión es esencial porque se trata del primer paso para encontrar ese puente entre de la pobreza a la generación de riqueza, del desempleo a la creación de empleo, de la informalidad a la formalidad, de la conflictividad social a la paz social, del estancamiento al crecimiento, del desánimo a la esperanza y del estancamiento en el pasado a la construcción de un mejor futuro.
Los cuatro pilares del desarrollo
Para Frigerio, hay cuatro propuestas en las que tendrían que enfocarse los gobiernos para que los países de la región finalmente crezcan, tal como lo explica en Desarrollo.
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En primer lugar, habría que prestarles atención a las instituciones propias, concentrando la gestión de los gobiernos de cada país de América Latina en ministerios estratégicos. “En términos prácticos, la estructura institucional de cada Estado de América Latina debería ser simple, uniforme y digital”, resumió el abogado.
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Por otra parte, los funcionarios deberían adoptar para cada gobierno metodologías de trabajo por “proyecto”, es decir que cada trabajo de los diferentes Estados tendrían que “transformarse en una 'máquina eficiente y digital' que planifique, contrate y pague los proyectos que implemente a fin de ofrecer servicios públicos con profesionalismo”.
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En tanto, el tercer paso sería “adoptar reglas simples para desarrollar el sector privado, con foco en las pequeñas empresas y adoptar un esquema organizacional de instituciones públicas simple, uniforme y digital que permita coordinar de forma eficiente la generación de riqueza”.
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Por último, para que América Latina finalmente pueda desarrollarse, Frigerio propone “simplificar las reglas para hacer negocios, especialmente para las pequeñas empresas”, ya que “uno debería poder abrir un negocio a través del teléfono móvil en el acto, lo que implicaría tiempo cero, costo cero y complejidad cero para lograr acceder a la economía formal”.
El motor de la economía
A diferencia de otras grandes economías desarrolladas, en Latinoamérica el 99% de las compañías son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). Según la cifras citadas por Frigerio, el 99% de ellas abarca desde el cuentapropista hasta la organización con 200 empleados, y del total, casi el 90% se compone de microempresas. Asimismo, este segmento productivo genera el 60% del trabajo formal, por lo que tienen “un rol fundamental en la creación de empleo, el elemento clave para reducir la pobreza”.
“A fin de impulsar el desarrollo económico, se propone implementar reformas que faciliten y digitalicen hacer negocios en el sector privado con foco en las Mipymes. ¿Por qué? Las pequeñas empresas, en especial las microempresas, son la llave al desarrollo y la creación de trabajo en toda la región. Las Mipymes de América Latina deberían operar en la economía formal. Los gobiernos tienen que facilitar que todos podamos actuar en la economía formal”, expuso el ejecutivo.
Inspirando a la sociedad
En su nuevo libro Desarrollo, publicado este 2023 por la editorial Sudamericana, Frigerio busca inspirar a los latinoamericanos a transformarse en protagonistas del proceso de desarrollo de la región.
“Todos los países de América Latina se encuentran ante una oportunidad: adoptar reformas innovadoras conducentes a su desarrollo. La transición de la pobreza a la generación de riqueza es el principal desafío por delante para América Latina. Ese es el camino hacia el desarrollo que todos los latinoamericanos queremos visualizar”, indicó.
Y concluyó: “Desarrollo presenta un mensaje optimista y realista para la región: los latinoamericanos estamos frente a una oportunidad para expandir nuestras libertades individuales, fortalecer nuestras democracias, potenciar las oportunidades de las generaciones futuras y ser protagonistas de acciones que potencien nuestro progreso individual y contribuyan al desarrollo colectivo de América Latina”.
