La inflación se transformó en un fenómeno global y también llegó a España. El Índice de Precios de Consumo se situó en marzo en 9,8% con respecto al mismo mes del año anterior, transformándose en la inflación más alta desde mayo de 1985, según informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El dato significó un nuevo dolor de cabeza para el presidente Pedro Sánchez. La cifra refleja un aumento de más de 2 puntos respecto al dato de febrero, cuando la variación anual se situó en un 7,6%.
Según el INE, la tendencia alcista se explica por los incrementos que sufrieron los precios de la electricidad, los carburantes y combustibles, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas.
El Banco de España atribuye los datos de inflación a la guerra en Ucrania, ya que el conflicto provocó la suba de los precios del gas, del petróleo, y de algunas materias primas como el aluminio, el níquel o el trigo.
Reacción del Gobierno español
Con el objetivo de mitigar el impacto de la inflación en el bolsillo de los trabajadores, el Consejo de Ministros del Gobierno aprobó un plan de ayudas de US$ 17.500 millones para los sectores más afectados. Según detalló Sánchez, unos US$ 6.500 millones serán destinados a ayudas directas y beneficios fiscales, mientras que los US$ 11.000 restantes a créditos y préstamos.
Inflación en toda la Unión Europea
Previendo que la suba de precios dañe a toda la eurozona, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, afirmó que el bloque enfrentará "una inflación más alta y un crecimiento más lento en el corto plazo.
"Cuanto más dure la guerra, mayores serán los costos económicos y mayor será la probabilidad de que enfrentemos escenarios más adversos. Los hogares, más pesimistas, podrían reducir su gasto y la inversión empresarial también podría sufrir, agregó la ex directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI).