Situaciones externas e internas son para el economista Dante Sica, ministro en el Gobierno de Mauricio Macri y actual asesor del equipo que trabaja con Patricia Bullrich, las razones que explican que la actual situación económica sea "más grave que la proyectada" y se transite ahora en "el momento de mayor incertidumbre política".
"Estamos en una situación económica mucho más grave de lo que se proyectaba porque hay un quiebre de expectativas con respecto a las que había el año pasado. Hay tres factores que empeoraron en este trimestre la percepción de distintos agentes económicos y que le aumentaron las restricciones y le quitaron al Gobierno la libertad para poder accionar", dijo en una entrevista exclusiva con Noticias Argentinas.
Los factores externos a la gestión son "la profundización de la sequía que es peor a lo diagnosticada en un inicio y el empeoramiento de la situación internacional, en especial los ruidos en el sector financiero que ponen en duda del accionar de la Reserva Federal y genera más volatilidad". A estos elementos Sica le suma la incertidumbre del año electoral.
"Estamos en un circuito electoral con más de 20 elecciones a lo largo de todo el año. Estamos en el peor momento de incertidumbre política porque no sabemos quiénes son los principales candidatos de las dos coaliciones. Este contexto genera y profundiza un empeoramiento de las expectativas negativas , donde la economía empieza a desacelerarse y donde ya entramos a un proceso de estanflación", dijo.
"Desde la década del '80 que Argentina no estaba en una situación de estanflación, esto hace que cada vez más difíciles que los pronósticos que se tenían en el Presupuesto, con una inflación en los tres dígitos, una economía que se estanca y donde el impacto va a ser mucho más fuerte en el segundo semestre, por las características de la sequía", precisó.
Para Sica la incertidumbre va a durar hasta el 24 de junio o un poco antes "cuando tengas oficializados los candidatos. Estos son los días de mayor incertidumbre porque no se sabe cuáles van a ser todos los candidatos".
Identificó la necesidad del nuevo dólar agro, "más amplio al de la soja ya que la experiencia del año pasado indicó que se estaba agotando. "Este año. por las restricciones internas, la sequía y la propia pérdida de credibilidad y el deterioro de la capacidad de gestión del oficialismo hacen que Massa esté con menos instrumentos pero siempre tiene alguna propuesta, aunque muy en el límite de la institucionalidad, poniendo en riesgo otras cuestiones como es el caso del FGS con el canje que está tratando de hacer para conseguir financiamiento extra y para tener actividad sobre el CCL".
Respecto a la negociación con el Fondo Monetario Internacional, Sica reconoció que se encontró con un organismo "muy permisivo y que no está queriendo hacerse cargo ni responsable de una disrupción de la economía argentina" al tiempo que destacó el rol de la oposición "que está siendo altamente responsable porque no está jugando a empeorar las condiciones de mercado y que está muy criterioso respecto de los movimientos de política económica del Gobierno".
Además, consideró que el FMI "no quiere ser el responsable de una profundización de la crisis en la Argentina ser complaciente para que este Gobierno trate de llegar al próximo Gobierno (SIC). Se firmó un acuerdo que no pidió reformas estructurales y esas metas que fueron cumplidas bajo contabilidad creativas ya fueron readecuadas y ahora otra vez. Hoy el Fondo tiene una mirada light porque sólo quiere que el Gobierno llegue a destino".
Sica volvió con un tema que generó un momento de quiebre al Gobierno de Macri del cual formó parte: la necesidad de una reforma del régimen jubilatorio. "Están terminando de licuar y de desdibujar el régimen previsional de la Argentina. Esto obliga a que el próximo Gobierno tenga una discusión muy madura, rápida y necesaria para discutir un nuevo régimen previsional. Tenemos un régimen previsional que va a ser casi 12 puntos del PBI, que está casi quebrado y que pesa como si fuéramos un país con crecimiento de la población vegetativo cuando tenemos todavía bonos demográficos importantes como para capitalizar desde punto de vista económico. Ya no es un problema de parches ni de edad jubilatoria, hay que rediscutir todo el régimen", dijo e insistió: "Hoy el 70% cobra la mínima, más de 100 regímenes especiales que se llevan casi el 50% de la recaudación".
Respecto de los desafíos del próximo Gobierno el economista y consultor subrayó que "hay urgencias".
"La economía argentina ya no se resuelve sólo con un plan de estabilización. La Argentina tiene que cambiar el régimen económico, tiene que tener un programa de desarrollo que ponga el foco en la generación de empleo pero para eso tiene que tener un programa con distintos componentes que deben ponerse en marcha al mismo tiempo: consolidación y una fuerte reforma fiscal para volver a tener equilibrio primario y que quizá en una primera etapa se tenga que trabajar sobre el tema de subsidios económicos, el pacto fiscal con provincias y cambios en el régimen monetario y cambiario que permitan un régimen económico que de una baja fuerte de la inflación pero todo eso se tiene que acompañar con cuestiones más micro y puntuales como es la reforma laboral y desmalezar el sistema de regulaciones que impiden potenciar la capacidad emprendedora y empresarial de la economía", señaló.
Insistió con la política de shock. "Argentina no tiene tiempo para el gradualismo, porque en lo económico no hay financiamiento y la sociedad no tiene margen para seguir estando en un sistema que siga generando más pobreza. Este año vamos a terminar con una pobreza del 45%, una economía en recesión y una inflación de tres dígitos". En ese sentido, aseguró que un shock no genera más pobreza. "No significa el shock que la solución sea instantánea, significa mostrar de entrada los cambios estructurales que hay que hacer para avanzar".
"Hay que tener un tipo de cambio único y que permita libertad cambiaria. Hay que corregir precios relativos, que tienen que ver con el tipo de cambio, subsidios. No se puede estabilizar una economía con el desacople que hay", aseguró.
Sin embargo, recalcó que la peor herencia que recibirá el próximo Gobierno "es un nivel de pobreza que se ubicará en torno al 45% y un deterioro educativo y de salud que nos va a llevar mucho tiempo revertir".
En cuanto a la interna de Juntos por el Cambio dijo que la fuerza llevará al "mejor candidato posible y con la base electoral más amplia" al tiempo que se refirió al libertario Javier Milei como "un populista de derecha que tiene respuestas simples a problemas complejos de la economía".