A las 16 hs, el INDEC dará a conocer el dato de inflación del mes pasado que, difícilmente, marque una mejora respecto del sorpresivo 2,2% de enero. La estimación de los analistas, que hace un mes era que en febrero podría llegar a perforarse el piso de 2% mensual. Sin embargo, con el correr de las semanas esas proyecciones se modificaron y el pronóstico actual es que el registro que difundirá hoy el organismo sería incluso levemente superior al mes pasado. Es lo que marcó el Relevamiento de Expectativas del Banco Central, REM, que arrojó una suba prevista de 2,3% para el mes pasado.
Paradójicamente, el dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires, que se conoce por adelantado y que fue particularmente auspicioso, alimenta las expectativas de esa leve suba. El índice de precios porteño cayó 1% respecto del mes anterior y logró perforar por primera vez desde el cambio de gestión el piso de 3% al ubicarse en 2,1 por ciento. Eso, sin embargo, en vez de anticipar una mejora también para el índice nacional, confirmaría el leve empeoramiento.
Eso ocurre, básicamente, por el menor ritmo de aumento de tarifas, que suele impactar más en la estadística de la Ciudad que en la nacional y también por el menor peso, dentro del índice porteño, de la categoría alimentos. Esto implica que el aumento de la carne tiene menor impacto en la medición de CABA mientras que se prevé que en el dato del INDEC la incidencia será mayor.
El economista Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier, suele hacer el ejercicio teórica de traspolar la suba de cada división en el relevamiento de la Ciudad a la medición nacional de acuerdo a los ponderados del IPC. El resultado, hasta enero, arrojaron un índice para la inflación de todo el país menor al de la Ciudad. Eso cambiaría hoy.
"Por lo que se ve hacia adentro puede haber diferencias significativas y no en el sentido habitual", anticipó el analista y explicó que lo primero, tener en cuenta que la inflación núcleo -es decir, sin contemplar los aumentos de precios regulados ni estacionales- de CABA no desaceleró. De hecho subió de 2,7% a 3,1% mientras que la baja de 1 punto de la inflación generalfue porque hubo deflación fuerte de estacionales (-4,5%) y también de los regulados, esencialmente tarifas, que en este caso aumentaron por debajo de la suba de precios general. "En el tema estacionales fue muy relevante transporte aéreo, donde CABA reveló bajas fuertes de precios", advirtió Caamaño. El punto es relevante ya que el transporte aéreo, que anotó una caída de 32%, tiene en el IPC CABA una incidencia de 1,45% mientras que en el IPC INDEC apenas pesa sólo 0,26 por ciento. Eso implica que la baja de los pasajes de avión le puede restar medio punto a la tasa de inflación porteña, pero menos de un décimo de punto a nacional por lo que son 0,4 pp de diferencia sólo por ese subrubro.
Pero existe otro factor determinante: el precio de la carne. Los alimentos y bebidas no alcohólicas pesan sólo 17,13% en el índicador que produce el instituto de estadísticas porteño mientras que la incidencia es 23,44% del IPC GBA, que es el menos pondera alimentos de todas las regiones del país. Al interior de esa categoría, la carne pesa 25% en el rubro alimentos de CABA pero 30% en el caso del INDEC por lo que el mismo porcentaje de suba de la carne en ambas mediciones aporta en magnitudes diferentes.
"Puede que CABA no sea buen predictor del INDEC este mes, incluso controlando por diferencias de ponderadores de rubros. Básicamente, porque hay diferencias en las ponderaciones de sub rubros que fueron clave", destacó el economista quien calculó que sólo contemplando pasajes y carne, la diferencia es mayor al medio punto (0,6%) en detrimento del IPC nacional que se conocerá hoy.