Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), advirtió el pasado jueves que los riesgos al alza para la inflación se han intensificado a corto plazo por la guerra en Ucrania.
En una rueda de prensa virtual, Lagarde dijo que la subida de los precios se ha expandido a muchos sectores, por lo que el BCE también pronostica que los salarios subirán, aunque de momento se mantienen contenidos.
La inflación se disparó en marzo en la zona del euro hasta el 7,5%, desde el 5,9% de febrero. A su vez, en Estados Unidos se alcanzó un 8,5% interanual, una cifra no vista en más de cuatro décadas. Los precios de la energía han subido mucho desde el estallido de la guerra y ahora son un 45% más elevados que hace un año y son la principal causa de la elevada inflación, según Lagarde.
Algunos indicadores sugieren que los precios de la energía van a seguir elevados a corto plazo. Los precios de los alimentos también se han incrementado con fuerza por los elevados costos de transporte y de producción y por los precios más altos de los fertilizantes, en parte, por la guerra en Ucrania.
En este marco, la presidenta del BCE pronosticó que el crecimiento de la zona del euro va a ser débil debido a la guerra en Ucrania. Lagarde dijo que es muy probable que las compras de deuda terminen en el tercer trimestre, que “podría ser pronto, o podría ser tarde, el tercer trimestre tiene tres meses”.
Las proyecciones macroeconómicas de inflación y crecimiento de junio permitirán al Consejo de Gobierno decidir el momento en el que concluir las compras de deuda. Lagarde también advirtió de que un “boicot abrupto de la energía rusa tendría un impacto significativo de la zona del euro”.
“Varios factores apuntan a un crecimiento lento también en el periodo por delante. La guerra ya pesa en la confianza empresarial y de los consumidores” por la incertidumbre que conlleva, dijo Lagarde. También destacó que “la guerra ha creado nuevos cuellos de botella, al mismo tiempo que una nueva serie de medidas contra la pandemia en Asia contribuyen a las dificultades en la cadena de suministro”.
Si bien los comentarios de la alta ejecutiva estuvieron enfocados en Europa, durante la charla aclaró que las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania y la inflación podrían impactar de forma similar en el resto del mundo, principalmente por la alta globalización de la actualidad.