Argentina no fue el único país del mundo cuya economía se recuperó fuertemente y más de lo previsto, tras el desplome de la actividad en 2020 por el impacto de la pandemia. En la región, Argentina, Brasil y Uruguay registraron altos niveles de crecimiento en 2021, revirtiendo totalmente el shock provocado por el Covid-19.
Así lo retrató un informe de la consultora uruguaya Exante Economía y Finanzas Corporativas, que destacó el crecimiento del PBI tanto de Argentina como de Brasil.
“La economía mundial tuvo un extraordinario crecimiento en 2021, incluso superando las estimaciones que se manejaban al inicio del año. Incluso nuestro “barrio” más cercano, que venía con un desempeño pobre antes de la pandemia, completó una recuperación total”, aseguró la consultora.
Dentro de las explicaciones de ese rápido rebote, Exante señaló la suba del precio de las commodities, fundamentales en las balanzas comerciales de Argentina, Brasil y Uruguay: “El contexto de rápido crecimiento económico y abundante liquidez global, junto a factores de oferta en algunos mercados, dio lugar a un fuerte incremento de los precios de las materias primas”.
En ese escenario favorable, la inflación, que en Argentina rondaría el 50 % anual en 2021, se multiplicó a nivel internacional. “Los bancos centrales reaccionaron empezando a retirar los programas de estímulos monetarios introducidos en la crisis”, rezó el estudio, que señaló el inicio del “tapering” de la Reserva Federal de Estados Unidos y alertó sobre una suba de tasas de interés en 2022.
“También en Argentina y en Brasil hubo una notoria mejora del resultado fiscal, aunque en ambos casos las cuentas públicas siguen siendo un flanco de vulnerabilidad”, agregó.
El escenario económico de Argentina en 2022
Pese a registrar un gran 2021, con un 10% de crecimiento del PBI, este año la economía perdería impulso y tendría un desempeño más magro. Según un informe divulgado por la consultora ABECEB, los sectores de mayor crecimiento en 2022 serán los servicios basados en el conocimiento, los servicios “presenciales” (beneficiados por menores restricciones y por la “revancha del consumo”), la producción de aparatos de uso doméstico (+16,1%) y de electrónica de consumo (+15), las exportaciones mineras (+9,3) y la producción de vehículos (+8,3%).
"Esa mejora no llegará ni a la mitad del rebote que esos mismos sectores registraron durante 2021", considera el estudio. Esta desaceleración no sólo se explica por la base de comparación sino porque los sectores enfrentan una una macro debilitada, con mucha incertidumbre, en un contexto en el que no habrá viento de cola en el escenario internacional como en 2021; y los riesgos de emergencia de nuevas variantes de Covid.