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Sergio Massa.
Macroeconomía

Agenda macroeconómica 2023: cuáles son los principales desafíos que enfrentará el Gobierno

Laura Ojeda

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Inflación, deuda y el acuerdo con el FMI se destacan entre las principales preocupaciones que tendrán Sergio Massa y el equipo económico durante el próximo año.

30 Diciembre de 2022 12.24

En pleno año electoral, el Gobierno juega sus chances políticas en el ordenamiento de variables económicas que, en la mayoría de los casos, desde hace años vienen descarriadas. Las apuestas están puestas en el trabajo del equipo de Sergio Massa en el Palacio de Hacienda.

El eje principal de la carrera de postas está en la palabra 'control'. El Gobierno pretende y necesita controlar la inflación, necesita controlar y lograr el financiamiento especialmente de la deuda en pesos que tuvo en noviembre su primer traspié, y necesita controlar al dólar y achicar la brecha cambiaria. Además, precisa controlar la emisión, el orden fiscal, la estabilidad de los precios, la capacidad de compra de los salarios, cumplir con las metas del acuerdo con el FMI con el incremento de las reservas del BCRA, y necesita de la producción del campo para alimentar las arcas del Tesoro.

 

Sergio Massa y Kristalina
Sergio Massa enfrentará varias batallas económicas en 2023


 

EL FOCO: PRECIOS-INFLACIÓN-SALARIOS


El ministro de Economía Sergio Massa se impuso la meta de llegar a abril con un IPC con el número 3 por delante de la coma. Es decir que, en cuatro meses, se deberá reducir casi en dos puntos porcentuales la evolución de los precios para retornar a un nivel de inflación que se abandonó en enero del 2022, última vez que el indicador tuvo al número 3 por delante.

Para ello desplegó un vasto abanico de controles de precios: carnes, verduras, combustibles, medicamentos, Precios Cuidados, Justos, canastas de productos, planes de cuotas con tasas subsidiadas.

Por otro lado, se trabaja en las actualizaciones salariales y en garantizar el poder de compra de los trabajadores. La apertura de paritarias contemplará una base de un 60% de inflación que proyectó para el 2023 en el Presupuesto nacional y con cláusulas de revisión cada vez más cortas, atentos a cualquier hecho que pueda modificar el rumbo.

 


 

EQUILIBRIO FISCAL


El acuerdo con el FMI prevé un déficit primario (antes de intereses) equivalente a 1,9 % del PIB. "Para alcanzarlo, hace falta un ajuste de al menos 1 punto del PIB en subsidios energéticos y al transporte, por un lado, y en planes sociales, por el otro. El hecho que sea un año electoral hace que el consenso esté más cerca de un déficit del orden de 2,2 a 2,3 puntos del PIB", sostiene Jorge Vasconcelos de la Fundación Mediterránea.

"En cualquiera de esos guarismos, el problema es cómo financiar el déficit, dadas las dificultades para colocar deuda en el mercado de capitales local y el compromiso de limitar las transferencias directas del BCRA al tesoro", agrega Vasconcelos.


 

LA OTRA BATALLA: ACUMULACIÓN DE RESERVAS


La meta "bi-anual" 2022-2023 acordada con el FMI es de US$ 9.800 millones, por lo que el año próximo el país deberá sumar US$ 4.800 millones. Con todo, el nuevo objetivo será un gran desafío para las autoridades, pues la extendida sequía amenaza con disminuir la producción de trigo y su liquidación de divisas. Por un lado, los créditos de organismos internacionales que van directo a las arcas del BCRA y acuerdos con China podrían otorgar cierto alivio. Por otro, los ingresos en materia de exportaciones del campo para el 2023 se proyectan en menos de US$ 39.000 millones frente a los casi US$ 50.000 millones de la campaña anterior. Esto implica una baja de más de US$ 11.000 millones de los cuales menos de la mitad corresponden a la cosecha fina.

 

reservas
Aumentar las reservas es una necesidad para el 2023

 

El impacto climático de "La Niña" por tercer año consecutivo afectará a las cuentas nacionales y la acumulación de reservas. Además, el mercado da por descontado un cierto atraso cambiario. De hecho, la apelación a una reapertura del dólar soja es comprendido como eso: una devaluación selectiva. "El problema del dólar es un desequilibrio macro muy importante que tiene la Argentina. Es el síntoma", dice Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio. "Si no cambia de raíz la matriz económica y productiva no hay solución", añade, y recuerda que "los años electorales siempre se han traducido en presiones en el mercado cambiario".


 

PROBLEMA INTERNO: EL FINANCIAMIENTO EN PESOS


El Gobierno deberá sentarse a negociar con los bancos, los FCI y, en tercer lugar, con las compañías de seguro, los grandes inversores institucionales de la plaza. "De cara a 2023 el Tesoro enfrenta una 'muralla de vencimientos' de deuda que, solo para el primer semestre, alcanza $ 6,3 billones, equivalente a 3,7% del PBI. A esto hay que sumarle un déficit cuasifiscal por intereses de la deuda remunerada del BCRA que, anualizado, rondaría el 5,2% del producto (esto es 2,3 veces el déficit primario)", indica Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

"El mayor riesgo para el año que viene es que la mera administración de estos pasivos, sumada a un déficit primario de más de 2% del PBI, se torne imposible de financiar y lleve al Gobierno a volver a depender de la emisión monetaria para hacer frente a sus erogaciones.

La incertidumbre propia de un año electoral podrá contribuir a una caída en la demanda de pesos a medida que nos acercamos a las elecciones, lo que pondrá más presión sobre la política monetaria", afirma Marí.

 

Pesos argentinos.
La deuda en pesos es un pasivo que preocupa a los economistas

 

Otra fuente del mercado calculó los vencimientos de la deuda con el sector privado solo en $ 6 billones para el año próximo, según la foto de fines de 2023, una pelota que puede subir a lo largo del año y con los siguientes roll over. La deuda con el sector público, que se logrará patear hacia adelante, supera los $ 9 billones. "Es muy importante que pasen dos cosas: que bajen el déficit y que tiendan puentes con la oposición para dar certidumbre al mercado", aseguran.

Respecto de la dinámica monetaria, Vasconcelos destaca que los espasmos de emisión/esterilización a través de la colocación de Leliq no son gratuitos para la macro. A esa fuente de emisión autónoma se agregan las intervenciones del BCRA para sostener las paridades de los títulos del Tesoro en pesos, ante las dificultades para atraer la demanda de los inversores privados y el presumible retorno de las transferencias del Central al Gobierno para hacer frente a la estacionalidad del gasto público.


 

ENERGÍA


Uno de los gastos que desequilibraron las cuentas públicas fue la compra de gas a Bolivia. La búsqueda de la autosuficiencia energética es otro de los ítems que quiere comenzar a caminar. Massa prometió que "en los próximos tres años no solamente vamos a dejar de ser importadores, sino que la balanza energética va a ser uno de los grandes jugadores de nuestro producto. Claramente para eso tenemos que transformar en ley y en política de Estado lo que hasta ahora se viene haciendo por impulso de decretos".

"Desde el comienzo de la gestión nos hemos planteado cuatro líneas de acción básicas. La primera claramente es el orden fiscal. Venimos de un julio de 12,4% de déficit que nos ponía muy lejos de los compromisos y las metas que la Argentina había asumido. Recuperar el orden fiscal y tratar de cumplir los programas, acuerdos y objetivos que nos planteamos como Gobierno y como país era una tarea difícil porque obviamente supone sacrificios, conflictos y dificultades", asegura Massa a los empresarios del círculo rojo. Los desafíos se acrecientan a medida que avanza el almanaque. Y el 2023 aparece como el verdadero desafío del Gobierno del Frente de Todos.

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