En diálogo con Forbes Argentina, el periodista Luis Corbacho, autor del libro “Yo no quiero ser Ricky Martin”, explicó que el título de esta historia de autoficción hace alusión al modelo que actualmente representa el cantante puertorriquense en la comunidad LGBTIQ+, que después de haber confesado su homosexualidad se casó con Jwan Yosef y hoy disfrutan de una familia con tres hijos.
Corbacho señaló que los mandatos de casarse y tener hijos, que históricamente fueron adjudicados a las mujeres, con el avance de los derechos ahora se han trasladado a ellos también. “Esto de casarte, tener hijos y subir la familia perfecta a Instagram repercute en nosotros, que buscamos desde hace décadas la libertad. El título del libro es como un manifiesto de 'yo no quiero ser preso o víctima del modelo tradicional de familia'”, profundizó.
En este libro Corbacho se atrevió a volcar al papel una historia personal que lo marcó, donde cuenta cómo a sus 40 años se enamora de Julián, un joven y apuesto diplomático con el que sueña una vida de casado perfecta. Pero todo se desmorona cuando su pareja es destinada a Beijing (China), con el Covid azotando al mundo entero, y Luis queda “atrapado” en Buenos Aires. La relación se corta y con ella la ilusión de tener la familia deseada. Luego, el protagonista cae en la cuenta de que él estaba bien así, sin esa “Familia Ricky Martin”, siendo soltero y sin hijos.
Corbacho describió que la felicidad “tiene que ver con la libertad, y la libertad es la posibilidad de elegir”. Por eso, expresó que “está espectacular” que existan derechos igualitarios para todos, como el matrimonio, la adopción y la subrogación de vientre, “pero a su vez, también está bueno que todos podamos elegir vivir libres de estructuras y esquemas. Que tengamos esos derechos pero que su uso o no dependa de nuestras ganas y deseos y no de lo que el resto de la sociedad opine de nosotros”, deslizó.
El periodista confesó que desde pequeño siempre fue “muy inconsciente e hizo lo que sentía” en cuanto a su sexualidad; aunque reconoció que estas imposiciones que hoy se ven en las redes sociales de la casa, el bebé y el marido perfecto lo afectaron en cierto punto. “Suelen ser cosas que vemos en los demás y las queremos incorporar en nuestra vida. Creo que pude haber sido preso de esas condiciones, pero la pandemia por suerte vino a mostrarnos qué es lo importante. Y es un poco la conclusión de la novela”, adelantó.
Por último, opinó que la sociedad ha evolucionado en cuanto a estos temas de la sexualidad, a tal punto “que ya se demanda en nosotros las mismas cosas que a las mujeres. Entonces creo que ya pegamos la vuelta y los interesante de este libro es que refleja este fenómeno. Se pasó de que la homosexualidad fuera tabú a que todo el mundo la acepte y se nos imponga mandatos de la heterosexualidad”.