Para muchos es una solución de transporte, para no tantos es una experiencia difícil de abandonar y que genera pasiones, estilos de vida, y fidelidades a marcas de motos emblemáticas que le ponen mística a sus diseños de dos ruedas. Como en tanto otros procesos, la salida de la pandemia aceleró tendencias, y una de ellas es la que se está viviendo en la Argentina y el mundo con la vuelta fuerte a las motos de diseños clásicos pero que combinan lo mejor en tecnología, algo que lejos de despersonalizar alimenta un vínculo especial con quien la maneja.
Mucho más asociadas a los mayores de 35 años, por tener un poco más de camino recorrido y sabiduría de vida, las motos de estilo clásico tienen el desafío actual de llegar más allá de ese público especializado y buscar el segmento de los más jóvenes, algo que empieza a verse en las concesionarias y en las calles. Pero también para las marcas es tiempo de acercarse al cliente femenino con detalles de diseños y prestaciones que le permitan sumarlas a un mercado premium más que dinámico por estos tiempos y que ofrece para muchos sensaciones únicas.
Royal Enfield ya es un "clásico en sí mismo" al ser la marca pionera en la historia, fabricando motos desde 1901 en la India. Hoy es casi inevitable que todo ese extenso recorrido quede plasmado en cada modelo de la marca que ofrece en la Argentina de la mano de su socio local Grupo Simpa, en una alianza productiva que ya lleva seis años.
La identidad con las marcas genera comunidades, a veces casi cerradas, y es así que los clubes de aficionados protagonizan movidas que los lanzan a las rutas sobre sus dos ruedas. Ese reconocimiento se extiende y complementa no solo con los accesorios que las marcas ofrecen a su público para cada modelo, sino con un set de vestimenta detalladamente cuidado en lo estético y funcional que complementan la consagración de ese estilo de vida.
Todos esos detalles se cuidan al máximo para una mejor experiencia del cliente fidelizado, y como tal se vive en la mayoría de las 23 concesionarias que Royal Enfield tiene distribuidas en todo el país, con algunos puntos emblemáticos como las pioneras de Pilar y Vicente López, en la provincia de Buenos Aires, que cada año se ubican a la cabeza de ventas. Además de convertirse en punto de encuentro habitual, allí se expone el line up de modelos que se extiende desde los 350 cc a los 650cc, en una gama de precios de $ 5,5 a $ 13 millones, es decir lejos de los modelos populares pero muy competitivos con los de alta gama.
Esa decena de modelos que Simpa ensambla en el Parque Industrial de Pilar, donde montó la primera línea de producción fuera de la India en la más que centenaria historia de Royal Enfield, es prácticamente la oferta completa que la marca tiene para el resto del mundo, a la que se sumarán en 2025 los lanzamientos inmediatos. Pero una marca clásica tiene también sus clásicos, y la Himalayan 411 lo fue hasta que se dejó de vender y producir este mismo año, para dar lugar a su sucesora: la más potente, la más confortable y la más tecnológica Himalayan 450, la nueva estrella que promete ser un boom de ventas en el país.
El proceso de inicio de producción es largo. Puede significar hasta tres meses de trabajo que incluye el desarme pieza por pieza de una moto modelo que envía alguna de las tres fábricas en la India, para luego realizar el diseño de montaje adaptado a la línea local siguiendo los parámetros de calidad en una nave de 30.000 metros cuadrados. Todo este proceso de agregado de valor local, aunque mínimo, permite acogerse a la legislación vigente que otorga beneficios fiscales a aquellas unidades que logran al menos un 9% de integración de motopartes locales por un valor del 10% de la moto. Esto permite a proveedores nacionales sumar piezas como filtros, componentes eléctricos, defensas portaequipajes, protectores de óptica y otras pocas prestaciones.
Así sale de Pilar la Himalayan 450, una motocicleta multipropósito, tipo trail, diseñada para ser versátil y enfrentar distintos terrenos como rutas, senderos irregulares y terrenos accidentados, en una especie de revolución tecnológica como gustan resaltar en la marca. Este modelo se fabrica en Pilar desde octubre a un ritmo de 240 unidades por mes, en una línea de producción exclusiva que permite sacar una moto terminada cada 1.000 segundos atendiendo las exigencias de control de calidad que monitorea la casa matriz. Su precio a noviembre es de $ 8,6 millones, algo que pagan los cultores de estas máquinas teniendo en cuenta que las más similar en prestaciones de la competencia está varios millones por encima.
La familia de modelos también se integra con la entrada de gama de las 350cc con las versiones Hunter, Meteor y Classic, esta última sin dudas el gran ícono de la marca por tratarse de una moto que ya lleva más de 90 años en producción continua, con obviamente adaptaciones y actualizaciones pero con el mismo estilo clásico. Y ya en el tope de gama la exitosa plataforma 650 que tiene dos parejas gemelas -que por eso se llaman Twins- que se conforman, por un lado, con los modelos Interceptor y Continental, que son unidades de estilo más clásico retro y café racer, y después las otras Twins, Shotgun y Super Meteor, que se lucen por ofrecer en simultáneo el impacto de potencia y la facilidad de manejo.
Para alimentar aún más el espíritu marcario, se organizan periódicamente "rodadas" por el país para vivir la pasión por las Royal Enfield, y en particular The Himalayan Adventures está pensado para aprovechar al máximo esas motos en todo tipo de suelos y paisajes. Son experiencias de varias jornadas en distintos puntos de una larga geografía por recorrer y descubrir que retroalimenta las ventas por generar un sentido de pertenencia entre los usuarios que seguramente buscarán como próxima moto un salto dentro de la misma familia y un rango de precio similar.
Para además de pasiones, el mundo de la moto también debe atender el negocio para ser sostenible. Y en ese contexto el mercado local quiere ayudar con un repunte en el cierre del año que se advierte viene apalancado por las unidades de 150cc y menos, es decir las de rango de precios más accesibles que busca el gran público generalmente como alternativa de transporte. Para el segmento premium, el mercado podrá identificar caídas de hasta 25% según marcas y modelos, por lo cual en Royal Enfield reconocen que los nuevos lanzamientos y las mejores condiciones de importación son los que permitirán acercar los números a un equilibrio y encender la expectativa de un 2025 con récord de ventas.
En un mercado con complejidades hasta inéditas, como la falta de placas para el patentamiento, se vienen equiparando desde junio los niveles de ventas de 2023, después de un semestre que la industria califica como "malo", y para la marca esto significará terminar el presente año con 5.200 unidades entregadas, pero con un line up más completo y mejores volúmenes de stock para asegurar menores tiempos de entrega entre el momento de la compra y el inicio de una nueva aventura arriba de las dos ruedas.