Cientos de consumidores de drogas recorren desorientados las calles de Filadelfia, EE. UU., en un estado deplorable debido a los estupefacientes, entre los cuales los más populares son el fentanilo y la heroína. La situación no es nueva, pues en 2017 la BBC declaró la calle de Kensington como el “Campamento de drogadictos al aire libre”.
Este barrio de Filadelfia se vuelve viral otra vez por un video compartido en redes sociales por Kim Gary, un youtuber que se ha encargado de documentar la situación de todos los drogadictos del lugar.
Comentarios como “parecen zombies”, “alguien que pueda ayudarlos”, “murieron en vida”, aparecen en los videos compartidos por el youtuber en sus redes sociales.
“No solo tenemos personas de otras partes del estado, tenemos personas de otras partes del país que vienen hasta acá para comprar drogas. Desafortunadamente, se ha provocado una industria turística de heroína”, según Patrick Trainor, agente especial de la Agencia Antidrogas de EE. UU.
Según investigadores, miembros de la policía de Kensington han tratado de comunicarse con familiares de algunas de las personas que se encuentran deambulando en el lugar; sin embargo, las familias no han querido responder al llamado y ya dan “por perdidos” a sus familiares.
Lo que registran los videos de Kim Gary es solo la superficie, un diario: lo que está ahí a la vista. Los adictos y compradores ocasionales saben que la policía no molestará. Existe una curiosa tolerancia, quizás la decisión de permitir que todo se concentre allí. Y aunque parece que se tratara de una disposición oficial de las autoridades de la ciudad, se supone que no es así. Pero allí está la evidencia: esta calle de Filadelfia es peor que cualquier ficción, el callejón más oscuro, triste y perverso de un gran país.
Pero no es solo una calle. Kensington es un barrio de Filadelfia con herencia inglesa e irlandesa, considerado un estandarte de la clase trabajadora. Y si bien el problema ?con casos de sobredosis hasta en los baños de la biblioteca pública- se concentra en lugares como la Kensington Ave y Somerset Street, no existe un muro de contención. Tan solo la ilusión de que no irradie más allá, de que no derrame su fealdad y miseria al resto de la comunidad. Que todo quede en ese gueto, encapsulado. Es solo una ilusión.
A pesar de los intentos de desalojos por parte de las autoridades, los consumidores de drogas siguen rondando otras avenidas y la situación solo empeora, pues algunos de ellos se tornan muy agresivos.
El periodista, Alejo Schapire, de Radio Francia Internacional, quien también compartió el video en su cuenta de Twitter, difundió otro registro que evidencia una situación similar al norte de París. Se trata de la estación Stalingrad, la cual es llamada, por razones evidentes “StalinCrack”.