En 2021, Iara Correa y Maxi Brener decidieron dejar Buenos Aires y se mudaron a la paradisíaca ciudad de Tulum, en México. Desde allí, fundaron MAIARC Concierge, una empresa de servicio de conserjería de lujo. Los emprendedores explican que se encargan de acompañar a los clientes desde el inicio del viaje: los orientan, teniendo en cuenta sus ideas y deseos, para que vivan una experiencia placentera desde el minuto uno y se encargan de toda la organización del viaje.

“Trabajamos con viajeros de alta gama, organizando viajes y experiencias de primer nivel”, cuenta Correa. Dentro de los destinos que trabajan se encuentran Miami, Ibiza, Punta del Este y Tulum; pero organizan viajes a destinos exóticos y siempre a la medida de los viajeros. Por ejemplo, en su historial, destacan viajes personalizados para vivir la experiencia de la Fórmula 1 en Mónaco o eventos súper tops como Burning Man y Tomorrowland. 

“La clave es escuchar las expectativas y deseos de los clientes. Hay que tomarse el tiempo para entender qué quieren en detalle: organizar una fiesta privada, una navegación en yate, seguridad o choferes”, cuenta Correa. “Hacemos viajes a medida. Nuestros clientes buscan personalización e intentamos proponerles experiencias excepcionales: conseguirles una estancia en la playa, frente al mar, o tener una fiesta privada con un chef, bartender y un DJ de primer nivel”, añade Brener. 

Los emprendedores cuentan que por sus orígenes comenzaron con clientes de Argentina pero ahora se amplían a viajeros de todos partes del mundo. Aseguran que están en plena fase de crecimiento, después de un inicio que fue muy a pulmón. “El boca en boca es nuestra principal fuente de clientes y a ninguna experiencia VIP le decimos que no: si nos decís quiero ir a Arabia Saudita -un destino que quizás no es tan común- nosotros viajamos antes para buscar proveedores y también nos contactamos con especialistas en ese país -a los que llamamos asociados- que nos recomienden los mejores lugares” explica Bremer. 

Para los founders de MAIARC, contar con un experto en la organización de viajes de lujo hará más placentera la experiencia y garantizará que esté a la altura de las expectativas. Existen muchas variables a tener en cuenta al momento de comenzar a planear un viaje, no sólo se trata de elegir el destino. La organización requiere de tiempo y muchas veces los viajeros no cuentan con el tiempo suficiente, ni con los conocimientos requeridos para planearlo. “Una parte importante de nuestro trabajo consiste en pensar el viaje desde una mirada integral y despojar al cliente de cualquier preocupación que tenga que ver con la organización. Esa es la premisa: disfrute desde el primer momento”, destacan.

Además, Bremer explica que uno de sus eslóganes de la compañía es “elevate your experience”. “Hay mucha gente que tiene la capacidad económica pero no tiene el tiempo ni la creatividad para organizar un viaje lleno de experiencias”, asegura. Otro aspecto importante y diferencial es la privacidad de los viajeros. “Que los viajeros se sientan respetados en sus deseos de intimidad es relevante y prioritario en este tipo de travesías. Algunas experiencias incluyen desde la contratación de vehículos con chofer y viajes en jets privados, hasta el alquiler de superyates”, cuenta. 

Los superyates, por caso, son un nicho que en los últimos años está en crecimiento. Se trata de barcos de 40 metros de largo de estora y tienen tripulación al mando todo el tiempo. Es una mansión en el mar, con piscina, spa, gimnasio y helipuerto. “Es una experiencia de película, muchas veces un nicho al que acceden millonarios. Tuvimos varias experiencias y ahora estamos haciéndole más marketing, sobre todo en Ibiza donde está muy desarrollado”, cuenta Correa. Consultados por el valor de los superyates, el rango va desde los US$ 100.000 a US$ 1,6 millones por semana. “Hay mercado, hay clientes para todo”, cuenta Bremer. Además de la vida a bordo -donde en general también hay jet ski, motos de agua y paddleboard- la estadía en un yate permite moverse entre islas y desembarcar para recorrer, tomar reservas en restaurantes y otras actividades fuera del barco.  

Los emprendedores trabajan mucho con grupos pero también con parejas. Son viajes totalmente distintos desde el punto de vista de la organización. “La palabra experiencia gana terreno en todos los ámbitos y el turismo no es la excepción. Al target que apuntamos buscan lujo y excelencia. Tratamos de que se sientan como reyes”, dice Bremer. 

El viaje más exótico que hicieron fue al Mundial de Fútbol de Qatar, que llevaron en total 50 personas. Bremer explica que fue desafiante por la cultura y por no ser un país tan reconocido turísticamente. “Viajamos un tiempo antes de conocer y ver cómo podíamos dar el mejor servicio”, cuentan los emprendedores, que tienen base en Tulum y hace un año decidieron hacer de la compañía una empresa global.