Cuanto más investigues, prepares y practiques antes de la entrevista, mayores serán tus posibilidades de éxito. De hecho, cuanto mayor sea tu conocimiento del trabajo en cuestión, del sector y de tu posible empleador, más relajado y confiado te sentirás. La confianza en vos mismo te será muy útil en las entrevistas de trabajo, porque los entrevistadores se dan cuenta de ello. Si parecés seguro de vos mismo y hábil, te verán con buenos ojos.
Podés fortalecerte revisando a fondo la descripción del puesto, realizando las diligencias debidas sobre la empresa, investigando a los entrevistadores en LinkedIn, limpiando tu huella en las redes sociales, haciendo juegos de rol con las preguntas de la entrevista y preparando de antemano las preguntas que harás.
Sé cortés con las fechas y horario de la entrevista
Sé razonable y comprensivo a la hora de programar las horas de la entrevista. Pregunta educadamente a los entrevistadores qué días y horas les vienen mejor. Evita solicitar una reunión el lunes a primera hora o el viernes a última hora, especialmente durante el verano o en vísperas de un fin de semana festivo. Haciendo esto, la empresa reconocerá que eres empático y educado. Inmediatamente quedarás bien a sus ojos.
Leé atentamente la descripción del puesto
Una de las primeras cosas que debés hacer es leer detenidamente la descripción del puesto. Querés llevar la iniciativa, haciendo saber al entrevistador que estás bien informado sobre la empresa y los requisitos del puesto. Se agradece que puedas relacionar de forma clara y concisa tu formación con lo que se requiere para el puesto.
El entrevistador te preguntará: "¿Qué sabés de nuestra empresa?". Como preparación para la reunión, debés explorar el sitio web de la empresa e Internet para aprender todo lo posible sobre la empresa, su equipo directivo, sus productos y servicios y su reputación. También debés tener un conocimiento básico de lo que ocurre en el sector y de los retos a los que pueda enfrentarse la empresa. Demostrar que te has informado bien indica al entrevistador que eres inteligente, capaz y que te interesa la oportunidad laboral.
Averigua a quién conoces en la empresa
Echa mano de tu red para averiguar si tenés contactos en la organización. Si es así, acrcate a ellos y acribillales educadamente para obtener toda la información privilegiada que puedas, lo que te ofrecerá una ventaja competitiva. Si tenés una relación estrecha con una persona de alto nivel en la empresa, pedile que hable bien de vos a recursos humanos, al director de contratación o a cualquiera que participe en el proceso de la entrevista. La recomendación llegará muy lejos y te hará destacar, ya que esa persona ha respondido personalmente por vos.
Practica en voz alta tu discurso
Aunque sepas lo que hacés en tu trabajo y lo que hiciste en puestos anteriores, siempre suena mejor en tu cabeza que cuando lo decís en voz alta por primera vez. Para transmitirlo a la perfección en una entrevista, esboza un discurso de ascensor: un anuncio claro y conciso de entre 30 segundos y un minuto sobre vos mismo. Seguí practicando el discurso hasta que lo tengas en piloto automático. Aunque lo hayas ensayado muchas veces, evitá parecer un robot. La clave es dejar que brille tu yo genuino y auténtico.
Juega a responder a las preguntas más frecuentes de las entrevistas
Hay varias preguntas frecuentes en las entrevistas, como "Háblame de vos. ¿Dónde te ves dentro de cinco años? ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles? ¿Por qué querés trabajar para esta empresa? Contame un momento en el que te hayas enfrentado a un reto en el trabajo". Investigá este tipo de preguntas y jugá a responderlas con un amigo o colega, que pueda ofrecerte comentarios sinceros y constructivos sobre tus respuestas.
Realiza una búsqueda en LinkedIn de tus entrevistadores
Los entrevistadores y otras personas implicadas en el proceso de contratación echarán un vistazo a tu perfil de LinkedIn y buscarán tus publicaciones en redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram y otros sitios. Tenés que asegurarte de que no hay nada incendiario que pueda causar un problema.
Con el mismo derecho, deberías realizar una búsqueda online de los entrevistadores para saber más sobre ellos. Busca qué intereses y cosas tenéis en común. Por ejemplo, quizá vivan cerca, hayas ido a la misma universidad o sean seguidores de los mismos equipos deportivos. Hablar poco es una habilidad infravalorada. Es un superpoder. Si conocés bien a los entrevistadores, podés romper el hielo mencionando el partido de anoche. Crearás un vínculo rápido, que propiciará una conversación colegial mucho más excelente.
Obtén información privilegiada de tu reclutador
Pide a tu reclutador que te cuente todo lo que sabe sobre la empresa, la gente con la que te vas a reunir, la cultura corporativa y cualquier matiz que debas conocer. El cazatalentos sabrá si hay despidos en el horizonte, si los trabajadores están contentos o no y si hay rotación de personal. Si el agente de búsqueda trabajó con el director de contratación en el pasado, preguntale lo que necesités saber sobre esa persona, para que tengas una idea sobre el entrevistador antes de entrar en la sala o realizar la videollamada.
Qué hacer justo antes de la entrevista
No esperés hasta el último momento para realizar entrevistas de video con Zoom para comprobar la conexión a Internet, la iluminación, la calidad del sonido y el fondo. Del mismo modo, si vas a una oficina, planificá tu trayecto días antes de la entrevista para calcular el tiempo y asegurarte de que sabes adónde vas. Llega al lugar de la entrevista con antelación, ten a mano varias copias de tu currículum y vístete adecuadamente. Antes de que empiece la entrevista, date ánimos a vos mismo. Utilizá autoafirmaciones o mantras. Poné tu cuerpo en movimiento para que la sangre fluya y la energía fluya.
*Con información de Forbes US.