Barcelona tiene ese no sé qué, que enamora en la primera mirada… Epicentro del arte y la cultura, hoy la ciudad es un punto obligado a visitar si uno viaja a Europa por el crisol de nacionalidades que allí se reúnen y la hacen verdaderamente única, más allá de las creaciones de Antonio Gaudí que uno puede cruzarse mientras camina, siendo la más importante la Sagrada Familia.
Dueña de una arquitectura imponente y un clima ideal para ser visitada en cualquier estación del año, como todo punto turístico, cuenta con hotelería para todos los gustos, siendo el cinco estrellas ME Barcelona, de la marca ME by Meliá, que reúne las mejores prestaciones tanto para los que viajan en plan de amigos como para las familias y los corporativos.
Ubicada en una de las zonas más icónicas de la Ciudad Condal, junto a Passeig de Gràcia, el hotel presenta un espacio cosmopolita que propone una experiencia única, personalizada e inmersiva que conecta al huésped con el estilo de vida de la ciudad.
Cuando uno elige un lugar donde hospedarse lo primero que piensa es en la habitación, que será el espacio donde pasará mayor tiempo. En ME Meliá Barcelona son de categoría y cumplen con la invitación a vivir el concepto de “como en casa”, ya que todas están decoradas en tonos neutros, con líneas puras, grandes ventanales y luminosos baños.
De hecho, las suites de mayor rango cuentan con amplias terrazas, hidromasaje, y privilegiadas vistas a Plaza Cataluña o la Sagrada Familia, lo que hace que sean las más pedidas por los huéspedes que, durante sus vacaciones, priorizan despertarse con paisajes que llamen a salir en busca de nuevas aventuras y a explorar ciudades, hasta ese momento, desconocidas. Estas suites de categoría son las llamadas Suite ME+, que cuentan con masajes, entrenamiento personal, desayunos en la habitación y masajes en pareja incluidos.
ME Meliá Barcelona cuenta con cuatro bares y restaurantes: Belbo Terrenal (comida mediterránea), Belbo Fasto (gastronomía italiana), Belbo Luna (cocina de autor) y el Rooftop Bar, ubicado en el octavo piso, y que tiene espectaculares vistas a Plaça Catalunya (las mejores de la ciudad debería decir), donde se pueden consumir tapas de todo tipo y coctelería local e internacional. Todas las propuestas valen la pena, pero el Rooftop se lleva el primer lugar por la variada carta de tragos y comida, y por la visual, que es digna de fotografiar.
Como si servicios le faltaran a la propiedad, hay ocho salas de reuniones equipadas con tecnología de punta para hacer de la reunión o el encuentro que allí se lleven a cabo, una experiencia realmente inmersiva; un spa y un gimnasio equipado con aparatología de última generación.
El ME Meliá Barcelona ofrece un viaje cinco estrellas a través de los cinco sentidos, a través de los sabores, los olores y las vistas más emblemáticas de la ciudad de moda.