Desde diciembre, todo cambió para Luke Littler, cuando con solo 16 años llegó a la final del campeonato mundial de la Corporación Profesional de Dardos (PDC por sus siglas en inglés), convirtiéndose de la noche a la mañana en una celebridad en el Reino Unido.
Su cuenta de Instagram se disparó de 4.000 seguidores a más de 1,3 millones.
De repente, Littler se presentó en programas para hacer entrevistas junto a la actriz Millie Bobby Brown, recibió mensajes de David Beckham y se codeó con los jugadores de su amado Manchester United.
Sin embargo, mientras este fin de semana la Corporación Profesional de Dardos (PDC) llega a Nueva York para su evento anual U.S. Darts Masters en el Madison Square Garden, Littler, que ahora tiene 17 años, todavía se niega a aceptar su nuevo papel como representante del deporte.
“Tengo la popularidad, lo que es algo bueno”, dice Littler, miembro del ranking Forbes 30 Under 30 Europe de 2024. “Pero me encantaría que nadie sepa quién soy y seguir con mi vida como un don nadie”.
Eso parece inesperado, dado que la final del Campeonato Mundial fue el programa más visto -excluyendo el fútbol- de la historia de Sky Sports, con un máximo de 3,7 millones de espectadores.
Y “Luke the Nuke” se pasó los últimos cinco meses demostrando que el éxito no fue casualidad.
Su trayectoria en la final lo clasificó para la temporada de dardos de la Premier League, de 16 semanas de duración, en la que terminó la semana pasada en lo más alto de la clasificación, ganando la eliminatoria de final de temporada ante más de 14.000 fanáticos en el O2 Arena de Londres.
Récord de audiencias en la TV
Si bien Luke Littler perdió la final mundial de la Corporación Profesional de Dardos en enero, su llegada generó un récord de audiencia. Acá está la comparación con otros eventos (incluyendo fútbol, golf, cricket y boxeo) en Sky Sports.
“Para todos los escépticos, ¡hola!” gritó Littler al público durante su entrevista posterior al partido, en un raro arrebato de emoción. “¡Ya no dudan de mí!”.
El gran título le reportó a Littler ganancias por 350.000 dólares, lo que eleva el total de sus premios a algo más de 825.000 dólares desde enero. Cuando se combinan con avales, regalías y honorarios por presentarse, Forbes proyecta que Littler ganará más de 1,5 millones de dólares (antes de impuestos) en 2024.
Matt Porter, CEO de la Corporación Profesional de Dardos, predice que Littler terminará entre los tres que más ganan en este deporte a finales de año. “Realmente no miro los negocios”, dice el profesional sobre su potencial de ganancias. “Sólo juego a los dardos cada semana e intento ganar”.
Seguramente, al cumplir 18, se vendrán más oportunidades de negocio y dinero para él.
Hay que recordar que, con 17 años, no puede promocionar legalmente marcas de juego o alcohol, que son una piedra angular de la cartera de patrocinio de este deporte. Ni siquiera tiene carnet d
Su única asociación significativa hasta la fecha es con boohooMAN, una marca de ropa centrada en los jóvenes que nunca había trabajado con jugadores de dardos pero que, según dijo a Forbes: “Luke tuvo tanto éxito que es algo que estamos dispuestos a analizar más a fondo en el futuro”.
Dada su enorme popularidad y su atractivo para todos los públicos, se espera que Littler haga seis cifras este año gracias a un acuerdo con Target Darts sobre las ventas de su colección de dardos y camisetas. También puede llegar a cobrar más de 10.000 dólares por noche en concepto de honorarios por presentarse en eventos de exhibición.
Puede que ese tipo de ganancias no lo acerque a la lista de los deportistas mejor pagados del mundo (con ingresos mínimos en 2024 de 45,2 millones de dólares), pero es un dinero considerable para un adolescente, especialmente para Littler, que aún vive con sus padres en Warrington, una ciudad industrial del noroeste de Inglaterra.
Dice que su compra más importante hasta la fecha fue un paquete de cromos digitales de la serie de videojuegos FIFA. Lleva consigo una Xbox cuando viaja y pasa la mayor parte de su tiempo libre jugando online al FIFA o al Fortnite con sus amigos en casa, dejando todas las preocupaciones comerciales a su mánager. “Lo único que hago es subirme a un avión, dormir, jugar a los dardos y relajarme”, afirmó.
El llamado “efecto Luke Litter”, capaz de generar nuevos fanáticos de los dardos, podría significar aún más beneficios para Matchroom Sport, la empresa con sede en Brentwood, Reino Unido, propietaria de la PDC y, para el deporte de los dardos profesionales.
Ya es un negocio bastante rentable para Matchroom, que generara unos beneficios netos estimados de más de 28 millones de dólares en el año fiscal 2023 (que finaliza el 30 de junio) sobre unos ingresos de 63 millones de dólares.
Los dardos representan casi la mitad de los beneficios netos de toda la compañía, con unos ingresos totales estimados en 365 millones de dólares, que opera en boxeo, snooker y un puñado de deportes más.
El fundador de Matchroom, Barry Hearn, ex presidente de la PDC, calificó la gestión de Littler en el Campeonato del Mundo como un “momento Tiger Woods”.
“Los dardos son un deporte que no es tan popular”, dijo Littler. “Pero me alegra decir que lo hice un poco más conocido”.
Por sorprendente que pueda resultar el meteórico ascenso de Littler para el aficionado casual al deporte, Porter afirma que los miembros de la comunidad de darderos llevan años siguiendo su ascensión. A los nueve años empezó a competir en una academia de dardos cerca de su casa, ganando tanto que fue subiendo rápidamente de división hasta que con 13 años ya competía y ganaba pruebas para menores de 21 años.
Tuvo que esperar a cumplir los 16 para participar en el Campeonato Mundial Juvenil de la PDC, que no tardó en ganar, lo que le valió el pase al Campeonato Mundial senior.
En los torneos, Littler desarrolló una reputación de showman y dice que disfruta jugando ante grandes multitudes. Durante las eliminatorias de la Premier League, se convirtió en el segundo jugador de la historia del evento en conseguir un nine-darter, es decir, terminar una partida con nueve lanzamientos perfectos, el equivalente en dardos a jugar una partida perfecta. El otro fue Phil Taylor, 16 veces campeón del mundo y poseedor de muchos de los récords que Littler persigue ahora.
Lejos de la competición, Littler no parece afectado por los focos ni por el peso de las grandes expectativas. A veces, se lo puede encontrar sentado en la sala de prácticas jugando con su teléfono, practicando tan sólo 20-30 minutos al día mientras que la mayoría de los profesionales lanzan durante tres o cuatro horas. Cuando está en casa dice que no toma los dardos para nada.
Si bien fue cuestionado por sus compañeros de la PDC, Littler se desentiende de los comentarios sobre sus métodos de entrenamiento. Después del torneo de Nueva York, está deseando pasar unas vacaciones en Orlando, en Universal y Disney.
Dejó una reflexión sobre cómo los dardos cambiaron su vida: “Es uno de esos deportes raros. Estás ahí tirando a un tablero y venciéndote a vos mismo, creándote un legado".