Es posible que realices muchas de estas actividades sin saber que estás realizando algo muy beneficioso para tu cuerpo y para tu mente. Si no lo estás haciendo, estás a tiempo de empezar. Algunas de ellas quizás no resultan muy agradables, o no estás acostumbrado a ellas, pero quien algo quiere algo le cuesta. Creá tu propia disciplina siguiendo estas sencillas actividades:
Date una ducha fría por la mañana
Por supuesto, el agua fría es una de las grandes enemigas de la humanidad. Obligarte a enfrentarte a un desafío como tal requiere muchísima disciplina, pero también valentía. No es algo fácil, ni tampoco es cómodo y divertido, así que simplemente hacelo y no le des muchas vueltas.
No tenés que estar 10 minutos, incluso si lográs aguantar 30 segundos está bien. Empezá tu día obligándote y evitando el deseo de darte una ducha cálida. Será duro, pero no hay nada mejor para construir disciplina.
Meditá durante 10 minutos
La meditación puede parecer un método extraño para construir disciplina. Parece que lo único que tenés que hacer es sentarte y no hacer nada. La verdad es que esto no es así en absoluto.
La meditación requiere una gran disciplina mental, un control sobre tu mente y tus pensamientos. Necesitás despejar tu mente, centrar tu cuerpo y reconectar con tu respiración. La meditación ayuda a conectar con vos mismo, y resulta mucho más difícil de lo que puede parecer a primera vista.
Hacé ejercicio
No tenés que pasarte toda una hora haciendo ejercicios nada más amanecer, pero la actividad física te hará sentirte muy poderoso durante todo el día. Por supuesto, es complicado hacer deporte por la mañana, pero es una de las mejores formas de construir disciplina.
Si lo hacés antes del desayuno y luego te das una ducha fría, ya habrás construido más disciplina en 1 hora que muchas personas a lo largo de todo el día.
*Nota publicada en Forbes España