El camino del emprendimiento va de la mano de la naturaleza para él. Desde los 18 años comenzó a desarrollar una serie emprendimientos con foco en la sustentabilidad los cuales hoy han evolucionado a un innovador modelo de negocio que le ha permitido a Thomas Kimber aumentar tanto su presencia a nivel global como el impacto positivo que genera en el medioambiente a través de su empresa.
Kimber es un joven de 33 años que busca hacer los productos que el mundo quiere con los estándares que el planeta necesita. El CEO y fundador de Karün busca cambiar la forma en el que el ser humano mira al mundo a través de anteojos de sol y lentes ópticos realizados a base de productos reciclados desde la Patagonia chilena.
Tras el primer evento de Karün en la Argentina, espera con ansias el desembarco de las nuevas colecciones en el país entre septiembre y octubre de este año.
“Ha sido un sueño para nosotros desde que empezamos, el poder llegar a la Argentina. Con este país compartimos la Patagonia. Admiramos mucho la cultura local y el potencial que hay aquí. Llegamos en el 2020, en plena pandemia, eso hizo que tuviéramos dificultades, como las tuvo todo el mundo; pero con el equipo que tenemos acá y la buena recepción de los ópticos pudimos ser resilientes y salir adelante”, dijo.
El propio dueño de la marca fue quien recibió a esos ópticos durante los cuatro buying days que se desarrollaron desde el 22 al 25 de agosto en el Dazzler Polo, ubicado en pleno corazón de Palermo, para dar a conocer a profesionales de todo el país lo que la marca traerá próximamente al país.
“Para nosotros es súper importante esta instancia porque Karün no es solo un producto con cierto material reciclado. Karün implica una forma diferente de abordar el negocio y de entender el mundo y cómo interactuamos con el medioambiente. Es aplicar esa mirada a los negocios. Nuestra marca es muy profunda”, expresó.
Además de contar con Kimber para recibir a los ópticos, el equipo de la marca brindó capacitaciones especiales para que los ópticos e invitados conozcan de cerca lo que hay detrás de Karün.
“La calidad de nuestro producto está a la altura de las mejores marcas”, agregó Kimber que, tras 10 años en el mercado, logró dar con un producto a la moda, de alto nivel y con conciencia del medioambiente. Algo que a Thomas lo enorgullece y mucho es que Karün es, además, una empresa con trazabilidad absoluta y transparencia en la emisión de CO2, sistema que llegará a la Argentina en el próximo año.
“En los años 80, la sociedad empezó a exigirles a las empresas que transparentaran los elementos nutricionales que traían los alimentos que uno consumía. Fue tras varios años de lucha que Estados Unidos reguló que los alimentos tenían que tener un rótulo con la información nutricional de ese producto. Hoy en día es algo muy común. Yo tengo la transparencia de saber qué estoy ingiriendo. Si pensamos en la crisis ambiental, todavía no existe información para que uno como consumidor pueda ir, comprar un producto y ser consciente de lo que uno está emitiéndole al planeta. Por lo tanto, nosotros tomamos la decisión de hacer dos cosas. Por un lado, desarrollar el Sistema de Trazabilidad Karün en el que cada anteojo de la marca viene con un código que tu escaneas y puedes ver exactamente quién, cuándo y dónde recolectó cada parte de esa materia prima y todo el recorrido que hizo alrededor del mundo antes de llegar a tus manos. Trazabilidad y transparencia absoluta. Por otro lado, tienes rotulado en la caja, cuál es la equivalencia en CO2 que ese producto en particular emitió”.
Mientras que muchos miran este tipo de empresas de costado y aducen que los precios de producción son difíciles de mantener, Kimber llama a la reflexión. “Depende cómo miramos los costos. Hay uno que pocas empresas tienen en cuenta y ese es el que este producto tiene para la sociedad y el medioambiente. Las empresas tradicionales dejan de lado estos precios. Cuando una empresa como la muestra entiende esos costos, uno está dispuesto a ir más allá para poder cubrirlos. Se puede construir un negocio que sea rentable, que deje márgenes positivos y que al mismo tiempo vaya internalizando esos costos sociales”, explicó.
Kimber sabe lo que quiere. Tras 15 años de emprendedurismo, de aciertos y desaciertos, de caídas y de éxitos, hoy puede sentirse orgulloso de lo que ha logrado con su marca que celebra su segundo desembarco en la Argentina sin distanciamiento y con ansias de mucho más.
Karün es un concepto que avalan empresas como Más Visión, a quien se alió para expandirse alrededor del mundo y comercializar sus productos; National Geographic (a quien la marca le hace sus anteojos oficiales) y hasta actrices como Shailene Woodley que llevó su lucha por el Medio Ambiente a una colección propia de anteojos que es una de las más vendidas en el país.
Karün significa “ser naturaleza”, una invitación para quienes lucen y venden los modelos de la marca a mirarse y a mirar el mundo desde otra óptica; a ser y vivir en naturaleza, tal como Kimber hace desde que comenzó a emprender con conciencia del medioambiente.