Si hay una palabra que define a Iván Frutos es empatía. Nació en Venado Tuerto y, desde hace 6 años, reside en Madrid.
Prácticamente desde siempre, casi toda su vida estuvo vinculada a la cocina: primero, cuando muy joven viajó a Buenos Aires donde supo crecer en un emprendimiento de catering para embajadas y aerolíneas, luego con su proyecto De Los Frutos, en la zona de Retiro.
Años más tarde, un amor lo llevó a mudarse a Barcelona donde además continuó estudiando para poder desentrañar, comprender y mejorar la forma en cómo se trabaja el servicio en el sector de la hostelería.
Hoy acompañamos a líderes para transformar esta industria, ya que necesitamos más escucha, empatía, agradecimiento y foco. Es algo necesario porque, tanto en España como en otros destinos, las personas ya no eligen trabajar en hoteles o cocinas; prefieren irse a otras empresas donde se paga más y trabajan menos horas que en un restaurante, revela.
Hoy, el propósito más importante de la vida de Frutos es humanizar la hostelería a través del liderazgo que hay en cada lugar de trabajo.
Uno de cada cuatro empleados corre un alto riesgo de agotamiento profesional, a lo que hay que añadir un número similar de personas con problemas de salud física o psicológica relacionados con el estrés.
Creemos que detrás de cada mesa servida hay un anfitrión que sirve para mejorar el mundo, sostiene Iván Frutos, que además de cocinero, empresario y compañero de trabajo es uno de los destacados embajadores europeos de The Burnt Chef Project, una asociación sin fines de lucro dedicada a la mitigación del estigma en torno a la salud mental en el sector de la hostelería, lo que muestra su determinación por crear ambientes más saludables.
Recientemente, Frutos dejó su huella en diversas ciudades de Argentina, como así también lo hace en París, Barcelona y su actual residencia, Madrid, donde asesora y trabaja en desarrollo de habilidades de liderazgo para gastronómicos y hosteleros de restaurantes, muchos de ellos, con estrella Michelin.
Además de su rol de Ambassador -son cinco en el Team Europa-, es profesor del Máster de Dirección y Gestión de Restaurantes en Barcelona Culinary HUB, una de las más prestigiosas instituciones europeas de formación gastronómica.
También, es miembro del Grupo Planeta y de Talent Class Madrid, donde Frutos comparte su conocimiento y experiencia con la próxima generación de líderes de la hostelería, contribuyendo al crecimiento y desarrollo del sector.
Desde ese lugar, Frutos explica que hablo de hacer la hostelería un poco más amable, sostenible y sobre todo poner el foco en las personas, insiste y cuenta que en esta industria pasé por todas las posiciones: he tenido negocios, he sido empleado, he limpiado baños, he atendido reyes" pero pone énfasis diciendo que "este sector de la industria se ha olvidado de las personas, se ha olvidado de reconocer, escuchar, preguntar.
Entre los propósitos que tiene su rol como líder en la industria, es enseñar a cada líder a que aprenda a dominar habilidades fundamentales como la comunicación asertiva y efectiva, la gestión eficiente del tiempo, la motivación y el reconocimiento personal.
Mi misión es terminar con viejos mitos y cambiar paradigmas para ayudar y acompañar a dueños, líderes, cocineros y equipos de trabajo.
Lo de Frutos no es solo declarativo, trabaja con ahínco en el aumento de la motivación y compromiso; autoconocimiento y gestión emocional para poder manejarse de manera efectiva; sumar confianza, alineación, mejorar las relaciones y poner foco en crear una cultura de servicio sostenible a través de los colaboradores.
Sostiene que las personas que dejan su puesto laboral lo hacen por tres motivos: el primero es por un mal clima laboral; el segundo es por falta de reconocimiento o valoración del jefe: las personas dejan los trabajos por el jefe o líder que tienen directo y el tercero por falta de oportunidades tanto en el desarrollo personal como profesional.
"Casi un tercio de los empleados manifiesta su firme intención de abandonar la empresa, y una cuarta parte se siente psicológicamente desvinculada de la organización y de su trabajo, con un ojo puesto en la puerta de salida." dice un informe de The Burnt Chef Project.
En tal sentido. Frutos hace hincapié en la importancia de crear espacios de trabajo donde la persona sino cumple con ciertas normas, se sienta segura a dar su opinión y que la escuchen, que haya espacio para la escucha.
Sobre el punto, agrega que estos valores que son muy importantes en la industria, hoy se están empezando a cultivar porque vemos por ejemplo que, en los restaurantes donde hay un buen clima laboral y en otras industrias también, aumentan la productividad y la satisfacción laboral, lo que genera equipos más comprometidos; además se fidelizan e incluso recomiendan ese espacio para trabajar con sus colegas.
Actualmente, las nuevas generaciones también tienen otra mirada acerca del trabajo y, en tal sentido, Iván proponer escuchar.
Hoy, a la hora de priorizar para elegir un trabajo, el salario está en un cuarto lugar, hoy muchos priorizan si el trabajo les demandará una jornada de ocho horas o jornada partida; valoran si van a tener servicio de coaching o de psicología, si tienen un gimnasio pago, si les pagan las horas extras, sostuvo.
Según algunos datos de empresas, detalla que, sobre todo en los últimos dos años, la generación más joven no pregunta cuánto cobrará sino qué beneficios le dará la empresa a los colaboradores.
Respecto al estigma de la salud mental en la cocina, Frutos reveló que, a través de la fundación en la que trabaja, hay evidencia de que cuatro de cada cinco hosteleros, tanto de cocina como de sala, sufrió un problema de salud mental: ansiedad, ataques de pánico, alcoholismo, drogadicción. Humanizar también implica estar presente y poder detectar las señales, finalizó.