Con la temporada en pleno desarrollo, algunas novedades de los principales centros de esquí. Gastronomía y propuestas premium para disfrutar del invierno.
Entornos privilegiados, circuitos turísticos de gran atractivo y la nieve son los principales encantos que tienen los destinos top de vacaciones de invierno. Con el descenso de la temperatura, los centros de esquí se tiñen de blanco. Para esta temporada, con nevadas tempranas y consistentes, se espera que tengan una buena performance, con la combinación de buena nieve y nuevas actividades para atraer a los distintos tipos de turistas. En promedio, estiman un 15% más de turistas.
Es por eso que el Cerro Catedral, en el corazón de Bariloche, ya se prepara para recibir a los casi 600.000 viajeros que desembarcan cada invierno. El complejo de montaña más antiguo de la Patagonia argentina tiene unos 120 kilómetros de pistas. Además, ofrece atractivos como polo en la nieve, deslizamiento en gomones y trineos, travesías con raquetas por el bosque y BMX, una experiencia a bordo de bicicletas con tablas para descender a toda velocidad por las laderas de la montaña. En este entorno privilegiado, la Villa Catedral ?en la base de la montañá es una ciudad aparte que permite disfrutar de una experiencia completa: 14 paradores de montaña, 7.000 camas de hoteles y hosterías, estacionamientos, posta sanitaria, centro comercial, kids club y guardería.
En tanto, los que prefieren hacer base en la ciudad tienen a tan solo 19 kilómetros San Carlos de Bariloche, uno de los lugares emblemáticos del invierno local. Ofrece una amplia variedad de hospedajes y gastronomía. Sus platos típicos, como el cordero, la trucha, el conejo y el salmón, son parte de una experiencia completa. También, los regionales ahumados, la cerveza artesanal ?una costumbre que instalaron los inmigrantes alemanes que desembarcaron en esas tierras? y el chocolate en rama.
A pocos kilómetros de Bariloche, se encuentra Chapelco, en la pintoresca ciudad de San Martín de los Andes. El centro de esquí da, este año, un salto clave para su prestigio internacional al hacer alianza con POW (Protect Our Winters), la ONG que procura reducir el impacto del cambio climático. Le sobran razones para tener protagonismo: sus 1.600 hectáreas esquiables y su pendiente de hasta 45 grados seducen a exigentes. Además, cuenta con toda la infraestructura y el encanto de la ciudad de San Martín de los Andes, a 20 kilómetros, bañada por las aguas turquesas del Lago Lacar.
En la localidad que conserva rasgos de pueblo alpino ?con construcciones de piedra y maderá hay una diversidad de casas de té, restaurantes con la mejor cocina regional y bares con cerveza artesanal, para relajarse después de un día en las pistas.
Cerro Bayo, en Villa La Angostura ?un pueblo de montaña rodeado de bosques milenarios y espejos de aguá, es el único ski resort boutique de Argentina, sinónimo de lugar amable, exclusivo, con pistas y traslados menos congestionados. Cuenta con 280 hectáreas de superficie esquiable más 180 hectáreas de Provinciales. Para los más experimentados, ofrece un descenso máximo ininterrumpido de 6.000 metros; 14 kilómetros de pistas esquiables y más de 4 kilometros de fuera de pista con magníficas vistas al Nahuel Huapi y a la villa turística. Así tiene un total de 15 medios de elevación y 31 pistas con cuatro niveles de dificultad. Un punto diferencial en cuanto a la oferta para el esquiador novato es que las pistas para principiantes se encuentran a 1.500 metros de altura, lo que posibilita contar con nieve óptima durante toda la temporada. Por otro lado, y para los más avanzados, el fuera de pista de Provinciales está totalmente señalizado. La inauguración reciente de la Telecabina Cumbre lleva a los esquiadores hasta el punto más alto del centro (1.815 metros sobre el nivel del mar), en un moderno medio de elevación.
Para todos aquellos que van a la montaña pero no son fanáticos del esquí, Cerro Bayo ofrece tubbing ?con cuatro carriles de pista para deslizarsé, o bien practicar una increíble caminata sobre raquetas y descubrir las especies botánicas que alberga la montaña.
En Mendoza, el Valle de Las Leñas también espera la temporada. En el corazón de la Cordillera, su cumbre se lleva el récord de altura de Argentina y su snowpark, que suma 17.500 hectáreas, fue diseñado sobre una idea de Jim Mangan (creador de los principales parques en Estados Unidos). Cuenta con 29 pistas de esquí distribuidas en 230 hectáreas de terreno óptimo para deportes de nieve. Entre estas pistas, se destaca un descenso ininterrumpido de 7.050 metros que conecta las pistas Apolo, Neptuno y Venus, y se convierte así en el favorito de los expertos, además de sus imperdibles fueras de pista para los más avezados. Y es el único ski resort que permite zambullirse en la alta montaña a la luz de la luna. Una de las salidas imperdibles es la Bajada de las Linternas: al atardecer, después de las clases infantiles, suben a la cima de la pista Eros I con linternas en sus cascos y descienden.
Al sur se encuentra el centro de esquí más austral del mundo. El Cerro Castor posee pistas avaladas por la Federación Internacional de Ski, por eso recibe a deportistas de Francia, Italia y Suiza. Inaugurado en 1999, se encuentra ubicado a 26 kilómetros de Ushuaia, a 195 metros sobre el nivel del mar y con una cima a 1.057 metros. Posee 34 pistas con diferentes niveles de dificultad, 12 medios de elevación, un snowpark, un circuito de ski cross, un área para principiantes y fuera de pista. Todo en un predio de más de 650 hectáreas esquiables. Además cuenta con una pista de patinaje sobre hielo, y una amplia red de nieve artificial, garantizando nieve hasta la base durante toda la temporada.
Diverso y variado será el calendario de eventos y actividades especiales para esta temporada. Entre las novedades, se destaca KIA Drive Challenge, donde la premisa será descubrir los secretos de la conducción en una de las superficies más difíciles, y la carrera Mountain Do - Fin del Mundo, un evento de carrera de montaña pionero en Brasil, que tiene inspiración en la fusión de las carreras populares de calle con las tradicionales carreras europeas de la región de los Alpes suizos, italianos y franceses, en la década del 90.
Al otro lado de la montaña
Los cerros chilenos también esperan la llegada de los turistas. En Chillán se confluyen cinco elementos de unas vacaciones de invierno perfectas: nieve, la pista más larga de Sudamérica (de 13 kilómetros), aguas termales, bosques vírgenes y resorts de lujo. Sus pistas reciben a los turistas que practican el deporte blanco en todos sus niveles, incluso cross-country y randoné. Este año se inaugurarán dos nuevos espacios para el après ski: un lounge ubicado en una terraza con música en vivo y un bar de cerveza, al que se puede llegar esquiando.
En tanto, Portillo, en plena Cordillera, es una fiesta para los que buscan desconectarse en un paraíso nevado, lejos de la urbe. Y conectarse con la naturaleza, el relax, la intimidad familiar, la adrenalina del deporte y de la diversión. Está a 164 kilómetros al norte de la capital Santiago y a 3 de uno de los cruces fronterizos que unen Argentina y Chile. Lo frecuentan deportistas de los principales equipos olímpicos como Austria, Canadá y Noruega. En 1966, fue sede del único Mundial de Ski realizado en Sudamérica.