Sonreír. Disfrutar. Sentir. Conocer? Cuatro sensaciones que en Caviahue, provincia del Neuquén invita a vivir. A 360 km de la capital provincial, y a 1.500 km de la ciudad de Buenos Aires, a la vera del Lago homónimo, está este pequeño y cálido poblado que cuenta con todo lo necesario para que la estadía sea inolvidable. Entre un abanico de actividades a desarrollar, hay una experiencia desde Caviahue para acceder a la cima del Volcán Copahue, una excursión única en su tipo, que se realiza en motos de nieve, con guías especializados y sin grado de dificultad, para todas las edades.
Cuando se observa el paisaje patagónico, con las siluetas de los volcanes cordilleranos, Caviahue se impone como un destino obligado en la Ruta del Pehuén. Desde el empalme de la mítica ruta 40 con la Ruta Provincial 27, a 130 kilómetros, se halla este rincón precordillerano con excelentes propuestas que permiten explorar la identidad local, de herencia mapuche, a través de su rico patrimonio natural, donde las Araucarias manifiestan su ancestral presencia, su gastronomía típica en la que priman las preparaciones con ciervo, jabalí y truchas y el fulgor y calidez de su comunidad.
Reconocida mundialmente por sus termas, las que lucen todo su esplendor de diciembre a mayo. También tiene atractivas pistas de esquí, que de mayo a septiembre se predisponen para quienes gustan de la actividad. Pero Caviahue, como pueblo nieve, tiene mucho más, son 30.000 hectáreas de manto níveo, un paisaje que se abre en toda su extensión para ser explorado hasta los límites mismos de la geografía. Al teñirse de blanco es cuando la pureza y la paz se apropian del lugar, y allí surge la invitación de conocer otro lado de este encantador sitio: los recorridos en motos de nieve, simulación casi perfecta de una experiencia casi antártica.
La propuesta permite desvelar una belleza particular, otra manera de explorar el vasto paisaje albino. Teniendo como destino el reconocido volcán Copahue, límite natural entre Argentina y Chile, el recorrido de alta montaña comprende varias paradas que incluyen lagunas congeladas e iglús, en un sinuoso camino con espectaculares puntos de observación que sorprenden entre las múltiples subidas y bajadas de su trayecto.
Paseos para toda la familia
Caviahue propone tres excelentes opciones que conceden la sensación de dominar y conquistar, el extenso horizonte blanco que se apropia de todo aquello sobre la superficie; una aventura que empieza al ascender en la moto de nieve, luego de una instrucción para dominarla por parte de los guías locales, y salir por las luengas sendas. Lo destacado de esta actividad es que la edad no representa impedimentos, los más pequeños, hasta los más grandes, todos tienen lugar en esta experiencia que está pensada para cumplir con las expectativas de quienes deseen incursionar en la profunda blancura.
Entre lagunas e iglús
Las excursiones en moto de nieve pueden tener diferentes opciones de duración: de 45 minutos (opción corta), de 1 hora (opción media) o de 2 horas (opción larga). Los recorridos medio y largo brindan una verdadera experiencia cuasi-antártica. Hacia el mes de agosto, arriban en las afueras de Caviahue quienes comienzan su entrenamiento pre-antártico. Su presencia allí ofrece la posibilidad de conocer sobre esta etapa de preparación y acceder a iglús y cuevas que ellos mismos construyen para pernoctar dos noches, como mínimo, durante la maniobra.
Pero la travesía aún continúa? Poco antes del hito, que con toda su mística declara el límite entre Argentina y Chile, se cruza una de las áreas más llanas que el recorrido ofrece. Se trata de las mellizas, dos lagunas naturales que proveen de agua a Caviahue todo el año y que ceden ante las bajas temperaturas convirtiéndose en una pista de hielo y nieve para ser transitadas. Desde allí, poco queda para alcanzar el destino: la cumbre del Volcán Copahue.
Para alquilar balcones, de hielo
Como si ascender a un volcán, llegar a su cumbre a 3000 metros de altura sobre el nivel del mar, rodeados por un paisaje iblanco que contrasta con las vaporosas y humeantes aguas que se concentran en el cráter fuera poco, existe un glaciar que se predispone como un imponente balcón de hielo que invita a una de las postales más bellas, al despertar de todos los sentidos.
La imagen, que acompaña el descenso con inmejorables vistas de todo el entorno, comprende colosales volcanes como el Domuyo y el Lanín, del lado argentino; y chilenos como el Antuco, Villa Rica y el Callaqui, fieles representantes de la monumental Cordillera de los Andes, que se conjugan con la panorámica de la localidad de Caviahue y el área de la Reserva Natural, engalanada por el lago homónimo, que se halla sobre la base de un volcán madre que lo dotó de su peculiar fisonomía en forma de herradura.