Es un destino ubicado a 2681 km de Buenos Aires que se encamina a ofrecer muy pronto sus increíbles jornadas con 17 horas de luz. Pero antes de que llegue el verano, El Calafate tienta a los viajeros con opciones para disfrutar de una primavera con combos de aventura y descanso en proporciones a medida, con el Glaciar Perito Moreno (Patrimonio Mundial de la Humanidad según la UNESCO), como maravilloso telón de fondo.
Para conocer, o redescubrir, ese marco natural de belleza atrapante cuando ya quedaron atrás los días de frío más riguroso, hay opciones de alojamiento amigables para bolsillos de todos los tamaños. Aquí, 7 propuestas para organizar una escapada a El Calafate en octubre o noviembre.
Rango medio
En el año 1986 el matrimonio conformado por José Dogliotti y Olga Campos llega a El Calafate, y elige un terreno que para ese entonces quedaba alejado del centro del pueblo. Quería vista al lago, camino al Glaciar. Cuatro años después, con un crédito para emprendimientos hoteleros gastronómicos ambos construyen las primeras 20 habitaciones de su proyecto familiar.
Desde 2004 bajo la administración de la cadena Tremun, temporada tras temporada el hotel creció en servicios y capacidad. Pero algo se mantiene intacto: con el azul del Lago Argentino omnipresente y la tibieza de meriendas con tortas fritas recién hechas en el parque, Mirador del Lago convoca a parejas, familias, grupos de amigos y viajeros solitarios para que se lleven un recuerdo inolvidable de su estadía.
Un total de 68 habitaciones disponibles todo el año se ofrecen como refugio para los visitantes, en formato Standard y Superior, a las que se suma una Suite Especial de 70 m2 con un gran balcón sobre el lago. Todas están cobijadas por un parque de 10.000 m2 rodeado de álamos y se complementan con un restaurante excelente en el que relucen las entradas y los platos principales con carne de guanaco.
“Nuestros platos estrella son las empanadas de guanaco (es una carne que se adapta a varios tipos de cocciones: cazuelas, grillados, carpaccios, escabeches), el cordero braseado, el raviol de trucha y, dentro de los postres, especialidades con chocolate y el soufflé de calafate, el fruto típico de la zona”, detalla Máximo Álvarez Castillo, Gerente de Alimentos y Bebidas de Tremun Hoteles.
Para compensar la ingesta de esos manjares, los huéspedes más intrépidos podrán, entre el fin del invierno y el comienzo de la primavera, caminar apenas unos metros desde el hotel hasta la costanera y acceder a la zona de patinaje sobre hielo. El Club Andino de El Calafate ofrece alquiler, tanto de patines como de trineos para surcar la superficie congelada.
Si el espíritu de los viajeros es menos arriesgado, también hay opciones para pasarlo genial. El hotel cuenta con bicicletas en alquiler, culipatines que prestan a los huéspedes para que vivan la nieve bien de cerca y el fogón que un par de tardes cada semana aúna a argentinos y extranjeros alrededor de fuentes de las tortas fritas, azucaradas, crujientes y tibias, hechas en en vivo.
“Nos enorgullece y emociona ser mucho más que un lugar donde los pasajeros vienen a dormir. Nos encanta ver cómo la gente disfruta de estos encuentros al aire libre, y también cuando vemos, como nos ha pasado muchas veces, tres generaciones de una misma familia que nos eligen para compartir sus días de descanso”, asegura Virginia Galli, gerenta del hotel.
Mirador del Lago propone, en octubre, alojamiento en habitación doble Standard desde $ 26.700 por noche.
Muy cerca, en la Villa de los Glaciares, Calafate Parque Hotel se destaca por su restaurante, su spa y su acogedor living con hogar a leña que invita a quedarse. El primero, Patagonia DOC, ofrece una amplia variedad de tragos, cafetería y especialidades de cocina regional, con gran carta de vinos argentinos. El segundo tiene sauna, jacuzzi, gimnasio, sala de relax, baño finlandés y gabinetes para masajes, a cargo de un staff de profesionales que asesora sobre terapias y tratamientos.
El hotel cuenta con 50 habitaciones en dos categorías, Standard (48) y Suites (2). Las Standard son dobles, triples y familiares, y están equipadas con TV por cable, wifi, minibar, calefacción, sommiers King Size, caja fuerte y amenities. Las Suites, en tanto, suman al cuarto una sala de estar y permiten el acceso a personas con movilidad reducida.
Hay room service, desayuno buffet con pastelería artesanal, Internet Point y viandas para excursiones. Para el mes de octubre, las tarifas del Calafate Parque Hotel arrancan desde los $ 27.300 por habitación, por noche.
Una propuesta sustancialmente distinta es la del hotel de campo Kau Yatún, que seduce especialmente a los amantes de la naturaleza y lo autóctono porque invita a vivir la experiencia de alojarse en una estancia patagónica, pero a pasos del centro de El Calafate.
Es que a apenas 600 metros de los comercios, el paraíso de vegetación y fauna de la estancia 25 de Mayo sorprende a los visitantes y los acerca a la historia de los pioneros de la Patagonia porque se enlaza desde el origen con las primeras familias que poblaron la ciudad.
El hotel cuenta con 42 habitaciones en tres categorías: Standard, Superior y Suites. Todas tienen hermosas vistas a un gran parque, pero las Standard se diferencian porque forman parte del núcleo más histórico del hotel; las Superior tienen mayor superficie, escritorio, zona de estar, amenities ecológicos, minibar y servicio de té y cafetería sin cargo.
Finalmente, las suites fueron construidas recientemente en el sector antiguo del hotel, con excelentes detalles de decoración, mobiliario de época y piso de madera, living de recepción e hidromasaje.
El desayuno buffet, las delicias ofrecidas en el Open Bar y el room service llevan el sello de los sabores patagónicos recién cosechados, porque el hotel tiene huerta propia. El Alambique Resto Bar es otro espacio gastronómico del Kau Yatún, un ambiente campestre y refinado a la vez, con delicias y vista al parque.
Otro punto destacable de este alojamiento es la oferta de bicicletas mountain bike y computadoras para los huéspedes, lo que se complementa con el contacto con las tradiciones patagónicas como el arreo y la esquila de ovejas. Pero, además, un sendero autoguiado dentro del casco de la estancia permite que los niños disfruten especialmente porque pueden ver de cerca a los animales más característicos de la región.
En octubre, las tarifas por noche en habitación doble parten en Kau Yatún de $ 21.750.
Segmento económico
Desayuno buffet patagónico con patisserie artesanal, cercanía con el centro, wifi y TV en cada cuarto y servicio atento a los detalles son algunos de los imanes que exhibe Sent Calafate, hotel con 48 habitaciones que en octubre tiene tarifas a partir de $ 11.700 por noche, y en noviembre, desde $ 15.000.
Si la idea es gastar menos, un hostel y un Bed&Breakfast pueden ser la solución. En el primer caso, Calafate Hostel propone un sistema de combos que, además del pernocte, incluyen los transfers y en algunos casos también excursiones. El abanico de alternativas arranca en US$ 60 por persona con base doble, a cambio de dos noches de un apartamento para hasta 4 viajeros, con vigencia hasta el 31 de octubre. Desde el 1° de noviembre, US$ 75.
Calafate Hostel tiene un restaurante estilo fonda, con platos argentinos tradicionales (milanesas, bifes de chorizo, pastas) y abundantes.
En cuanto a la modalidad B&B, Ariel está ubicado a 2,1 km de la Terminal de Micros, cerca del Museo Regional y de la laguna Nimez, Reserva Ecológica Municipal. A través de la plataforma Booking, ofrece room service y desayuno buffet, con un costo para octubre de $ 7.157 más $ 1.503 en impuestos por una habitación para dos personas.
De lujo
Para quienes buscan un servicio premium, Los Ponchos Hotel Boutique los espera con una cabaña, 1 departamento, 1 minicabaña, 1 buhardilla (ideal para familias con niños y con vista al Lago Argentino) y 8 galerías, que son habitaciones en dos pisos, con living.
El hotel -que tiene bar con comidas rápidas, ensaladas, sandwiches y pizzas- abre el 1° de octubre y se mantiene operativo hasta el 30 de abril, con tarifas que arrancan en los US$ 350 por noche a cambio de descansar en sus cuartos, signados por una decoración y una arquitectura moderna y elegante.
Ya sea con formato Bed&Breakfast, hostel, hotel o alojamiento premium, esta primavera El Calafate abre sus puertas a los fríos hielos con la mayor calidez.