Quién es Liu Shaochuang, el científico detrás de la protección de los últimos camellos salvajes
El camello está en la lista roja. Solo quedan 1.000 ejemplares deambulando por grandes extensiones de desierto. Para detectar sus amenazas y armar estrategias para protegerlos, el científico Liu Shaochuang puso en marcha tecnología espacial.

La tecnología más innovadora se pone al servicio de uno de los animales más legendarios del planeta. El especialista en teledetección Liu Shaochuang, uno de
los cinco Laureados de los Premios Rolex a la Iniciativa 2023, se propuso rastrear por satélite a los camellos salvajes, clasificados como especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

En la actualidad solo quedan unos 1.000 ejemplares. Llama la atención en una especie conocida por su poder para sobrevivir en ambientes inhóspitos. Resisten temperaturas que oscilan entre más de 40 °C en verano hasta -30 °C en invierno, pueden estar varias semanas sin beber y son capaces de correr a casi 70 km/h.

Con su pelaje espeso y áspero y sus dos jorobas, esta especie habita las áridas llanuras del desierto de Gobi, ubicado en Mongolia y el noroeste de China, desde hace miles de años. Pero hoy está a punto de desaparecer. 

La población de camellos salvajes se encuentra dispersa en una superficie de 200.000 km². Liu Shaochuang apeló a una tecnología espacial -llamada rover lunar Chang'e 3- para entender en profundidad las amenazas que existen para los camellos salvajes: "Aunque hay pocos, su área de distribución es enorme. Así que me pregunté si sería posible usar algunas de nuestras técnicas de posicionamiento y teledetección para protegerlos".

En mayo de 2012, se colocó el primer rastreador en el cuello de un camello salvaje, y comenzó la investigación y labor de conservación. "Estuvimos dos o tres días recorriendo el desierto. Cuando conseguimos colocar el rastreador al camello salvaje, resultó muy emocionante. Rastreamos unos 20 camellos. Usamos los satélites para seguirlos y entender sus patrones de actividad", detalla el experto.

 

Detección de amenazas 

Hijo de campesinos, el ingeniero espacial Liu Shaochuang es experto en atravesar desafíos complejos. "La labor de un científico es explorar lo desconocido y hacer algo útil por el mundo", asegura. Durante su carrera, contribuyó a desarrollar sistemas de navegación de los vehículos chinos que exploran la Luna y Marte, cartografió los grandes ríos del mundo y, en abril de 2002, fue el primer chino en llegar al Polo Norte a pie y solo. 

Hoy, su misión es recorrer Gobi, el desierto más grande de Asia, en busca de soluciones para proteger a los camellos salvajes. Junto con su equipo analiza huellas, heces y con cámaras de infrarrojo dispuestas cerca del agua capta cuándo van a beber. A estos métodos tradicionales para rastreo de animales, el científico le sumó la detección por satélite: dónde están y a qué hora son datos clave para estudiar su comportamiento.

Desde esta nueva perspectiva, es posible desentrañar cada uno de los peligros con los que se enfrenta la especie. Liu puede ver cómo el cambio climático y las actividades humanas -minería ilegal, caza deportiva, construcción de rutas, entre otras- están reduciendo drásticamente el hábitat de los camellos, obligándolos a migrar a regiones más altas y frías donde se vuelven más vulnerables a la depredación de los lobos. También se reducen cada vez más los puntos de agua y eso aumenta las enfermedades.

Entender los riesgos es el primer paso para encontrar soluciones. Según Liu, "saber a dónde van los camellos salvajes, dónde beben y a qué tipos de amenazas se enfrentan nos ayudará a elaborar planes y definir su zona de protección". Sus datos serán decisivos para promover la creación de dos grandes zonas de conservación para el camello salvaje: el Parque Nacional del Camello Salvaje de China y la Reserva Natural Transfronteriza del Camello Salvaje de China-Mongolia.

De la oficina al desierto

Rolex premió la visión innovadora de Liu Shaochuang, quien logró usar en un desierto y con fines conservacionistas una tecnología creada para explorar otros planetas. Desde su despacho en Pekín, el científico analiza gran cantidad de datos sobre los movimientos de los rebaños, el impacto ecológico del cambio climático y otros peligros. 

Pero sus 60 años no le impiden ir con regularidad al desierto de Gobi para continuar su trabajo de campo. "Por supuesto que surgen problemas en un ambiente tan hostil, pero no son insalvables", confiesa.

 

Gracias al Premio Rolex, Liu puede profundizar su investigación y compartir sus hallazgos. El apoyo le permitirá equipar a más camellos con collares, recoger más muestras biológicas, desarrollar dispositivos de vigilancia de enfermedades y gestionar gran cantidad de satélites. "Este no solo es un reconocimiento a nuestra labor y al proyecto, lo más importante es que pone el foco en los camellos - señaló-. Esperamos que se pueda crear un parque natural para el camello salvaje y una reserva transfronteriza para que se proteja en este hábitat".

El camello está en la lista roja. Solo quedan 1.000 ejemplares deambulando por grandes
extensiones de desierto. Para detectar sus amenazas y armar estrategias para protegerlos, el científico Liu Shaochuang puso en marcha tecnología espacial.