Muchas personas acuden a terapia cuestionando su visión de la realidad después de pelearse con su pareja. Pueden decir cosas como:
"¿Estoy siendo demasiado dramático?"
“¿Él/ella realmente dijo esas cosas o estoy reescribiendo la historia?”
“Siempre he tratado de mantener una mente abierta. ¿Me he equivocado conmigo mismo todo este tiempo?
Si te encuentras haciendo estas preguntas, puedes ser víctima de gaslighting.
Gaslighting es una táctica de manipulación utilizada por las personas para obtener el control en las relaciones. Al hacer que alguien cuestione su sentido del juicio y la realidad, el gaslighting socava el sentido de albedrío y rectitud de las víctimas.
En este artículo, hablaré sobre tres estrategias que puede emplear para protegerse contra esta táctica de relación nociva.
#1. Identifique las señales de advertencia a tiempo
La investigación publicada en The Journal of Sexual Aggression sugiere que los gaslighters comparten algunos rasgos de personalidad comunes, como ser emocionalmente inaccesibles, retraídos, irresponsables, impulsivos, distraídos y carentes de sentido común y autoconciencia.
A menudo, sus tácticas giran en torno a:
Invalidar tus sentimientos ("Eres tan insensible". "Estás exagerando").
Devaluar su valor ("Eres estúpido". "No puedes entender...")
Negar la verdad ("¿Estás seguro de que esto ha sucedido? De todos modos, no recuerdas las cosas con claridad").
Culparte por sus acciones ("No te enojes por cosas sin sentido y no me enojaré contigo").
Dado que los gaslighters carecen de autoconciencia y empatía, es posible que ni siquiera se den cuenta de que están siendo manipuladores.
Por lo general, las circunstancias difíciles de la infancia y las relaciones pasadas problemáticas juegan un papel en la configuración de su comportamiento en el presente.
Sin embargo, es importante saber que no hay justificación para el comportamiento abusivo, lo que lleva al siguiente punto:
#2. Habla y sé asertivo
Una vez que identifiques los comportamientos abusivos, comunícate directamente con tu pareja sobre cómo te afecta su comportamiento. Si no lo hace, puede terminar reforzando su comportamiento negativo.
Aquí hay algunas maneras en que puede comunicar efectivamente sus sentimientos a un gaslighter:
Cuando un compañero trata de convencerte de una mentira, puedes decir: “Está bien, tenemos diferentes recuerdos de lo que sucedió; no discutamos sobre eso”.
Cuando un compañero le dice cómo debe o no debe sentirse, puede decir: “Entiendo cómo sentirme, pero mis sentimientos son mis sentimientos. No pueden estar equivocados. Por favor, respetemos la forma en que nos sentimos”.
Cuando su pareja trató de involucrarlo en una conversación circular, puede decir: “No sé hacia dónde se dirige esta conversación. Retomemos esto más tarde cuando ambos tengamos una mente más clara”.
Dado que los gaslighters a menudo no conocen el alcance de sus comportamientos maliciosos, la comunicación puede hacerlos conscientes de sus acciones. Traer a un tercero imparcial (p. ej., un profesional de la salud mental) también puede ayudarlo a presentar su caso. Si la persona realmente valora la relación, hará todo lo posible por hacer cambios para encaminar la relación en una dirección positiva.
Sin embargo, cuando el gaslighting se convierte en algo habitual y no puede convencer a su pareja de lo correcto o lo incorrecto, podría considerar:
#3. Establecer límites firmes y posiblemente dejar ir
Mientras que el gaslighting leve puede ser una espina en el costado de su relación, el gaslighting repetido y agresivo podría poner en peligro su seguridad.
A menudo, las parejas abusivas no renunciarán al poder que sienten que tienen. Puede comenzar siguiendo los siguientes pasos:
Establecer límites en torno al uso de ciertas palabras y comportamientos.
Trate de hacerlos conscientes de los patrones de su comportamiento tóxico.
Dirigirlos hacia el asesoramiento y la terapia.
Si su pareja no está dispuesta a cambiar a pesar de sus esfuerzos persistentes, vuelva a evaluar el valor de su relación y considere dejarla ir. Esta es a veces la única forma de hacer espacio para la curación y el crecimiento personal.
Conclusión
La manipulación nunca está bien. Una de las mejores maneras de filtrar los comportamientos manipuladores es reflexionar de forma rutinaria sobre el estado de su relación y hablar con un experto en salud mental que pueda ofrecer una perspectiva imparcial de la situación.
- Nota publicada en Forbes US