Certo, non-stop, quilombo. En la entrevista, hay algunas palabras de la jerga que se escapan del español y otras, que son el fiel reflejo argentino de Julián Bedel, creador de Fueguia 1833, un laboratorio de perfumes de nicho. La mezcla es parte de su personalidad: nada que lo encasille. De hecho, se autodenomina como "una entidad completamente indefinida".
La exploración y el autodidactismo de su parte artística lo llevaron a crear la marca en 2010, que nació como un homenaje a los pueblos originarios, aún guardianes de todas las plantas medicinales que él utiliza en la creación de las fragancias.
¿Cómo nace Fueguia? ¿Cuál era tu inquietud?
Fueguia nace no desde un modelo de negocios o desde un concepto de perfume o, mejor dicho, siguiendo un concepto típico de la industria del perfume, sino que nace como un proceso más de exploración artística y de exploración desde cómo nos relacionamos con el mundo aromático, que fue autovalidándose y dándome a mí la certeza de que tenía que continuarlo.
¿A qué te dedicabas antes de arrancar y explorar este mundo?
Era artista, me dedicaba al arte como mi papá y mi hermano. Pintaba, hacía esculturas, soy músico -guitarrista más que músico-, construía guitarras, por lo que tenía la libertad de poder transformarme.
¿En qué momento nace Fueguia formalmente?
Fines del 2010, enero 2011.
¿Decidiste arrancar solo o tenés socios?
Decidí arrancarlo solo, pero luego mi hermano invirtió para ayudarme a comprar materias primas, destiladores y demás, más en el proceso explorativo. Y después la nieta de Amalita Fortabat, Amalita Amoedo, un día me dijo: "Mirá, invierto en nuevas ideas, nuevos proyectos, si tenés alguna idea, feliz de invertir" y justamente tenía el proyecto y ya fue fácil mostrárselo porque era real: estaban los perfumes creados, el concepto, la marca, el nombre. Y pensé: "No vendría mal recibir dinero y tener un socio" y poder justamente formalizarlo, hacer una S.A. y contratar gente.
¿Y ella cómo llegó a vos? ¿Te conocía del mundo artístico?
Sí, me conocía del mundo del arte.
Y también le interesó el proyecto.
Sí. Y también a toda la gente que estaba detrás de ella, porque es una gran mujer de negocios e imagino que invertirá en mil cosas que le interesan y sabe cómo analizar un negocio. Después no siguió como socia, vendió la parte hace diez años, pero el comienzo fue con ella.
¿Y actualmente cómo se conforma la empresa? ¿Tenés otros socios inversores? ¿O quedaste vos a la cabeza del proyecto?
Formalmente quedé como dueño y hay otros inversores.
Yendo a esos orígenes: tenías una inquietud artística y querías explorar algo de la relación con el mundo de las fragancias. ¿Cómo fue que te empezaste a involucrar cada vez más en eso y con creaciones tan originales, diversas y creativas? ¿Y cómo fue esa recepción en el mercado? Porque no es algo a lo que estaba acostumbrado.
Fueguia de hecho hoy en día es única en el mundo por justamente la parte de research, la parte de cómo producimos las cosas, cómo se venden, porque quizás otras empresas no tienen que trabajar tanto: podés tener un muy buen negocio sin ser tan obsesivo, pero por eso es única. Además, si pensás el trabajo de un luthier -que yo en esa época estaba más con la construcción de guitarras- y también en el trabajo del artista, uno hace la obra y tiene que aprender ya sea de pigmentos, de materiales, ir al taller, laburar, te sale algo malo, algo bueno, no sé, pero vas y trabajás todos los días: si estás haciendo una guitarra tenés que agarrar madera y ponerte a lijar y tenés templates y dibujás arriba, seguís la forma, pero son trabajos muy solitario ambos -el del artista y el del luthier- y esa escuela ya la tenía. Entonces en ningún momento se me ocurrió hacerlo de una forma diversa, decir: "llamo a un perfumista", no, el perfumista soy yo, o "llamo a un destilador", no, el que destila soy yo.
Así, naturalmente nació con una filosofía que después se mantuvo, hablo como un artista y como un hombre de negocios, la integración vertical y el hecho de asumir etapas de la producción y de costos y de research and development, de legislación, de registros, exportación, todo lo hacemos nosotros. Y especialmente la venta, la venta del producto tampoco la tercerizamos, lo que sería un distribuidor, la asumimos nosotros. Si hay que poner un local, contratar gente, abrir una empresa en Estados Unidos, lo hacemos, no es que vamos a entregarle nuestro perfume a una perfumería.
No, porque no es ese concepto.
Exacto. No es que lo descarté desde el vamos, pero tenemos 120 perfumes, son muy particulares, no están hechos como otros perfumes. Entonces ¿qué valor te da la perfumería para además quedarse con un margen sustancial? No cerraba el deal.
Fueguia nace en Argentina, ¿cómo fue ese crecimiento y esa expansión. ¿Italia fue el primer país al que escalaste?
Sí. En realidad nos expandimos antes a Japón, pero a Italia me mudé, me exilié, y mudé obviamente todo lo que es la producción. Es decir, la empresa argentina y el negocio de Argentina está desde el día uno, los empleados siguen allí, no desandé nada y mantuvimos todo, pero el crecimiento lo hicimos en otro lugar para poder abastecer a otros mercados y poder ir a otros mercados… que como te imaginarás ahí no fue un deseo, fue una imposición de la realidad. En Argentina no se podía hacer, lo intenté hacer de todas las formas y no podés hacer una empresa que exporta productos a otros países.
¿Y a hoy dónde opera internacionalmente Fueguia?
Hoy tenemos nuestras empresas en Estados Unidos, Japón, Corea, Medio Oriente,Dubái, Qatar, Inglaterra, México y Chile. Desde ahí tenemos dos locales en New York, en Japón tres, en Kuwait otros dos locales, en Buenos Aires tenemos dos, en México uno, en Chile vamos a tener uno, en Inglaterra uno, en Milán otro, y estamos buscando en Roma y después Seúl, que arrancamos directamente con tres locales a fin de año. Además, estamos viendo si en India vamos a cerrar ahí con distribuidor.
¿Cuál es el mercado más fuerte de todos los países que mencionás?
Japón es importantísimo, pero también aprendés mucho de qué tanto también alimentás a un mercado y cómo podés construir clientes. Por ejemplo Italia es importantísimo, estamos en Milán en un lugar alucinante, tenemos muchísimo turista de toda Europa, entonces es fácil crear clientes, dar a conocer la marca, nuestra fábrica está acá, el laboratorio, estoy ahí presente mucho tiempo.
Estados Unidos es difícil porque es un mercado que necesitás inyectarle plata continuamente a nivel marketing o promoción. En vez Japón no, es un mercado donde el cliente genera un fanatismo y vuelve. No sé, son distintas formas de evaluar el mercado, dependiendo si es desde el ángulo más de la construcción de un cliente o el volumen de dinero que hacés. Pero lo más importante es que en todos los lugares donde abrimos nunca cerramos y en todos funciona muy bien.
¿Por qué elegiste ese nombre? ¿Qué transmite Fueguia?
Nuestra misión está en redescubrir o descubrir nosotros el uso de las plantas medicinales nativas que los habitantes originarios venían utilizando en toda América, en todo el mundo. En China, los Alpes Suizos, Norteamérica o Sudamérica la medicina tradicional es muy importante y el conocimiento se pasa a través de generaciones. Y la idea era homenajear a los que tienen esa tradición, no al hombre blanco que venía a decir: "Uy, mirá que loco el tabaco ,el cacao, la vainilla, el caucho, llevémoslos a Europa", más desde la explotación, sino que es una forma de decir que hay otra historia y por lo menos podemos contarla a un japonés o a un americano.
Con respecto a las materias primas, ¿cómo te manejás? ¿Tenés un equipo de botánicos?
Es un universo complicado.Gran parte de mi día tengo a mi hermano en Uruguay haciendo investigación botánica, yo hago muchísimo en Europa y en Asia o donde viaje, pero también todo lo que es la parte de contactar comunidades por todo el mundo que viven alrededor de esas plantas.
Trabajamos con muchísimos ingredientes que vienen desde Argentina, Marruecos, Perú, Ecuador, de comunidades del Amazonas, México,Indonesia, India.
¿Cuántas personas trabajan en Fueguia?
Es una empresa de 100 empleados entre distintos mercados.
¿Los perfumes los creaste solo?
Todos los perfumes los creé solo, todos, 100%.
De esos 120 perfumes que hay hoy creados, ¿cuántas unidades se pueden producir? Depende, me imagino, del botánico.
Sí. En esos 120 perfumes se usan 3.020 ingredientes más o menos, que tenemos que producir o comprar o ingeniárnosla para conseguirlos. Tenemos lotes de producción que promedian en 400 botellas. Cada botella está numerada externamente (las de 100 ml) y eso es un lote que se produjo con la planta de la época, ese lote se puede vender en un año o en un mes.
Después será una nueva edición.
Sí, después sale un nuevo lote, pero hay veces que no podemos hacerlo por más que se haya vendido en dos meses porque ya pasó la ventana como para acceder a esos ingredientes y lo que se consigue en el mercado no es tan bueno. O por ahí tenemos en stock porque ya adquirimos con anticipación los ingredientes más críticos, pero el hecho de producir un perfume tiene un time lap largo: está toda la maceración, producir los 120 perfumes nos lleva desde ocho meses a todo el año y hay una cola de producción. La fábrica está a full todo el tiempo produciendo, entonces volver a producir ese mismo perfume un segundo lote no es lo ideal, pero lo hacemos, a veces lo hacemos dos, tres o cuatro veces.
También hay velas aromáticas y difusores ambientales. ¿Se venden en otros países?
Se lanzan ahora, casualmente. No estaban presentes y se lanzan en septiembre.
¿Cuál es la facturación de la compañía?
Cada empresa tiene su facturación. Es una empresa chica, global, integrada verticalmente, que maneja sus propios locales y todo lo que hacemos se va mucho en research and development, en nuevas máquinas, en plantaciones… es una empresa que reinvierte todo. Hay tanto como para seguir creciendo, que usamos nuestras revenues para poder mejorar en lo que es la parte productiva o de research.
¿Cuáles son los próximos proyectos de Fueguia?
Este año abrimos Chile y México. En Argentina abrimos hace muy poco el showroom en calle Cabello. La idea es poder crecer en Argentina obviamente, pero es difícil. Uruguay estamos queriendo expandirlo mejor, y a Sudamérica estamos poniéndole mucho foco. Por último, estamos buscando local para abrir en Roma.