Antes de que se entreguen los premios, antes de los discursos, los aplausos y el show de la alfombra roja, se desarrolla una tradición mucho más discreta: la bolsa con regalos de los Oscar. No se trata solo de un presente, sino de toda una declaración. Cuidadosamente seleccionada, exclusiva y a veces con un contenido más famoso que las propias películas, la bolsa de regalos de los Oscar es una ventana al lujo, donde la aspiración se encuentra con la influencia en su forma más pura.
En 2025, a medida que los valores de los consumidores cambian una vez más, las marcas que logren asegurarse un lugar codiciado en esa bolsa no se limitarán simplemente a ofrecer productos. Venderán una historia, una visión de lo que puede significar el lujo.
Del exceso a la influencia
En 2024, los nominados al Oscar recibieron una variedad de experiencias y caprichos diseñados especialmente para dejarles una impresión duradera. Entre estos regalos hubo desde una estadía de tres noches en un faro italiano, el Faro Punta Imperatore, hasta un espectáculo privado del reconocido ilusionista Lior Suchard. Además, se les entregó un paquete de bienestar para mascotas, valuado en 10.000 dólares, de Dog's Dinner. Esto último refuerza la creciente demanda de los consumidores por un cuidado de mascotas de ultralujo.
Las marcas de belleza y bienestar también tuvieron un lugar destacado. Los nominados recibieron productos sin agua de Miage Skincare, un set de regalo de belleza de Armani y camisetas interiores con gráficos de Bored Rebel. Pero eso no fue todo: entre los obsequios basados en experiencias hubo tequila de lujo de Casa Azul y kits de pruebas de salud basados en ADN de Prenuvo. Y por si esto fuera poco, Havaianas se sumó con equipaje y ojotas.
Sumándose a la tendencia en la belleza de alto rendimiento y el rejuvenecimiento de la piel, Oxygenetix se asoció con el Dr. Jay Calvert MD & ROXSpa en Beverly Hills y con el Dr. Shino Bay Aguilera, de Fort Lauderdale. Esta última ofrecerá a los nominados un tratamiento exclusivo de microagujas Potenza, además de productos especializados.
Hace una década, las bolsas de regalos de los Oscar estaban llenas de extravagancia: lujosas joyas, vales para cirugía e incluso terrenos en Escocia. Pero hoy, los contenidos parecen haber cambiado, reflejando una nueva era del lujo que prioriza la exclusividad, la conexión emocional y la superación personal como eje principal.
La bolsa de regalos del año pasado ya mostró los primeros signos de este cambio: marcas independientes, cuidados impulsados por la sostenibilidad y productos pensados no solo para exhibirse, sino también para mejorar la experiencia y el bienestar.
A pesar del revuelo que generan estas bolsas de regalos, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS) se preocupa mucho por distanciarse de ellas. "La Academia no patrocina, respalda ni proporciona estas bolsas de regalo", aclaró un vocero.
Aunque los Oscar puedan ser el telón de fondo, estos obsequios son totalmente independientes y se arman como una oportunidad estratégica para las marcas, no como una iniciativa oficial de la Academia.
En 2025, lo que está en juego es aún mayor
Las nominadas a Mejor Película de este año reflejan temas de transformación, reinvención y poder. Dune: Parte Dos expande su enorme universo cinematográfico, explorando el legado y el destino. Wicked, que ya generó una tormenta comercial con su marketing y merchandising, trae a la vida una historia muy querida, llena de espectáculo y narrativas reinventadas. Por su parte, La Sustancia profundiza en los inquietantes extremos de la belleza y la identidad. Y en medio de estas nominaciones, una candidata "inesperada" ya sacude la carrera.
Si la bolsa de regalos de los Oscar refleja estos mismos temas, es lógico esperar productos de marcas que desafíen las convenciones, traspasen límites y redefinan lo que entendés por cuidado personal.
Deseo, lujo y el poder de los objetos
Lash Fary no solo estuvo detrás de las famosas bolsas de regalos de los Oscar, sino que transformó por completo el concepto de regalar como estrategia de marketing. Conocido como el "Sultán del Swag" por haber convertido el obsequio de productos a celebridades en un negocio exitoso, Fary creó un espacio donde las marcas ganaron credibilidad instantánea al asociarse con la élite de Hollywood.
A través de su empresa, Distinctive Assets, él mismo estuvo a cargo de seleccionar los obsequios para los Grammy, los Tony y los American Music Awards, dándoles tanto a las marcas globales como a empresas más especializadas un acceso directo al prestigio y la influencia.
Pero más allá del lujo, Fary desarrolló este modelo para defender especialmente a las pequeñas empresas, las marcas lideradas por mujeres y aquellas con una causa detrás. Su trabajo dejó en claro el poder de los regalos como herramienta emocional y aspiracional, demostrando que el producto adecuado en las manos adecuadas no solo crea un momento, sino que crea deseo, reconocimiento y valor de marca a largo plazo.
El negocio de la influencia
No todos los regalos de lujo se entregan en los Oscar, pero el poder de asociación sigue siendo el mismo. A principios de este año, la destilería Isle of Harris experimentó un aumento del interés después de que su ginebra y su whisky de pura malta, The Hearach, fueran incluidos en las bolsas de regalo de los Globos de Oro.
El Managing Director de la firma, Simon Erlanger, atribuyó a la ubicación el mérito de llegar a una audiencia nueva y global, lo que demostró que, cuando se hacen correctamente, esos momentos seleccionados pueden traducirse en un impacto comercial real. Según Erlanger, el éxito no se trató solamente del respaldo de celebridades, sino de "integrar una marca en un momento de logro, indulgencia y aspiración".
No todas las celebridades se interesan por los obsequios, y los riesgos fiscales hacen que algunos famosos directamente los rechacen. Sin embargo, para las marcas que buscan ganar credibilidad, visibilidad y una asociación con la élite de Hollywood, la bolsa de regalos de los Oscar sigue siendo una de las oportunidades de marketing más importantes en productos de lujo.
En un mundo donde la influencia es más poderosa que cualquier campaña de marketing, es posible que los verdaderos ganadores de la noche de los Oscar no tengan estatuas de oro. Pero las marcas, silenciosa y estratégicamente, se colocan dentro de esa bolsa lista para ser descubierta, experimentada y deseada.
Nota publicada en Forbes US.
