Para los mejores organizadores de eventos, una fiesta puede convertirse en la promesa de lo imposible. Por ejemplo, un tren ficticio puede emerger de la nada, su vagón de aspecto antiguo y su movimiento suave transportan a los invitados en un viaje donde un actor, infiltrado como un pasajero más, crea una escena de misterio, una falsa emergencia o incluso un espectáculo de terror. La experiencia se enciende de emoción contenida; los invitados participan entre risas y miradas de complicidad. Cada elemento, desde las ventanas que simulan el paisaje exterior hasta los finos detalles de los compartimentos, existe para hacer olvidar a los pasajeros que permanecen en el mismo lugar. Un tren que nunca parte, pero que entrega la promesa de una travesía en el tiempo.
Ésta es tan sólo una de las experiencias que pueden llegar a ofrecer dentro de una fiesta María Noel (licenciada en Administración) y María Dolores Del Azar (comunicadora social) -mejor conocidas como Noe y Loli-, quienes en cada evento que diseñan logran una mezcla exacta de estilo y cercanía que convierte sus celebraciones en recuerdos imborrables. Con casi 15 años al frente de Azares Eventos, ambas hermanas han creado un lenguaje propio para expresar el deseo de sus clientes, desde cumpleaños privados hasta bodas que demandan detalles a nivel cinematográfico. Su filosofía es clara y simple: que cada evento refleje los sueños de quien lo celebra.
"Es esa energía de crear un momento especial la que nos motiva", comparte Noe durante una charla con Forbes Argentina en su oficina del barrio de Belgrano. "Siempre buscamos que cada cliente se sienta en un lugar único y personal".
Con una sensibilidad intuitiva, captan la esencia de sus clientes al punto de entenderlos sin demasiadas palabras. Es común que las llamen después de una reunión para agradecerles que transformaran sus deseos en algo concreto. Noe y Loli insisten en cada detalle, planifican cuidadosamente los esquemas de colores, las atmósferas, y colaboran con un selecto grupo de proveedores que reflejan su mismo nivel de exigencia, flexibilidad y ganas de hacer sueños realidad.
En Azares Eventos el vínculo con el cliente está en el centro de cada paso: "Muchos nos dicen que eligieron trabajar con nosotras porque sienten que somos como sus amigas" dice Loli. Hermanas y emprendedoras, procuran sostener ese lazo, no sólo con el anfitrión, sino con cada asistente: en cada celebración cuentan con un equipo de apoyo que garantiza el bienestar de los invitados, desde asistentes personales hasta ambulancias de respaldo, con el objetivo de hacer sentir a cada persona como en casa y segura, ya sea en Buenos Aires, en Mendoza, Punta del Este o donde las lleve la imaginación.
Para las organizadoras, el contacto emocional es fundamental, y no es raro que terminen la jornada agotadas, pero satisfechas, con el placer de haber cumplido los sueños de quienes confiaron en ellas.
Frente a los desafíos económicos y la incertidumbre que trajo la pandemia, por ejemplo, las hermanas demostraron que sus convicciones eran tan sólidas como su capacidad de adaptación. Cuando la industria se paralizó, Azares Eventos respondió con una serie de iniciativas creativas para continuar operando y manteniendo la cercanía con sus clientes. "Les mandábamos un detalle en la fecha original de sus celebraciones, algo simbólico, para que ese día no pasara desapercibido", asegura Loli. Esta misma flexibilidad les permitió preservar el valor de los contratos previos a la inflación, lo que generó una lealtad más profunda entre sus clientes.
Los eventos de Noe y Loli Del Azar están impregnados de una precisión que da a cada reunión la textura de una experiencia única. Las hermanas y su equipo planifican cada minuto, visualizan cada detalle y entrenan la paciencia para que las jornadas de sus clientes fluyan con esa mezcla de espontaneidad y profesionalismo que hace parecer que todo ocurre de forma natural. Pero, como bien saben, lo natural es siempre una ilusión cuidadosamente construida. "No es raro que algo salga de lo previsto", cuenta Noe, "pero eso nunca afecta el sueño que le prometimos al cliente. Si el plan A falla, nosotras y nuestro equipo tenemos preparado un plan B. Pero nosotras apostamos siempre al plan A y lo damos todo para que ocurra".
La logística es apenas una parte de la labor que Noe y Loli perfeccionan con cada cliente. En su papel de organizadoras, son tan planificadoras como psicólogas y, en ocasiones, hasta contenedoras emocionales. A menudo trabajan meses con los clientes, compartiendo la ilusión, atendiendo nerviosismos y tensiones, y calmando la ansiedad previa al evento. "Nosotras acompañamos la emoción del proceso, la vivimos junto a ellos", explica Loli. "Es importante que quienes confían en nosotras no sólo disfruten de la fiesta, sino de cada momento de la planificación. Así, el evento no dura una noche, sino que se convierte en una experiencia de meses".
Cada cliente recibe atención y un cuidado minucioso. Su labor no termina con la fiesta, y es común que, tras el evento, se reúnan para compartir anécdotas del gran día. Noe y Loli se han ganado así una reputación de confianza y fidelidad en el mercado, donde el boca en boca sigue siendo su mayor fortaleza. "No nos tomamos ningún detalle a la ligera, todo debe ser perfecto", enfatiza Noe, "y esa dedicación es lo que nuestros clientes perciben como un gesto de cariño".
Durante la pandemia, esta relación personal y la adaptabilidad fueron fundamentales para sostener Azares Eventos a flote. Con su cercanía inquebrantable, las hermanas Del Azar acompañaron a sus clientes en cada cambio de fecha, en los ajustes de presupuesto y en los desafíos logísticos. Esta sensibilidad fue decisiva en un contexto incierto. La experiencia del equipo quedó grabada en la confianza de los clientes, quienes no sólo mantuvieron sus contratos, sino que, incluso en plena crisis, siguieron recomendando a Noe y Loli como las organizadoras que "siempre encuentran una manera".
Para Noe y Loli Del Azar, cada evento tiene su propio código, un esquema de deseos y expectativas que se adapta y moldea para el cliente que lo imagina. Las hermanas se han convertido en una referencia en el rubro, reconocidas por su capacidad de crear eventos de alto perfil donde cada aspecto, desde la logística hasta la privacidad, se maneja con un cuidado minucioso, incluso si se trata de una celebridad. "El evento es el mismo en esencia", asegura Noe. La lista de famosos que las eligen una y otra vez es extensa, desde Paula Chaves, hasta Guillermo Coppola, Zaira Nara y Yanina Latorre.
Azares Eventos ha aprendido a moverse entre una clientela que valora tanto la exposición como la discreción. Al trabajar con figuras del espectáculo o el deporte, Noe y Loli integran en su equipo a personal de seguridad especializado, coordinan las entradas y salidas con extrema precisión, y en ocasiones organizan la cobertura para los medios, atendiendo tanto a la presencia de la prensa como a la comodidad del anfitrión. "Nos gusta que todos se sientan atendidos. Sabemos que una celebración es un momento de exposición y vulnerabilidad, y que el cliente necesita sentir que hay un espacio para él y sus seres queridos, sin que el entorno se vuelva incómodo", explica Loli.
Trabajan bajo la premisa de una planificación estricta, pero con la flexibilidad de adaptar cada aspecto para asegurar el éxito en cualquier circunstancia. Es esta delicada mezcla de profesionalismo y empatía lo que ha convertido a Azares Eventos en una elección recurrente entre los famosos, quienes valoran su enfoque distintivo y su discreción. "Preferimos mantenernos en un perfil bajo, nos invitan a programas y entrevistas y siempre decimos que no. Nos gusta que el cliente sepa que puede confiar en nosotras", aclara Noe.
Esta discreción también se traslada a la relación que sostienen con sus proveedores y colaboradores. En cada evento, el equipo incluye un número considerable de asistentes, técnicos y especialistas en catering, sonido o ambientación, con quienes han formado un grupo de trabajo sólido y de confianza. Noe y Loli coordinan cada movimiento y distribuyen las tareas con precisión, garantizando que cada aspecto de la noche fluya sin contratiempos. "Sin ellos, el evento no podría sostenerse. Nosotras planificamos, pero son ellos quienes materializan cada idea", concluye Loli.
La filosofía de Noe y Loli Del Azar se articula en una palabra: compromiso. Desde que fundaron Azares Eventos, han cultivado una ética de trabajo que va más allá de la organización. Para ellas, cada evento es un mundo en miniatura, un fragmento único de la vida de alguien, y su misión es entender y honrar la esencia de esa celebración. "Cada cliente, cada proyecto, tiene su propia historia, y nosotras estamos ahí para darle forma y hacerlo memorable", reflexiona Loli.
Así, la atención al detalle y la personalización se convierten en los pilares de su trabajo, y el compromiso de las hermanas se refleja en cada decisión.
Pero si algo define el estilo de Azares Eventos, es la cercanía genuina que construyen con sus clientes. Noe y Loli creen que la organización de un evento no puede limitarse a una serie de tareas impersonales. Más bien, es un proceso de aprendizaje conjunto, una construcción, y sobre todo, un espacio de confianza mutua. "Nos involucramos en el proceso como si cada celebración fuera para un miembro de nuestra propia familia. Es inevitable. Y creo que es eso lo que los clientes valoran: saben que vamos a acompañarlos en cada paso y que haremos lo imposible por alcanzar el sueño que tienen en mente", asegura Noe.
Este enfoque implica que cada evento es también una experiencia para ellas y su equipo. Después de tantos años, mantienen intacta esa emoción previa a cada proyecto, la adrenalina de preparar los detalles y el placer de ver los rostros de los invitados al final de la noche. En sus propias palabras, Azares Eventos no es simplemente un negocio, sino una forma de ser y de estar para los demás, una convicción que va más allá de la eficiencia o de la estética. En esa entrega y en esa pasión por celebrar, las hermanas Del Azar encuentran su sentido y propósito.
"Es la satisfacción de ver a una familia feliz, de recibir ese mensaje de agradecimiento o de ver a los padres y a los hijos disfrutando juntos de algo que hemos construido con ellos", dice Loli. "Si no amás esto, no hay manera... nuestro secreto es la pasión que le ponemos".
Describen su trabajo como una mezcla de esfuerzo constante y entusiasmo contagioso, una disposición a darlo todo sin conformarse. "No nos conformamos... vamos hasta el final. Así, se ganaron su reputación de "cumplidoras de sueños" y "generadoras de buenos momentos": "La fiesta es sólo una noche, pero es mucho el tiempo que uno está compartiendo con ellos, todo un año, y para nosotras todo ese año es parte de la celebración".