Cuando Mike Tyson, el ex campeón mundial indiscutible de los pesos pesados, atravesó Times Square el 20 de abril, se desató el infierno. Un taxista frenó en seco, juntó las manos como si rezara y gritó: "¡Te quiero, Mike! Que Dios te bendiga".

Un grupo de turistas vislumbró al boxeador de 57 años y lo persiguió como un banco de peces de ojos salvajes. Incluso neoyorquinos atareados, con algún sitio mejor en el que estar, se detuvieron y gritaron: "¡Es Iron Mike!". Cuando Tyson se colocó detrás de una valla metálica en la Séptima Avenida y la calle 43, una madre arrojó a su hijo pequeño con la esperanza de que bendijera al niño con cualquier poder que el ex campeón aún posea.

Pero Tyson - quien alguna vez fue "hombre más malo del planeta"- no está en Nueva York para pelear. Más bien, el chico de la sección Brownsville de Brooklyn está acá para dar la bienvenida al 420, la fiesta del culto cannábico, y promocionar la expansión de su marca de cannabis, Tyson 2.0, a su ciudad natal, así como una nueva colaboración con el banco de semillas de marihuana Royal Queen Seeds.

"El cielo es el límite", dice Tyson, que es cofundador y director de marca de la marca de marihuana con sede en Las Vegas. "Fui campeón del mundo y ahora lo soy del cannabis. Vamos a conquistar el mundo. Queremos estar en todos los países del planeta".

Aunque Iron Mike era propenso a ser su propio hype man como boxeador, no anda muy desencaminado con sus afirmaciones sobre su incipiente empresa de cannabis. Tyson 2.0 vende productos de marihuana -incluidas flores, vapes y comestibles hechos con la forma de la oreja de Evander Holyfield, que Tyson mordió notoriamente durante un combate en 1997- en 20 estados de EE.UU., y en Ámsterdam, Barcelona y Tailandia.

La empresa, a través de una asociación con PHCANN International en Macedonia, está en proceso de lanzarse en el mercado alemán de consumo para adultos, recientemente legalizado, así como en el sector de la marihuana medicinal del Reino Unido, muy restrictivo.

Tyson 2.0 funciona con un modelo de licencias, haciendo tratos con franquiciados que cultivan, fabrican y venden los productos de cannabis de su marca. En 2023, la marca generó unos ingresos de 150 millones de dólares, según estimaciones de Forbes, de los que alrededor del 30% proceden de las ventas de cannabis y el resto de accesorios, CBD, vaporizadores de nicotina y otros productos.

La flor de Tyson 2.0 lleva nombres extraídos de su legendaria carrera en el boxeo, como Dynamite Cookies (su primer apodo fue Kid Dynamite) y Knockout OG (Tyson consiguió 44 de sus 50 victorias en su carrera como boxeador por KO). Pero el producto estrella de la empresa, Mike Bites -el comestible con la forma de la oreja medio mordida de Holyfield- fue desarrollado por la esposa de Tyson, Kiki.

"Mi mujer está loca, pero es brillante", dice Tyson. "Y [un día] me dijo: '¿Por qué no usás la oreja?". Al principio, odiaba la idea. "'Salí de acá'", recuerda que le dijo. "Estaba un poco amargado porque la oreja me metió en muchos problemas". Pero luego se dio cuenta de que ella estaba en lo cierto.

La decisión, aunque controvertida, dio sus frutos. En el altamente competitivo mercado legal del cannabis, de 28.000 millones de dólares, las marcas respaldadas por famosos no suelen tener buenos resultados. Pero Tyson 2.0 disfruta de la posición de marca de famosos más vendida del sector, según la firma de datos sobre cannabis Headset.

"¿Sabés lo que es gracioso? Cuando le mordí la oreja a Holyfield, me quitaron 3 millones de dólares", dice, explicando que el incidente de la oreja fue el punto más bajo de su carrera. "Gané más que eso haciendo fotos mordiendo las orejas de otras personas. Holyfield y yo somos las únicas personas que siguen ganando dinero por una pelea de hace 30 años".

Fundada en 2021, Tyson 2.0 es propiedad al cien por cien de Carma Holdco Inc, con sede en Las Vegas, que Tyson cofundó con el empresario de capital privado y cannabis Adam Wilks. Tyson es uno de los mayores accionistas de la empresa, que también es propietaria de la marca de cannabis de la leyenda de la lucha libre Ric Flair -Ric Flair Drip- y de la línea de marihuana EVOL del artista de hip-hop ganador de un Grammy Future.

La marihuana formó parte de la vida de Tyson desde su infancia en Brownsville, donde su madre era una trabajadora sexual -o como él dice, "una dama de la noche". Aún no sabe exactamente quién es su padre, pero mientras crecía le dijeron que un proxeneta llamado Curly Kirkpatrick era su padre. Su primera experiencia con la marihuana fue cuando era pequeño. "Estaba llorando y una amiga de mi madre me dijo: 'Eh, le voy a dar algo' y me dejó fumar", recuerda. "Y nunca paré".

Tyson creció cometiendo delitos y metiéndose en problemas -a los 12 años, dijo, había sido arrestado 38 veces. Pero tras ser enviado a un reformatorio en el norte del estado de Nueva York, llamó la atención de Cus D'Amato, un entrenador legendario, que le ayudó a convertirse en el boxeador más joven de la historia en ganar el campeonato de los pesos pesados a los 20 años. Kid Dynamite destripó a sus competidores: ganó sus 37 primeros combates, casi todos por KO. Pero en 1996, fue arrestado en Indiana y condenado por violación -cumplió tres años de prisión-, cargo que niega hasta el día de hoy.

En 2009, su hija de cuatro años murió en un accidente y él luchó contra una adicción a la cocaína. En el proceso, Tyson pasó de ser un héroe del boxeo a un villano indiscutible.

Para Jason Wild, presidente y director de inversiones del fondo de cobertura del cannabis JW Asset Management, invertir en Tyson seguía siendo una obviedad. La mayoría de las marcas de cannabis de famosos se revuelcan en el mercado -la empresa de marihuana del artista de hip-hop Snoop Dogg ya no funciona, por ejemplo-, pero hay algo en Tyson y en su historia que resuena entre los consumidores.

"Es dolorosamente abierto sobre todo, comparte su lucha: tuvo días buenos, alcanzó la grandeza y días malos", dice Wild. "Esa autenticidad innegable resuena en la gente".

Y Tyson volverá pronto al ring por primera vez desde que luchó contra Roy Jones Jr. hasta empatar en 2020. Tyson cumplirá 58 años el 20 de julio cuando se enfrente a Jake Paul, un influencer de YouTube y empresario de 27 años convertido en boxeador, en un combate de exhibición no sancionado en el AT&T Stadium de Arlington, Texas.

Tyson dice que se está tomando en serio a su oponente y que estuvo entrenando tres veces al día. También renunció a sus vicios favoritos. "Ahora mismo, llevo una vida disciplinada: hace seis semanas que no me drogo ni tengo relaciones sexuales", dice. "No lo hice desde que era pequeño.

"Odio no poder fumar", continúa Tyson, "pero lo hago como si me gustara; odio no poder acostarme con mi mujer, pero lo hago como si me gustara".

Además de las décadas de Tyson como boxeador profesional, tiene un arma secreta que debería preocupar a Paul. Conocido por su aprecio por los psicodélicos, Tyson dice que aunque se abstiene de fumar marihuana durante el campo de entrenamiento, sigue tomando su "medicina del sapo", una referencia a hacer DMT derivado del sapo del desierto de Sonora. Tyson dice que una vez que "hizo sapo", se encontró con Dios y aprendió sobre su propósito en la vida.

"Nací para conquistar el mundo", dice Tyson. "Independientemente de lo que tenga que soportar para hacerlo, para eso estoy acá".

*Con información de Forbes US