Sin ventas y con la producción parada, la industria automotriz está camino a una de sus mayores crisis. A la cuarentena y la recesión argentina se suma el parate de Brasil y el reseteo del mundo. Cómo se prepara el sector según el director general de una de sus principales compañías: Fiat Chrysler Automobiles.
El coronavirus es para la industria automotriz un obstáculo más en un sector que ya acumula meses de golpes. La caída en las ventas de 0km, el estancamiento económico y la falta de financiamiento ya daba muestras de un 2020 con mucha incertidumbre. En FCA, esperaban un año más acomodado desde lo económico. Pero, a la luz de los hechos, empieza a complicarse. La cadena automotriz es muy larga y muy grande y hoy se ve afectada al 100%. Preocupa cuándo salimos y cómo salimos de esto, confiesa cuenta Martín Zuppi, director general de la empresa desde 2018.
La planta está parada desde que se decretó la cuarentena obligatoria. En tanto, las áreas administrativas migraron a una modalidad de home office, para el sostenimiento comercial y administrativo. Hoy la venta es nula, pero tenemos que dar apoyo a los concesionarios que mantienen el e-commerce. Lo que se mueve un poco son los planes de ahorro, detalla el ejecutivo. Según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la producción nacional de vehículos en marzo ?que tuvo sólo 14 días de actividad? fue de 19.164 unidades, un 26,7% menos que en febrero. En tanto, el número es un 34,4% menor a los registros de marzo del año pasado.
¿Cómo ve el panorama a nivel industria?
Hoy es muy complejo pensar que alguien puede llegar a cambiar el auto. El tema es que hay que ver cómo reacciona el mercado cuando se levante la cuarentena. No veo una reactivación rápida para nuestro sector. Para FCA fue un buen primer trimestre. Crecimos en market share y tuvimos una rentabilidad un poco más acomodada. Pudimos empatar, por primera vez en un año y medio, en la cuenta económica.
La producción está en caída
Si, baja. Hoy en día es difícil pensar cómo va a reacción la producción argentina. Primero porque parte de la producción es mercado local y la otra parte es para exportación. Y hoy, todos los mercados están complicados. El año pasado nosotros estábamos complicados, pero Brasil traccionó. Entonces el 80% de la producción que se exportaba funcionaba. Hoy, el mercado externo está tan parado como el nuestro.
La industria viene golpeada hace varios años. ¿Qué perspectivas tenían para 2020 y cómo cambiaron con el coronavirus?
Teníamos previsión de mercado local similar a 2019 desde el volumen, pero mejor en lo económico. El año pasado cerró con la venta de 439.000 unidades. La previsión para 2020 era 400.000. Sin bien es un poco menor en volumen, pero un poco más acomodado. Esperábamos tener mejor manejo de stock, sin tener que hacer descuentos insólitos para poder vender y las cuentas más ordenadas.
¿Y hoy cómo lo vé
Hoy quedaron viejas las previsiones. Hoy estamos viendo un mercado de 250.000 unidades. Y esperando a ver cómo reacciona. Es una catástrofe: pasamos de un mercado de 850.000 en 2017 a 250.000, en tres años. Es una locura.
¿Cómo impacta en la cadena de pagos?
Estamos manejando prioridades. Tenemos como compañía mil puertas de salida, pero solo dos de entrada: exportación y mercado local. No tenemos ingresos. Y la caja hay que ir priorizándola de acuerdo a las necesidades. En un desarrollo normal de negocios, uno puede pensar en que invierte en un nuevo proyecto; hoy, hablamos de pagar sueldos. Está claro que la cadena de pagos se corta, pero estamos en este proceso tratando de no morirnos nosotros ni que se mueran nuestros proveedores y concesionarios. Es un juego complejo tratar de mantener a todos vivos, con lo mínimo indispensable al menos. Es lo que estamos tratando de trabajar.
¿Qué análisis hace de las medidas que tomó el Gobiernó
Creo que desde la salud es lo correcto. Hay que cortar cuando antes la cadena de contagios. Desde ese ángulo es lo correcto. Ahora, desde lo económico, el impacto es infernal. Con esto no digo que esté mal tomada la medida. Sino que quizás hay que pensar en algo más laxo. Hoy la rueda está totalmente parada. Yo viví en Italia, y cuando vi lo que pasó allá, pensé: el día que esto llegue acá, probablemente va a morir mas gente de hambre que de coronavirus. Repito: desde la salud me parece bien, desde lo económico creo que hay que empezar ya a hacer cosas más de fondo.