La colección Dior Hombre Otoño 2024 fue una delicada danza de poesía y destreza comercial. Para su desfile del viernes, el director artístico Kim Jones se inspiró en el bailarín de ballet Rudolf Nureyev, retratado por el difunto tío de Jones, Colin Jones, bailarín reconvertido en fotógrafo.
Aunque los tropos derivados de la danza, junto con los favoritos de Nureyev, se interpretaron directamente a través de monos con cremallera más "editoriales", Jones también demostró ser un maestro del matiz, integrando los fundamentos del tema en prendas con un atractivo mucho más amplio. Como ejemplo, una de las prendas de punto con cierre de la colección, que también lució Lewis Hamilton en primera fila.
En general, la pasarela tuvo menos influencia del streetwear que en las últimas temporadas y se reafirmó en la sastrería amada por los embajadores de Dior, la sensación del K-Pop Tomorrow X Together, alias TXT, presentes en masa en primera fila por primera vez desde su nombramiento en agosto.
Del mismo modo, el calzado de la colección, un híbrido entre bailarina y plimsoll, ofreció una versión más suave y estilizada de la zapatilla que se convirtió en un pilar de Dior Men.
Al igual que Hamilton, y muchos otros asistentes notables, el atuendo exhibió looks de la nueva colección, incluido el traje Oblique, una versión asimétrica de la clásica chaqueta Dior Bar que fue una firma de Jones desde su debut en la primavera de 19.
De hecho, extender su pasarela vistiendo la primera fila con la nueva colección es también algo que Jones hizo desde el principio de su mandato en Dior Men.
Lo que nos lleva a la exposición. Una vuelta sobre la pasarela seguida de un final en grupo y ya está, está muy bien, pero para generar un verdadero impacto comercial a partir del costo nada desdeñable de la puesta en escena de semejante producción, hay que asegurarse de que los looks permanezcan a la vista durante el mayor tiempo posible.
Un podio giratorio de dos pisos, el segundo de los cuales se elevaba del suelo al girar, se encargó de que la colección de 60 looks lo consiguiera.
En realidad, el segundo nivel presentaba una selección de looks de "alta costura" inspirados en los archivos de la casa, junto con el catálogo de una subasta de Nureyev organizada por Christie's. Sin duda, se trata de aprovechar el creciente apetito por las piezas de alta costura entre la clientela masculina de Jones.
Especialmente llamativa fue la versión larga de la chaqueta Oblique, con adornos en la cintura, y el tabardo asimétrico bordado en Toile de Jouy, con mochila a juego.
Tras el desfile, la Casa presentó en su flagship de la Avenue Montaigne su nueva colección de relojes masculinos Chiffre Rouge, compuesta por ocho piezas y revisitada por primera vez desde su lanzamiento hace 20 años.
Destaca el hecho de que la fecha se resalta en rojo el día 8 de cada mes, un guiño a Monsieur Dior, estudioso de la numerología, que lo consideraba un número de la suerte. Por otra parte, las correas están decoradas con el motivo cannage que adornaba las sillas de los primeros desfiles de la Maison.
Este motivo también se presentó en algunas de las zapatillas de la colección de otoño de 24 años de Jones. Sin embargo, aunque la relojería no es el dominio de Jones, todos los relojes Dior son de fabricación propia y no bajo licencia, al igual que las gafas producidas por Thélios, la división de gafas del Grupo, propiedad de LVMH.
Sidney Toledano, director saliente del grupo LVMH, al que sucederá a partir del mes próximo Michael Burke, asumió el control de la producción y la distribución durante sus 18 años como CEO de Christian Dior Couture.
El lanzamiento escalonado de Chiffre Rouge, que se extenderá hasta 2024, comenzará en febrero.
*Con información de Forbes US.
