Desde sus orígenes, hablar de aviación privada o ejecutiva fue sinónimo de glamour, exclusividad y estatus. Y en la Argentina se debería agregar a un gran sector que utiliza vuelos privados, como los políticos que en algunos casos buscan privacidad y, sobre todo en estos tiempos, buscan la no exposición masiva asociada a los aeropuertos comerciales.
Pero al ir hacia lo más profundo y analizar los números que aportan recientes estudios, importantes consultoras como PwC o la National Business Aviation Association definen a la aviación ejecutiva como la fabricación y el uso de aeronaves principalmente pequeñas para transporte empresarial. La industria en los Estados Unidos genera más de un millón empleos y ayuda a las empresas de todos los tamaños a ser más productivas y eficientes. En la Argentina, por su parte, se estiman unos 50.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Los aviones comerciales son un salvavidas para las comunidades con poco o nulo servicio de aerolíneas comerciales, y proporcionan servicios de emergencia y humanitarios a las personas necesitadas. Pero ¿Quién utiliza realmente aviones privados? La aviación ejecutiva es una herramienta fundamental para las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño. Por ejemplo, organizaciones sin fines de lucro, hospitales y hasta el Incucai para el traslado de órganos. Las fuerzas del orden y los organismos gubernamentales también utilizan estos aviones.
Un dato estadístico para desmitificar al sector: solo el 3% de los aviones ejecutivos de EE.UU. son volados por empresas Fortune 500. Estudios demostraron que el mejor rendimiento es aprovechado por las empresas que compiten en un mercado que exige velocidad, flexibilidad y eficiencia, no tienen tanto que ver el tamaño de la empresa o la cantidad de empleados, estadística que se mantiene en Argentina y la región.
Utilizar un avión permite a las empresas crecer y crear puestos de trabajo en sus lugares de origen no importa dónde se encuentren, ya que la aviación ejecutiva eleva por 10 el número de aeropuertos de EE.UU. comparado con las aerolíneas regulares, y muchas empresas están ubicadas en áreas sin ningún servicio de línea aérea programada. En este punto, si se lo compara con Argentina, la proporción es más dura, ya que existen más de 1.000 aeródromos/aeropuertos públicos versus los poco más de 30 aeropuertos que utilizan las líneas aéreas comerciales.
Muchas empresas confían en los aviones ejecutivos para traer empleados, a clientes lejanos u oficinas lejanas, fábricas y puestos de trabajo en sitios remotos, con muchos viajes que requieren múltiples paradas en un corto período de tiempo, siendo la minería y el petróleo los sectores que más utilizan los aviones para estos fines.
Cómo evitar la "depresión posvacacional"
La aviación ejecutiva proporciona importantes beneficios a sus usuarios, incluidos:
Ahorrar tiempo a los empleados. Los empleados ahorran mucho tiempo en el trabajo gracias a más horarios de viaje eficientes y directos. En un viaje que requeriría dos días utilizando las aerolíneas, los empleados pueden regresar a la base de operaciones al final del día
Llegar a múltiples destinos de forma rápida y eficiente. Misines que requieren viajar a múltiples destinos en un día son casi imposibles de lograr usando cualquier otro medio de transporte.
Acceder a comunidades con poco o ningún servicio de aerolínea. Casi la mitad de las misiones de aviación comercial tienen como objetivos destinos con infrecuentes o no programados servicios de aerolínea. Más del 80% son a destinos que nunca han tenido servicio aéreo comercial.
Contrario a lo que el imaginario colectivo cree, el 86% de vuelos de aviación ejecutiva transportan personal de ventas y marketing, técnicos y personal de ingeniería, mandos intermedios y clientes de la empresa, y solo el 14% vuela con altos ejecutivos.
Otra razón por la que diversos sectores utilizan este medio de transporte y no otro es por necesidad de mover equipo vital. Cuando las empresas necesitan realizar envíos rápidos, de gran tamaño o equipos sensibles, la aviación ejecutiva es a menudo la mejor, si no la única solución. Por citar un ejemplo, equipos del sector petrolero se trasladan entre Comodoro Rivadavia y Neuquén para maximizar el uso, ya que con pocas horas de diferencia el mismo equipo puede ser utilizado en ambas plazas.
Los retrasos y cancelaciones o la falta de frecuencia del sector aerocomercial son habituales cuando se vuela en las aerolíneas regulares y pueden poner en peligro un contrato o un negocio. Los aviones privados vuelan según las necesidades de los pasajeros, dando a las empresas una mayor flexibilidad y capacidad de adaptarse rápidamente a las demandas cambiantes.
Otro sector que sabe aprovechar los beneficios de la aviación privada es el agroindustrial: el vasto y variado paisaje de Argentina ha hecho de este tipo de transporte algo esencial para el crecimiento. Según datos ofíciales, las áreas rurales cubren el 97% de la superficie terrestre del país, lo que hace que la aviación ejecutiva sea la única forma de que muchas personas reciban bienes y servicios, desde atención médica hasta productos frescos y correo.
Los aeropuertos de aviación general en estas comunidades también apoyan los vuelos para servicios vitales como búsqueda y rescate, trasplantes de órganos, transporte de pacientes, extinción de incendios, aplicación agrícola, entrega de paquetes y muchas otras misiones.
Es difícil determinar el impacto positivo en la economía de Argentina, pero, para dimensionarlo y ponerlo en perspectiva, la industria aeronáutica de EE.UU. es un exportador neto, y agrega a la balanza comercial de la nación: las exportaciones de aviones de aviación ejecutiva y partes ascendieron a alrededor de $ 26.000 millones en 2019.
Mucho se habló este último tiempo de la contaminación por emisiones de CO2 de los jets, impulsado por el arribo de cientos de aviones privados a la reunión anual del G20 en noviembre. La mayoría de las partes interesadas reconoce que la aviación civil contribuye el 2% de la emisión global de CO2, pero, según el Panel Intergubernamental sobre el Informe de Cambio Climático, la contribución de la aviación ejecutiva es del 0,04% de las emisiones globales.
Así, hay varias iniciativas de importantes empresas de combustibles en crear alternativas limpias, con la esperanza de que en los próximos años se pueda volar sin dañar el medioambiente. Mientras tanto, hay que impulsar la compra de certificados verdes para mitigar la forma en que cada uno, como pasajero, impacta negativamente.