Aunque ya se trataba de una tendencia en ascenso, la pandemia terminó de instalar la aspiración de los millennials por volverse nómades digitales. Según un relevamiento hecho por el sitio Passport-Photo.Online, el 44% de los nómades digitales tienen entre 28 y 40 años. El 65% de ellos trabaja para sus propios negocios digitales mientras recorren el mundo y, si bien pueden pasar algunas temporadas instalados en algún país, suelen moverse varias veces al año y conocer con ello distintas culturas.
Un estudio publicado por Hiring Lab y el sitio de empleo Indeed, estima que en el mundo existen alrededor de 35 millones de personas que trabajan y viajan al mismo tiempo y construyen con ello una modalidad de vida que era impensada décadas atrás.
La intención de Isabel Osorio, una joven de 23 años que dejó su Colombia natal para recorrer el mundo, fue exactamente esa. “Hace tres años me inicié en el mundo del emprendimiento y la autoeducación. Por dos años estuve solo aprendiendo y mis ingresos eran pocos, pero formé una mentalidad de hierro y empecé a invertir cada centavo que ganaba en educación, cursos, programas y eventos”, cuenta Isabel sobre sus inicios.
Aunque hacerse un lugar en el universo digital no fue una tarea sencilla, Isabel logró formar una enorme comunidad que sigue y retroalimenta cada uno de sus proyectos a través de las redes sociales. Desde sus perfiles de Instagram y TikTok, esta emprendedora incentiva a sus más de 160 mil seguidores a imitar sus pasos para convertirse en nómades digitales y recorrer el mundo.
“Hay muchas habilidades hoy en día que se pueden desarrollar para vivir a través de Internet y eso es lo que intento transmitir en mi club de emprendedores donde enseño a ser nómadas digitales y las distintas habilidades que se pueden monetizar desde cualquier parte del mundo”, sostiene la influencer.
Isabel se formó para brindar sus propios cursos y mentorías sobre distintos temas como desarrollo personal, marketing de atracción y ventas, fotografía y creación de contenido. “Doy mentorías personalizadas a emprendedores porque en el mundo del emprendimiento hay muy poca guía, todo es muy empírico, entonces es importante tener una brújula para lograr resultados en un menor tiempo”, aporta la influencer.
Trabajar y recorrer
Isabel reconoce que se inspiró en autores como Andrés La Rotta para emprender este camino que la llevó, durante 2022, a recorrer más de 14 países y 24 ciudades. “Soy una persona muy joven, que en un corto tiempo ha logrado cosas increíbles. La información, los libros y la experiencia me han dado credibilidad y admiración en mi nicho”, argumenta.
Para inspirar a otros a cambiar de estilo de vida y perseguir su espíritu nómade, Isabel creó junto a su socia Caro Calle el podcast “Hazlo en grande” que está disponible en Spotify y otras plataformas digitales. “Con Caro nos conocimos en el club de emprendedores, yo siempre había querido tener un podcast y ella también. Somos muy diferentes en cuestión de habilidades. Caro tiene empresas sobre servicio al cliente y campamentos de verano, yo me dedico más al ámbito digital, nos complementamos muy bien y tenemos una mentalidad y formas de expresarnos muy parecidas”, sostiene.
En los distintos episodios de su podcast, Isabel destaca las ventajas de haberse convertido en una nómada digital y su propia jefa. “Me gusta poder manejar mi horario y darme siempre lo mejor. Tengo tiempo para todo, dinero para todo, relaciones increíbles y construyo de la mano con socios que me agregan valor”, cuenta.
Un punto diferente
Isabel logró construir su vida, solventar sus viajes y trabajar desde la creación de su marca personal en redes sociales y ese es el proyecto que busca seguir potenciando. “Quiero tener varias líneas de negocio en torno a mi marca personal y ser experta en automatización de mis negocios”, destaca.
La clave de su éxito que diferencia a su perfil de los tantos que existen en las redes sociales es, según su criterio, la autenticidad. “Las ventas son un acto de servir y no de recibir, cuando entendí esto el propósito de mis redes cambió. Yo no creo contenido para vender sino para ayudar y luego el reconocimiento y las ventas llegan solas”, aporta.
Para lograr un contenido diferencial es fundamental, según la emprendedora, encontrar un punto apasionante. “Descubrir algo que te guste y se pueda monetizar va a hacer que crear contenido sobre eso se te haga divertido y fácil y las personas van a recibir un valor auténtico. Yo descubrí que tengo un don para capacitar y eso fue lo que inspiró mi podcast, cursos, programas y mentorías ”, concluye.