Hay tradiciones que se mantienen de generación en generación, y hay muchas que incluso se perfeccionan para seguir creciendo. Ese podría ser el caso de Ariel Minetti, quien pertenece a una familia de tradición zapatera.
Su abuelo comenzó en el rubro, y hoy tanto Ariel como su familia, poseen una fábrica de zapatos mayorista desde hace más de cuarenta años. Pero no quedó ahí, ya que junto a su papá, Minetti se lanzó a un emprendimiento propio en 2020, porque la crisis generó una baja en la producción y ventas de su fábrica.
“Beautee nació en el 2020, cuando tuvimos que ser creativos para hacerle frente a la adversidad que nos estaba tocando con el Covid-19. La pandemia hizo que nuestras ventas bajaran, ya que nosotros producimos en su mayoría para marcas/comercios con local a la calle. Esto nos llevó a reinventarnos, y luego de muchas dudas e incertidumbres frente a lo que nos esperaba, decidimos lanzar nuestra marca y consigo la venta online”, detalló el empresario en una charla con Forbes Argentina.
Con dos máquinas de coser e insumos básicos necesarios para darle curso, Beautee nació con una estructura de una fábrica en funcionamiento, asegura Minetti, una fábrica que posee 400 metros cuadrados y está ubicada en Lomas del Mirador. Tiene capacidad para realizar 150 pares diarios.
“Somos tres generaciones de zapateros, venimos de artesanos, representamos sus años de experiencia, redefinimos la artesanía de calzado y el cuero. Cada detalle, cada pieza colocada a mano expresa nuestra esencia. Nos une un deseo continuo de descubrimiento y mejora de este trabajo que tanto nos apasiona”,
manifiesta.
Con clientes mayoristas en Chile, Uruguay y Paraguay y minoristas desde Estados Unidos hasta España, el ejecutivo recalca que Brasil, Uruguay y Chile son los mercados más fuertes.
Minetti también diferencia cómo fue cambiando y sumando la tradición familiar de acuerdo a cada generación. “La primera generación se dedicó al taller y confección de costura, la segunda se animó a fabricar para diferentes marcas y por último nosotros, que crecimos en esta fábrica aprendiendo el oficio desde los 15 años, decidimos ir subiendo la calidad y hoy, casi 20 años después, no solo fabricamos para marcas y locales/showroom, sino que creamos Beautee para venta minorista, donde tenemos diseños exclusivos”.
Creciendo mes a mes, Beautee es una marca exclusiva de botas texanas. “Encontramos que en el país el rubro de las texanas no estaba explotado y que había mucho por hacer y mostrar, es un clásico que puede usarse en muchos de los ámbitos en los que solemos participar. Nosotros buscamos diferenciarnos en los diseños y calidad, ya que utilizamos cueros de primera línea con acabados propios, insumos de calidad en su totalidad. Cada uno de sus productos conlleva detalles y piezas con una actitud propia, dedicación y creatividad”, aclara Minetti sobre el desafío.
Con 18 personas trabajando de forma directa e indirecta y una facturación mensual bruta que alcanzó los 80.000.000 de pesos en 2023, no estiman crecer en pares de producción para este 2024 debido a la crisis económica, pero sí en crecimiento y posicionamiento de mercado de su marca, además de abrir el primer local o showroom, ya que hoy Beautee es sólo venta online.
Cómo es el proceso de fabricación de calzado
Un trabajo artesanal requiere de un proceso que conlleva varias etapas. Primero, “se realiza el diseño del modelo. Luego, desarrollan los patrones que servirán de plantilla para
el cortado. Ahí, procedemos al corte manual de las piezas para el cuero exterior y el cuero que se utilizará como forro. El cortador también selecciona las pieles más adecuadas para cada elemento y optimiza su corte para minimizar los desperdicios. Además asegura la ausencia de defectos en la superficie de los cueros elegidos”, cuenta el empresario acerca de esta primera etapa de confección.
En el ensamble, las diferentes piezas se cosen juntas. Minetti detalla entusiasmado que para evitar el exceso de espesor al superponerlos, se realiza el rebajado, y ese ensamble de las piezas es lo que se denomina 'aparado'.
Aquí llega el momento de lo más extendido para el público no artesano: la horma. Allí se coloca la plantilla, fijándose a la horma donde posteriormente se agrega la pieza que viene del aparado. “Esta se centra sobre la horma y la plantilla. Entre el cuero y el forro se colocan refuerzos, que mantienen al talón y puntera en su sitio para evitar que el zapato se deforme y tenga un mejor calce. Dicho proceso es a mano y se finaliza con una máquina que termina de cerrar y fijar las piezas”.
Llegando al momento final de producción, Minetti sostiene: “Cuando procedemos a la colocación de la suela, se retira cualquier exceso de cuero y por último, llega el empaque, donde se controla minuciosamente cada detalle, se reelabora y perfecciona para obtener un resultado impecable. Una vez ahí, se enceran y empaquetan para finalmente llegar a nuestra tienda online o venta mayorista”, concluye el empresario.