En el escenario en evolución de la interacción persona-computadora, la introducción del Apple Vision Pro significa un avance fundamental, que recuerda a desarrollos anteriores como el iPod y el iPhone. Pero, aunque representa una evolución significativa en la computación espacial, estableciendo un nuevo estándar para la forma en que la tecnología se integra en nuestras vidas, el público del Vision Pro es significativamente menor (Apple informa de que se vendieron unas 200.000 unidades en todo el mundo) que el público del iPod o el iPhone, y es probable que la adopción generalizada tarde bastante más tiempo.
Así, puede haber parecido extraño que Gucci tomara la decisión de publicar la "edición mejorada" de "¿Quién es Sabato De Sarno? Una historia de Gucci" exclusivamente en el Vision Pro. Sin embargo, los conocedores de la marca pueden ver que esta decisión es más que una simple adopción de una nueva tecnología.
La apuesta de Gucci por el Vision Pro es el último movimiento de una estrategia a largo plazo para situar a la marca a la vanguardia de la innovación tecnológica, en concreto de la realidad aumentada, que lleva en marcha desde 2019.
"¿Quién es Sabato De Sarno? Una historia de Gucci", un breve documental de 20 minutos narrado por Paul Mescal, se transforma dentro del Vision Pro en una experiencia tan amplia o concisa como se desee. La pieza, descargada como aplicación GUCCI en la App Store de Apple dentro del Vision Pro, está segmentada en viñetas interactivas e inmersivas, que narran los acontecimientos de la semana previa al desfile de debut de Sabato De Sarno, el nuevo director creativo de Gucci, que asumió el cargo en enero de 2023.
Los espectadores tienen la oportunidad de participar de numerosas maneras, como examinar de cerca los icónicos mocasines de Gucci en 3D desde todas las perspectivas, experimentar la realidad aumentada que, en un momento dado, simula las condiciones meteorológicas lluviosas de la película, o transportarse virtualmente al desfile en directo, elegantemente iluminado. La integración de elementos reales y virtuales la define acertadamente como una experiencia de "realidad mixta".
Esta incursión de Gucci en la realidad mixta ofrece un marcado contraste con plataformas convencionales como YouTube y Netflix, que siguen atadas a los métodos tradicionales de distribución de contenidos. A pesar de su condición de pioneras de la distribución digital, estas plataformas no adoptaron aplicaciones nativas para tecnologías emergentes como la Vision Pro.
Las películas de moda fueron durante mucho tiempo un medio para que las marcas de lujo cuenten sus historias más allá de la pasarela, mezclando la visión creativa con la narrativa de la moda. Desde la pionera película de 1967 Basic Black, protagonizada por Peggy Moffit y producida por Rudi Gernreich y William Claxton, hasta la alta costura de Jean Paul Gaultier en El Quinto Elemento, los fashion films evolucionaron hasta convertirse en plataformas dinámicas para contar historias. La exploración de la informática espacial por parte de Gucci con la Vision Pro es el siguiente paso lógico en esta tradición, y marca una continuación de la narración innovadora en la moda.
Las raíces de la computación espacial, término que engloba las técnicas de interacción persona-ordenador que mezclan los mundos digital y físico, se remontan a importantes hitos tecnológicos. Todo ello es anterior al estereoscopio, en concreto, al Brewster, que fue admirado por la reina Victoria en la Gran Exposición de 1851, marcando una temprana fascinación por las experiencias de visión tridimensional.
Tales instancias históricas subrayan la curiosidad y el compromiso de larga data con las tecnologías que mejoran nuestra percepción de la realidad, sentando las bases para los avances modernos de la informática espacial como la realidad aumentada (RA), la realidad virtual (RV) y la realidad mixta (RM).
La incursión de Gucci en la computación espacial con el Vision Pro y la creación del estuche de viaje Vision Pro de Apple (US$ 199) se hacen eco de una rica historia de integración de la tecnología con el diseño práctico, que recuerda al estuche de cuero de 1850 diseñado para el estereoscopio Brewster. Estos modernos esfuerzos no sólo rinden homenaje a la herencia de los accesorios tecnológicos, sino que también significan el papel de Gucci como pionero en la confluencia de la moda y la innovación digital, resaltando un viaje desde la fascinación de la reina Victoria por el estereoscopio hasta las exploraciones contemporáneas de la informática espacial en la moda de lujo. Aunque la experiencia inmersiva elaborada pretende redefinir la narración digital, su éxito a la hora de cautivar e implicar realmente al público sigue siendo un punto a examinar más detenidamente.
Mi interacción personal con la experiencia de Gucci, notablemente más atractiva que los medios típicos, resalta su potencial. Sin embargo, este potencial plantea interrogantes sobre su atractivo y eficacia más amplios. ¿Pueden unos elementos tan profundamente inmersivos e interactivos captar y mantener sistemáticamente la atención de un público más amplio, o se dirige a un nicho de mercado? Este escepticismo no pretende socavar el enfoque innovador de Gucci, sino reflexionar sobre el alcance práctico y el impacto de empresas tan pioneras en el ámbito de la moda de lujo y la tecnología.
Además de la singularidad de la experiencia, me encontré instintivamente deseando capturar momentos con mi teléfono, un gesto imposible por la naturaleza de la experiencia Vision Pro. Gucci desactivó la función de grabación de pantalla, posiblemente para realzar la exclusividad y el encanto de la experiencia. Esta decisión, a la vez que realza el sentido de lo especial, también ejemplifica las limitaciones y la naturaleza controlada de este tipo de empresas inmersivas. Plantea cuestiones sobre la accesibilidad y el equilibrio entre la creación de una experiencia exclusiva y el fomento de un mayor compromiso y conexión con el público más amplio de la marca.
Al navegar por la intrincada danza entre la innovación y la exclusividad, el viaje de Gucci hacia la informática espacial no sólo desafía los límites de las experiencias digitales de lujo, sino que también sienta las bases para un futuro en el que el tejido de la moda, la tecnología y la narración de historias se entreteja en un tapiz totalmente nuevo e inexplorado.
*Con información de Forbes US