Nadie lo hace mejor que ella. Natalí Suárez Pardo es de San Luis, tiene 40 años y un título que dice que es, hasta ahora, la mejor parrillera de todo el país. En un ámbito donde los hombres son mayoría, Natalí levantó la copa el año pasado en la última edición del Campeonato Federal del Asado, organizado por BA Capital Gastronómica, donde compitió con otros 23 participantes de distintas provincias. Hoy, al pie del Obelisco, el torneo volverá a realizarse en su 5° edición. De allí saldrá un nuevo campeón, o campeona, y esta vez Natalí estará del otro lado del mostrador, como parte del jurado.
Desde aquel día, confiesa ahora esta cocinera puntana que hizo su primer asado cuando apenas tenía 12 años, su vida dio un volantazo. “Fue una locura. Me acuerdo que en ese mismo momento, cuando anunciaron a los ganadores y estaba por subir al escenario, me enteré que iba a formar parte del equipo que viajaría a Bélgica para competir ese mismo año en el World Barbecue Championship -cuenta Natalí en una charla telefónica, mientras ultima los preparativos para venir a Buenos Aires-. Llegué ayer y por la tarde fuimos con todos los participantes a la Avenida 9 de Julio y Corrientes para hacer un reconocimiento de la zona de competencia. Es un evento muy grande donde la presión se siente. Porque además del jurado, la última vez fueron cerca de 500.000 personas al Obelisco. Es una jornada muy linda, donde también hay shows de música, actividades y stands de las mejores parrillas de la Ciudad para probar diferentes cosas”, invita Natalí.
Habla con esa soltura, confiesa, porque esta vez le toca estar del otro lado. Cuando fue su turno de prender el fuego y demostrar sus habilidades al mando de la parrilla como representante de su provincia, los nervios y la presión eran difíciles de dominar. “Hago asados desde muy chica. Mi papá me enseñó a asar y mi mamá a prender el fuego. Pero aunque tengas mucha experiencia y sepas exactamente los tiempos de cocción de tal o cual pieza de carne, la presión es inevitable. Me acuerdo que mientras estaba en la parrilla, se me acercó una chica de un diario y me preguntó si podía hacerme unas preguntas para una nota. Le dije que sí, y cuando le estaba respondiendo escuché por altoparlante que quedaban solo dos minutos para emplatar. Casi me agarra un ataque”, cuenta ahora entre risas.
Romper el techo de cristal al frente de la parrilla
Esa fue la primera nota de una lista interminable de entrevistas que Natalí dio a diferentes medios, no sólo locales sino también del exterior. “El hecho de haber sido la primera mujer en ganar el torneo fue todo una revolución. La exposición fue mucho más de lo que yo esperaba. El asado sigue muy asociado a un universo masculino, y fue como romper con una barrera más”, reflexiona.
Suárez Pardo ya no vive más en San Luis. El amor por la cocina la llevó a formarse como chef y pastelera, y luego a trabajar por diferentes ciudades y países como Chile, Ecuador y las playas de Brasil, donde cocinó en un restaurante en Pipa, en el Estado de Río Grande del Norte. También apostó por un un emprendimiento propio, al que llamó Cilantro, donde la propuesta de reversionar platos clásicos en opciones más saludables tuvo buena repercusión en formato de viandas y en servicios de catering para eventos.
Desde hace unos meses, Natalí está al frente del restaurante A lo de Julio, que está en plena ciudad de Mendoza y se especializa en cocina a las brasas. Alterna su trabajo como gerente operativa del restaurante con charlas en universidades, docencia a distancia en un instituto privado en San Luis y clases magistrales junto a reconocidos colegas, como Santiago Giorgini, por ejemplo, cocinero y conductor de televisión. “Fue un año de muchos cambios y crecimiento. También tuve la suerte de participar en eventos representando a San Luis, y para mi es un honor poder ser un referente de mi provincia”.
“Como jurado, me importa evaluar cómo cada participante resalta la proteína. Soy de buscar sabores, entonces si utilizan condimentos y especias, estos tienen que ayudar a resaltar la proteína, y no a tapar el sabor de la carne, que no la opaquen, como sucede en una barbacoa”, explica Natalí. Con respecto a los puntos de cocción, cada participante debe demostrar que logró cumplir con el punto de cocción propuesto. “Ellos deciden cuál es el punto, que ya fue informado diez días antes de la competencia. Para facilitar la tarea al jurado, hay una tablita donde figuran todos esos datos en el puesto de cada participante. La idea es que puedan respetar el punto de cocción que ellos mismos decidieron”.
“El Campeonato Federal del Asado, además de ser una competencia entre los mejores asadores y asadoras, es la posibilidad de mostrar el valor cultural y económico que tiene la gastronomía en la Argentina -agrega José Luis Giusti, ministro de Desarrollo Económico y Producción-. Es un evento de todo el país porque con cada representante se homenajea al asado, que es uno de los productos más federales e identitarios de nuestra cocina, y a las economías regionales que forman parte de su cadena de valor”.